miércoles, 29 de mayo de 2013

Torino, Superga y River

Turín - Italia - 26 de mayo de 1949
Torino Simbolo 2 – River Plate  2





















En 1949, el Torino de Italia era el máximo exponente del fútbol Italiano. Campeón de cuatro “Scudettos”, se encaminaba hacia el quinto, y a poco de terminar la temporada de 1949, realizó un viaje a Portugal, donde se presentó, invitado por el Benfica, para jugar un amistoso por la despedida de su histórico capitán, “Xico” Ferreira.

Al día siguiente de disputado el encuentro, los jugadores, el cuerpo técnico y algunos periodistas regresaban a Turín en un avión trimotor de hélice Fiat G.212CP a cargo de la Avio Linee Italiane (ALI) de matrícula I-ELCE. El vuelo era tripulado por cinco personas y podía llevar hasta 30 pasajeros. En aquellos tiempos, los aviones no contaban con la tecnología de los radares de hoy, por lo que ante una situación de apremio, eran los mismos pilotos los que debían maniobrar y tomar decisiones sin la ayuda de equipos electrónicos.

El viaje transcurría con normalidad. Tras partir de la capital lusa, harían una escala en Barcelona para llegar finalmente a Turín. El arribo estaba programado para cerca de las 17:30 del 4 de mayo de 1949, pero una espesa niebla en la región de Piamonte hacía imposible la visibilidad, por lo que el comandante decidió maniobrar y volar un poco más bajo para poder ubicarse, ya que se encontraba a 20 km del destino, pero no tuvo en cuenta que en su camino se toparía con la Basílica de Superga, ubicada a 600 metros de altura, sobre la cima de una colina. La última comunicación fue a las 17:04, y el piloto avisaba a la torre de control que ya se encontraban cerca del destino. El avión nunca llegó.

Durante las maniobras, el piloto comenzó el descenso y cuando ganó un poco de visibilidad, se encontró con que iban directo hacia la ladera de la colina. En un intento desesperado por ganar altitud, logró elevar la aeronave, pero no fue suficiente y acabó estrellándose contra el terraplén de la Basílica, todos los ocupantes del trimotor murieron en el impacto, entre ellos, 18 jugadores de Torino: Valerio Bacigalupo, Aldo Ballarin, Dino Ballarin, Emile Bongiorni, Eusebio Castigliano, Rubens Fadini, Guglielmo Gabetto, Ruggero Grava, Giuseppe Grezar, Ezio Loik, Virgilio Maroso, Danilo Martelli, Valentino Mazzola, Romeo Menti, Piero Operto, Franco Ossola, Mario Rigamonti, Giulio Schubert; seis personas entre cuerpo técnico, dirigentes y acompañantes: Egri Erbstein (Director Deportivo), Leslie Levesley (entrenador),  Osvaldo Cortina (masajista), Arnaldo Agnisetta, Ippolito Civalleri, Andrea Bonaiuti (directivos) y tres periodistas deportivos italianos: Renato Casalbore, Renato Tosatti y Luigi Cavallero. Los tripulantes eran Pierluigi Meroni (piloto), Celeste D’Inca,  Antonio Pangrazi, Cesare Biancardi.

El accidente conmocionó al mundo entero, el mejor equipo Italiano de la década del 40, que aportaba diez hombres a la selección nacional, había perecido en un accidente fatal. El director técnico de la Azzurra fue el encargado de identificar los cadáveres de cada uno de los jugadores, confirmando lo que todos temían, la muerte había vencido al mejor equipo del momento.

La noticia llegó a Sudamerica, y en la Argentina, Antonio Liberti, presidente de River Plate, no dudó en ofrecer a su equipo titular para jugar un amistoso en homenaje a las víctimas del siniestro y donar lo recaudado para sus familias, dejando un equipo alternativo para disputar el campeonato local.

El encuentro se disputó el 26 de mayo, y el “Millonario” se enfrentó a un combinado de estrellas del Torino pentacampeón denominado “Torino Símbolo”. Los equipos formaron con:

Torino Símbolo: Furiassi; Manente, Annovazzi, Giovannini, Achili, Nyers, Bonipetri, Nordhal, Hansen, Ferrari, Lorenzi.

River Plate: Carrizo; Vaghi, Soria, Yácono; Rossi, Ramos, De Cicco; Col, Di Stéfano, Labruna y Loustau.

El resultado fue 2 a 2, con goles de Nyers y Annovazzi para el equipo italiano, y de Labruna y Di Stéfano para los argentinos que fueron ovacionados en agradecimiento a su gran gesto.

A partir de ese momento, se forjó una “amistad” entre ambos clubes, y a modo de homenaje, el “Millonario” confeccionó un modelo de color borra vino como camiseta alternativa y el equipo turinés una casaca blanca con la banda borra vina que cruza de izquierda a derecha para usar como recambio. Estos modelos se utilizaron, por ejemplo, cuando se conmemoraron los 45 y 60 años de la tragedia. Hoy en día, la vestimenta alternativa del Torino presenta ese diseño.

lunes, 27 de mayo de 2013

Treinta Minutos

Torneo Final 2013 – Fecha 15 – 26 de mayo 2013
River Plate 3 – Atlético Rafaela (Sta Fe) 0
Luna, el goleador de River (foto Olé)
















Eso fue lo que duró el partido, tan solo treinta minutos. Ese fue el tiempo que le tomó a River convertir tres goles y dejar a Rafaela sin reacción y sin ideas para luchar un partido que le fue adverso desde el pitazo inicial.

La nueva disposición perpetrada por Ramón Díaz dio sus frutos casi inmediatamente. Con un nuevo esquema, 4-2-1-3, que se convertía en 3-3-1-3 cuando el equipo atacaba, donde Leonel Vangioni tenía más libertad ocupando la doble posición de defensor y volante lateral; y Manuel Lanzini retrocedía como volante para ayudar en el medio. Así, a los siete minutos, el rosarino pudo escapar de su marcador y se perfiló hacia el área, antes de ingresar a la misma, sacó un zurdazo que venció la resistencia de Sara y sentenció la apertura del marcador.

A partir de allí, fue todo de River. La ubicación y precisión de Cristian Ledesma lo hicieron patrón del medio campo, lo que confirmó que para este equipo, el “Lobo” es imprescindible; y la movilidad de Lanzini, que recibía suelto y encaraba hacia adelante, complicaba siempre a los defensores rafaelinos.

No pasó mucho tiempo hasta que llegó la segunda conquista. Ariel Rojas recibió un pase de Funes Mori (los hombres de la “Crema” pidieron mano cuando la bajó) por el sector izquierdo del ataque “Millonario” e intentó poner un centro que rebotó en el defensor Eduardo Domínguez y descolocó al uno visitante, decretando el 2 a 0 a los trece minutos de juego.

Los once del riojano siguieron moviendo la pelota de un lado a otro, aprovechando las proyecciones de Vangioni, la precisión de Rojas y Ledesma, la velocidad de Rogelio Funes Mori y Juan Manuel Iturbe en ataque, y el oportunismo de Carlos Luna, que retrocedía para participar del circuito de juego.

El 4-4-2 presentado por Jorge Burruchaga fue intrascendente y sin ideas, sobre todo cuando se encontró en desventaja antes de los diez minutos, se quedó sin reacción y no supo cómo preocupar a Barovero, que fue un espectador de lujo del encuentro.

El partido se terminó a los 30 minutos, cuando Iturbe aprovechó su velocidad, desbordó a su marcador y puso un centro perfecto a la cabeza de Luna que derrotó a Sara y puso el 3 a 0 definitivo. Luego, el trámite fue monótono, el “Millonario” pudo convertir más goles en el primer tiempo, pero las imprecisiones a la hora de definir y algunos ataques mal manejados impidieron ampliar el marcador.

El segundo tiempo estuvo de más, no se lastimaron, el “Millonario” esperó que la “Crema” hiciera algo, y a los de “Burru” no se les cayó una idea, entonces, todo dependía de lo que pudiera hacer River, que prefirió manejar la pelota, con Ledesma como estandarte, experto en el juego a dos toques, y Rojas como ladero eficaz. En la única medianamente peligrosa del equipo visitante, una vez más, la respuesta de Barovero, confirmando que es arquero de equipo grande, le ahogó grito.

Así se fue un encuentro que dejó mucha euforia en el público, con una extraña sensación y el comentario de “hace mucho tiempo que no vivo un partido tan tranquilo”. Esa euforia se vio reflejada en las palabras de los espectadores, que se manifestaban a favor de la apuesta ofensiva de Ramón y de la vuelta del ganar, gustar y golear. Está bien el sentimiento de desahogo, la alegría, pero desde este humilde lugar, no quiero precipitarme a decir “volvió el River 3G”, ya que en los últimos tiempos nos acostumbramos a ver un equipo ciclotímico, que en 45 minutos daba una exhibición y en los siguientes 45 desaparecía de la cancha.

Sin dudas jugó el mejor partido del campeonato, y ojalá que este rendimiento se repita ante los futuros rivales (Argentinos, Independiente, Lanús y San Martín de San Juan). Está claro que la apuesta del riojano funcionó, un equipo que ataca desde el minuto cero, como la historia de River manda, pero también fue posible porque se enfrentó a un rival mediocre, sin ideas, que anta la desventaja no supo reaccionar y esperó que el partido terminara sin más goles en contra.

Con esto tres puntos, el equipo del riojano aprovechó la caída de Lanús y subió un escalón en la tabla. Ahora se ubica segundo, esperando un tropezón de Newell´s, que llega al tramo final con más desgaste por la doble competencia. El “Millonario” debe ganar los cuatro partidos, solo así  mantendrá vivas las chances de campeonar.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mercado (6), Maidana (7), Bottinelli (7), Vangioni (8); Ledesma (9), Rojas (7); Lanizni (7); Funes Mori (6), Luna (7), Iturbe (6,5).

Ingresaron: 25’ST Mora (5) x Iturbe; 33’ST Kraneviter (5) x Ledesma; 39’ST Sánchez x Luna

Atlético Rafaela: Sara (4); Carniello (4), Fontanini (4), Dominguez (3), Machín (3); Carrera (4), Serrano (4), Fissore (4), Depetris (5); González (3), López (3).

Resúmen:

Goles: 7’PT Vangioni (Riv); 13’ E. Domínguez (e/c) (Riv); 31’PT Luna (Riv)
Incidencias: no hubo
Arbitro: P. Díaz (aceptable)
Figura: Ledesma

domingo, 19 de mayo de 2013

Así no

Torneo Final 2013 – Fecha 14 – 19 de mayo de 2013
Unión (Sta. Fé) 2 – River Plate 2
Mora cabecea al gol (foto Olé)















Aunque sencillo, el título representa todas las sensaciones que debemos tener los hinchas de River en este momento. El empate sabatino de Newell’s abría una puerta gigante para que el “Millonario” pasara por allí y le metiera aún más presión a un equipo que se debate entre el torneo local y la Copa Libertadores. Pero al intentar cruzar esa puerta, el equipo de Ramón Díaz se encontró con sus propias limitaciones y falencias, y dejó escapar dos puntos claves (dos más y van…), que pudieron ser tres, en este camino que se hace cada vez más corto.

La ausencia de Cristian Ledesma suponía un problema para el “Pelado”, pero jamás se especuló con que sería tan notoria y trascendental, a tal punto que el medio campo parecía perdido y no tenía el control y la recuperación que si aporta la experiencia del “Lobo”. Dejando en evidencia por qué para Ramón es tan importante su presencia en el campo de juego.

El lugar de Ledesma lo ocupó Ezequiel Cirigliano, de características similares, pero de rendimiento completamente opuesto. El cinco nunca pudo hacerse eje del juego y tampoco aportó la recuperación que su puesto demanda. Además, se vio siempre superado por la velocidad de los volantes de Unión.

También volvían al equipo titular, en reemplazo de Maidana y Balanta, Leandro González Pirez y Jonathan Bottinelli, una dupla central que no ha dado buenos resultados, y que hoy ha sido lo más flojo del equipo, dejando muchos espacios atrás y viéndose superados constantemente por los delanteros “Tatengues”, a tal punto que Franzoia se movió a gusto y placer por todo el frente de ataque. Y en el medio, Carlos Sánchez recuperaba su lugar por el sector derecho.

Al principio River tuvo las jugadas más claras para abrir el marcador, pero la ineficiencia de sus delanteros convirtió a Limia en figura. Primero Manuel Lanzini, definiendo de zurda al pecho del arquero y, después, enganchando de más dentro del área cuando podía tener un remate franco o meter un centro bajo al punto del penal. Así, la visita dejó pasar sus chances y, tras un par de jugadas en las que Franzoia quedó en fuera de juego, en una apareció habilitado y se fue de cara a Barovero, el cruce exigido de Bottinelli favoreció al delantero que quedó de cara al arco sin resistencia, y decretó la apertura del marcador.

A partir de ese momento, el equipo del riojano entró en un desconcierto que aprovechó el local para manejar el balón y hacerse dueño de las jugadas más claras. Un par de tiros desde afuera y buenas respuestas de Barovero mantenían la desventaja en uno. Pero en la mejor jugada asociada que se vio en el partido, tras un saque de arco y nueve toques de los jugadores “Tatengues”, una exquisita definición de Cavallaro complicaba aún más el panorama del “Millonario” en Santa Fé que se encontraba así dos goles debajo.

Inmediatamente, un buen centro de Carlós Sánchez al punto del penal, en una jugada iniciada por Funes Mori, encontró al mellizo que corrió para impactar la pelota de cabeza y vencer la resistencia del uno local. Los de Núñez llegaban al descuento que les permitía acercarse al descanso solo un gol por debajo.

Pero allí no terminaría la primera etapa. Minutos después del cabezazo de Rogelio, un dudoso penal sancionado por Ceballos, de pésima actuación, le daba la posibilidad al equipo de Facundo Sava de aumentar la ventaja, pero “Trapito” adivinó la intención de Franzoia y contuvo el tiro desde los doce pasos.

En el complemento ingresó Carlos Luna, para buscar dar vuelta el resultado, pero el juego del equipo distó mucho de aquel que busca salir campeón. Con mucho ímpetu y empuje, pero con poco fútbol y a los ponchazos, River intentó acorralar a Unión, que en cada contra era peligrosísimo, por la velocidad de sus atacantes y la lentitud de los defensores y mediocampistas “Millonarios”. El flojo rendimiento de ambas defensivas hizo que el partido contara con situaciones de peligro en las dos porterías.

De esta manera, se fue agigantando la figura de Limia, que sacó varias pelotas de gol, e impidió que River llegara al empate con anterioridad. Finalmente, con el ingreso de Rodrigo Mora por Iturbe, el ataque ganó en claridad y velocidad, y pudo llegar al empate tras una jugada iniciada por Rogelio, que habilitó bien a Mercado, y éste puso un centro perfecto a la cabeza del uruguayo que estampó el empate, dando cifras definitivas al marcador.

Parece mentira, pero a cada rival que enfrenta River, su arquero se agiganta. Pasó la semana pasada con Cambiasso, ocurrió lo mismo con Trípodi en el partido contra Quilmes, y hoy, Limia, parecía un muro infranqueable. De todos modos no podemos detenernos en esto, la impericia para definir de los delanteros de la banda es preocupante. Luna tuvo un par y se perdió en enganches y amagues que, sumados a su lentitud, favorecieron a la defensa local; Lanzini definió mal en el primer tiempo y en el segundo el arquero sacó una mano milagrosa para desviar el tiro al travesaño; y Funes Mori, de buena labor aunque quedó muchas veces fuera de juego, pudo convertir y tuvo un par que el arquero sacó magistralmente.

Una vez más, River regaló un tiempo, se desinfló después del primer gol de Unión y revivió gracias a la atajada de Barovero, sino, el encuentro se encaminaba a una derrota que pudo ser abultada. En el segundo tiempo reaccionó, pero no le alcanzó para doblegar a una defensa que era casi tan mala como la del “Millonario”.

Ya son innumerables las veces que el equipo de Ramón perdió puntos clave para acercarse más a la punta y contra rivales supuestamente inferiores. No sirve de nada que Newell´s o Lanús dejen unidades en el camino, si el “Millonario” obtiene el mismo resultado que ellos, o no aprovecha sus tropezones. Ahora la distancia de tres puntos con el equipo rosarino se mantiene, y mañana Lanús tiene la oportunidad de aumentarla a cuatro si gana su partido. Numéricamente, tiene y seguirá teniendo chances, pero futbolísticamente, está muy lejos del rendimiento de sus competidores, y resultados como éste, lo alejan aún más de ese objetivo.

Formaciones

Unión (Sta. Fé): Limia (7,5); Britez(4), Correa (6), Bianchi (5), Cosaro (5); Bruna (4), Sarmiento (5), Alemán (6), Cavallaro (7); Franzoia (6,5), Magnín (4)

River Plate: Barovero (7); Mercado (4), González Pirez (3), Bottinelli (3), Vangioni (4); Sánchez (4), Cirigliano (3), Rojas (5); Lanzini (5); Funes mori (5), Iturbe (4).

Ingresaron: 0’ST Luna (4) x Sánchez; 7’ST Acevedo (4) x Cirigliano; 24’ST Mora (5) x Iturbe.

Resúmen

Goles: 25’PT Franzoia (Uni); 34’PT Cavallaro (Uni); 37’PT Funes Mori (Riv); 38’ST Mora (Riv)
Incidencias: 42’PT Barovero (Riv) le atajó un penal a Franzoia; 42’ST expulsado Ramón Díaz (Riv); 49’ST expulsado Gonzalez Pirez (Riv)
Arbitro: D. Ceballos (mal)
Figura: Limia (Uni)
El mejor de River: Barovero

lunes, 13 de mayo de 2013

Los sigue de cerca

Torneo Final 2013 – Fecha 13 – 12 de mayo de 2013
River Plate 2 – All Boys 0
Iturbe y Lanzini (foto Diego Girardi)
















En la previa, el partido contra All Boys presentaba una serie de condimentos que lo hacía un escollo complicado para River. El primero de ellos era que, desde el ascenso del “albo” en el 2010, el “Millonario” nunca había podido obtener los tres puntos, con dos derrotas y un empate. Otro de los objetivos era volver a ganar en el Monumental, tras tres empates en fila (Velez, Arsenal y Quilmes). Además, la conformación del once inicial debía presentar modificaciones porque Carlos Sánchez y Leandro González Pires habían llegado a las cinco amarillas y debían purgar una suspensión. Para reemplazarlos, Ramón Díaz paro a Ezequiel Cirigliano como volante por derecha y le dio la oportunidad a Jonathan Maidana, que volvía tras una larga lesión, como primer marcador central.

El partido comenzó como las últimas actuaciones del “Millo”, buscando controlar la pelota y tratando de llevarse al rival por delante, con poca claridad, pero generando muchas situaciones de gol que podrían haber decretado la apertura del marcador en la primera etapa. La expulsión de Stefanatto a los 28 minutos acentuó esta tendencia, y solo las imprecisiones en los metros finales y la muy buena actuación de Nicolás Cambiasso, posibilitaron que el encuentro llegara al descanso con el marcador en cero.

El complemento mantuvo la misma tesitura. River, con el Ingreso de Carlos Luna por Ariel Rojas, buscó ser más agresivo, pero con poca claridad y con muchas ganas y empuje; y All Boys hacía su juego, esperaba algún error del rival para aprovechar un contragolpe que le permitiera dejar a sus delanteros mano a mano con la defensa “Millonaria”. Pese a ello, el equipo de Floresta no tuvo situaciones claras en el partido, solo un tiro cruzado de Borghello en el primer tiempo que obligó a una muy buena respuesta de Barovero.

A los cuatro minutos de la segunda etapa, tras una buena jugada asociada, Funes Mori, de buen partido, bajó de cabeza un centro al punto del penal y Manuel Lanzini definió con el arco vacío. Así, la valla defendida por Cambiasso caía de la única forma en la que parecía ser vulnerable, con el “uno” fuera de los tres palos. El desarrollo no cambió, All Boys no preocupó al guardameta “Millonario” pero comenzaba a sobrevolar en el ambiente el recuerdo de Quilmes, con ese empate inmerecido sobre la hora. Finalmente, a los 47 minutos, una guapeada de Rodrigo Mora, ingresado por Juan Manuel Iturbe, lo dejó mano a mano con Cambiasso, el pase rasante al medio del área grande dejó al buen golero visitante en el camino y el “Chino” definió, una vez más, con el arco libre.

En líneas generales fue un buen partido del equipo de Ramón Díaz, aunque con las mismas falencias en los metros finales que se observaron durante todo el campeonato. El hecho de haber jugado casi todo el encuentro con un hombre de más no fue ventaja, a tal punto que prácticamente no se notó en el trámite del partido.

Barovero demostró una vez más que es arquero de equipo grande, en la única jugada que la visita lo exigió, respondió con sobriedad y desvió el tiro al corner. La defensa tuvo una buena actuación, al principio con algunas imprecisiones, pero estuvo sólida de arriba e impasable en el mano a mano. Mercado bien en la marca y las proyecciones, pero falto de precisión en el pase final; Maidana volvió con algunas dudas, pero con el correr de los minutos fue ganando confianza y terminó redondeando un buen partido; Balanta sigue confirmando todo lo que insinuó, solidez por arriba, duro en el mano a mano y con visión para salir jugando y tocar con un compañero; y Vangioni volvió a ser el de los primeros partidos, pasando al ataque y generando peligro por el sector izquierdo.

Entre los volantes sorprendió la posición de Cirigliano, más tirado sobre la derecha, a pesar de ello, tuvo un buen partido, junto con Ledesma, distribuyeron bien la pelota y la movieron de un lado a otro buscando el pase seguro y al compañero, además, el “Lobo” le sumó recuperación y buena colocación para redondear otra excelente tarea. Por la izquierda, Ariel Rojas fue el de rendimiento más bajo en el once inicial y terminó saliendo en el descanso.

Los hombres de ataque cumplieron. Lanzini intentó ser manija y una vez más llegó al gol, le falta animarse a tomar la pelota y encarar hacia adelante y no tocar tanto para atrás cuando recibe en mitad de cancha. Iturbe estuvo imparable otra vez, fue el mejor de los hombres de ataque, con su velocidad y gambeta complicó siempre, pero le sigue faltando mejorar en la decisión final; y Rogelio Funes Mori tuvo una buena actuación, asistiendo con los ojo bien abiertos en el primer gol y jugando más abierto, una posición que al parecer le resulta más cómoda que como nueve de área.

Con la victoria, el equipo del “Pelado” redujo a tres puntos la diferencia con el puntero, Newell’s, y sigue en el tercer puesto, detrás del equipo Rosarino y de Lanús. Pasó una de las siete finales que quedan hasta el final del campeonato y de las cuales dijimos que debía ganar todas si quería seguir peleando. Viendo al equipo de Martino, a veces parece difícil que vaya a dejar puntos en el camino, pero en el fútbol todo puede pasar, y si sigue adelante en la copa, crecen las chances de que el desgaste obligue a una rotación o a dejar un poco de lado el certamen local. Diferente es la situación respecto de Lanús, ya que todavía queda un mano a mano con el equipo del sur en la fecha 18.

La próxima semana hay que visitar a Unión en Santa Fé, con la dificultad de que nuevamente el riojano no podrá repetir el once inicial, ya que Ledesma, pieza clave en el medio, llegó a la quinta amarilla y deberá descansar un partido. Probablemente, si se recupera de su dolencia, vuelva Leonardo Ponzio a ser de la partida, también puede volver Sanchez y poner a Cirigliano de cinco, pero eso lo definirá el técnico de acuerdo al trabajo de la semana.

A pesar de sus limitaciones, el “Millonario” sigue en la pelea, más cerca que la fecha pasada y respirándole en la nuca a los punteros, una carga muy pesada para los de arriba.

Formaciones

River Plate: Barovero (7); Mercado (6), Maidana (6), Balanta (7), Vangioni (6); Cirigliano (6,5), Ledesma (7,5), Rojas (4); Lanzini (6,5); Iturbe (7,5), Funes Mori (6).

Ingresaron: 0’ST Luna (5) x Rojas; 10’ST Bottinelli (5) x Balanta; 32’ST Mora x Iturbe.

All Boys: Cambiasso (7,5); Grana (4), Ferrari (4), Quiroga (4), Soto (3); Sánchez (5), Stefanatto (3), Sarmiento (4); Montoya Muñoz (4); Borghello (4), Vildozo (4).

Resúmen:

Goles: 4’ST Lanzini (Riv), 47’ST Luna (Riv)
Incidencias: 28’PT expulsado Stefanatto (Alb)
Arbitro: N. Pitana (bien)
Figura: Ledesma (Riv)

domingo, 5 de mayo de 2013

Historia repetida

Torneo Final 2013  - Fecha 12 - 5 de mayo de 2013
Boca Juniors 1 – River Plate 1
Lanzini celebra su gol (foto Olé)
















Se hace muy difícil hablar de fútbol después de lo visto esta tarde en la Bombonera, sobre todo por lo ocurrido durante el segundo tiempo. Un encuentro que, en un hecho evidentemente organizado, por el momento en que se hizo y porque surgió en simultáneo desde de todas las tribunas, tuvo doce minutos de adición, y que estuvo interrumpido en varias ocasiones, por el accionar impune de los inadaptados que copan nuestros estadios y que nos impiden disfrutar de un espectáculo.

En el 2011, el estadio Monumental sufrió una suspensión de dos meses por hechos delictivos en su interior y en las inmediaciones y fue allanado por un chancho inflable. Lo que sucedió en la Boca lo vieron todos, la pirotecnia está PROHIBIDA, sin embargo, durante cinco minutos, tiraron bengalas, tres tiros, petardos y bombas de humo. También Barovero debió sufrir la agresión sistemática de estos violentos que arrojaron bombas cerca de su cuerpo. Así como la sanción aplicada al Vespucio Liberta fue correcta, esperemos que aquí apliquen la misma vara, de lo contrario, la balanza de la justicia perderá su vendaje y será más sospechado aún el fútbol argentino.

Las medidas de seguridad, evidentemente, no se aplicaron correctamente y, por lo tanto, sucedió lo que todos vieron. Ahora pregunto, ¿sufrirá la clausura de su estadio?, ¿deberá jugar a puertas cerradas como le sucedió a Vélez?, ¿someterán a sus hinchas a hacer un canje para evitar a los violentos? Está claro que todas estas medidas no solucionan nada, porque ellos siguen entrando igual a los estadios y somos nosotros, los perejiles, los que hacemos todo lo que hay que hacer para estar dentro de la ley y, por supuesto, somos nosotros los observados (cuando digo nosotros, me refiero a los hinchas comunes, de cualquier club, que queremos ir a la cancha con nuestras familias o amigos), los cacheados, los que tenemos que poner el dedito en el detector dactilar o los que deberemos suscribirnos a “AFA PLUS” para poder ir a la cancha. 

Recuerdo cuando en la década del noventa, con mi carnet (que no era magnético, ni tenía foto digital, ni se pagaba por internet), entraba a la cancha y no existían los problemas que existen hoy. Como si la evolución nos hubiera hecho retroceder, algo difícil de comprender, por supuesto, siempre hablando del hincha común, porque ellos, los violentos, entran siempre.

Futbolísticamente hablando, no hay mucho para destacar. Solo el primer tiempo, que fue donde se jugó e intentó llevar peligro a las áreas, porque en el complemento, entre las interrupciones y las imprecisiones, se vio menos fútbol que en un “te canasta”.

El partido no podía empezar mejor, el gol de Lanzini, el más rápido en la historia del superclásico, tras un excelente centro de Carlos Sánchez, presagiaba una buena tarde para el visitante. Pero lamentablemente no pudo aprovechar el envión anímico y futbolístico y con el correr de los minutos se fue diluyendo, hasta que en el segundo tiempo casi no pateó al arco.

Es muy difícil hablar de rendimientos en un partido que no tuvo continuidad, sobre todo porque lo que queda es la imagen del segundo tiempo, dos equipos sin ideas, uno que demuestra porque está casi último y otro que sigue evidenciando sus problemas para crear juego y generar peligro para cerrar los partidos desde el resultado.

De los once iniciales, los mejores fueron Barovero, tapando una pelota espectacular en el primer palo que pudo ser la derrota cuando se jugaban los diez minutos adicionales; Eder Balanta, que bancó la parada contra un duro Silva y le ganó casi todas las que disputó con él; Cristian Ledesma, que peleó todas la pelotas, ganó y cortó casi siempre en el medio y distribuyó con criterio; y Juan Manuel Iturbe, que fue el más peligroso de River, con su velocidad y ganas de encarar, le sigue faltando levantar la cabeza y mejorar en la decisión final. El principal fundamento para decir que fue el mejor, es que, tras su salida a los once minutos, el “Millonario” no atacó más.

El resto del equipo tuvo altibajos, pero lo más flojo sigue siendo Rogelio Funes Mori. Hoy estuvo prácticamente ausente, y no se entiende la insistencia por mantenerlo en la cancha, siempre mal ubicado, tuvo dos centros atrás de Iturbe en los cuales no apareció donde debe estar el goleador, después chocó mucho y generó poco, muy pobre lo suyo.

 Los demás jugadores no desentonaron de lo que fue la mediocridad general del encuentro. En defensa, Mercado peleó y habló más de lo que jugó; González Pires estuvo prolijo, aunque cometió algunas infracciones infantiles cerca del área; y Vangioni estuvo muy bajo en su rendimiento, más preocupado por no desprotegerse atrás que por pasar al ataque, no gravitó. En el medio, Carlos Sánchez, que puso un excelente centro para el gol y tuvo la oportunidad de marcar el segundo, pero su definición se fue apenas desviada, fue de mayor a menor, terminó peleando mucho y con torpezas que pudieron llevarlo a la expulsión; Ponzio se notó que aún no está al cien por cien de su lesión, muy impreciso, corrió mucho, pero siempre para recuperar pelotas que el mismo perdía; y en ataque, Lanzini convirtió el gol, comenzó bien, pidió la pelota e intentó hacerse eje del equipo, pero fue entrando en el desconcierto general y terminó sin gravitar en los minutos finales.

Lamentablemente, el “Millo” dejó pasar una nueva oportunidad de oro para ganarle a Boca y de cortar la racha de nueve años sin triunfos de visitante allí. Tuvo las más claras en el primer tiempo y pudo convertir más goles, pero, como viene ocurriendo últimamente, no aprovechó las ocasiones y terminó pagando con un empate ante la peor defensa del campeonato y uno de los peores equipos del certamen que llegó al gol en la única clara que tuvo en los 45 minutos de juego iniciales.

Es preocupante que River no pueda resolver estos encuentros. La insistencia en mantener en cancha a Funes Mori es inexplicable, hoy estuvo ausente, Iturbe le dio dos pases excelentes al punto del penal y él estaba mal ubicado; en el primero escondiéndose detrás del defensor, en el segundo ni siquiera estaba dentro del área.

Este empate aleja aún más al equipo de Ramón Díaz de la lucha por el campeonato. Ahora queda a cuatro puntos de Lanús, virtual líder hasta que juegue Newell´s, que si gana, dejará al “Millo” a seis puntos de la cima. Aunque el riojano insista en que su equipo está en la pelea, estas actuaciones y la falta de resultados positivos, hacen pensar que no está a la altura de los punteros para llegar al final con chances.

Respecto del técnico, una vez más equivoca el cambio. Volvió a sacar a Iturbe para poner a Mora, cuando el encuentro estaba claro para los desbordes y encares del ex Porto y el oportunismo del uruguayo, que dicho sea de paso, ingresó y no tocó la pelota.

La pregunta que surge es, ¿Cuándo River tendrá una oportunidad tan clara como esta de ganarle a Boca? Un rival que muestra la peor defensa en mucho tiempo, cuando su característica esencial es la defensiva, que está casi último en el campeonato, con un funcionamiento de mediocre para abajo y que tiene muchos jugadores lesionados, a tal punto que terminó jugando con nueve hombres menores de 23 años, sin experiencia en este tipo de partidos y de quienes el “Millonario” debió aprovecharse para echarles todo el peso encima.

Sin dudas que el clima del entorno enrareció el partido y puso nerviosos a los jugadores. Las interrupciones y los ataques con pirotecnia alteraron el orden que el encuentro llevaba y el juez no tuvo la firmeza para decidir la suspensión del mismo ante la posibilidad de alguna agresión más grave.

El colegiado tuvo una buena actuación en el primer tiempo, pero en el complemento entró en el desconcierto, no supo qué hacer ante un clima enrarecido y no expulsó a Sánchez por una agresión a Zárate, ni a Silva y Fernández por doble amonestación, el primero por no dejar jugar rápido al arquero y el segundo por una infracción desde atrás sobre Vangioni.

Las fechas pasan y River sigue dejando puntos en el camino que seguramente lamentará en el tramo final. Faltan siete partidos y cada vez se aleja más el sueño del campeonato. Deberá ganar todo lo que le queda si realmente pretende llegar al final luchando como la historia manda. El fixture no es complicado, quedan muchos equipos que navegan por la mitad de la tabla o pelean en los últimos puestos (Unión, Rafaela, San Martín de San Juan, All Boys, Independiente y Argentinos) y el definitivo partido con Lanús en la jornada 18. Ojalá obtenga todos los puntos para llegar a ese día con la posibilidad de subirse a la cima.

Este superclásico será olvidado rápidamente, y deberá ser tomado como punto de partido para que situaciones como las vividas no vuelvan a ocurrir. El reglamento marca sanciones de suspensión del estadio y hasta quita de puntos para los clubes cuyas hinchadas generan desmanes. Sabido es que este último no se aplica, a River no se lo aplicaron, pero si sería ejemplar que la ley sea igualitaria para todos y la Bombonera sufra los castigos pertinentes.

Formaciones

Boca Juniors: Orion (5); Marín (4), Caruzzo (4), Burdisso (2), Zárate (5); Ledesma (5), Bravo
(4), Erviti (5), Sánchez Miño (6); Acosta (3), Silva (5).

River Plate: Barovero (6); Mercado (4), González Pires (5), Balanta (6), Vangioni (4); Sánchez (4), Ledesma (6), Pozio (4); Lanzini (6); Iturbe (6,5), Funes Mori (2).

Ingresaron: 11’ST Mora (3) x Iturbe; 11’ST Cirigliano (5) x Ponzio; 39’ST Luna x Funes Mori

Resúmen

Goles: 45’’PT Lanzini (Riv); 38’PT Silva (Boc)
Incidencias: 23’ST Ramón Díaz (Riv); 56’ST Burdisso (Boc)
Arbitro: G. Delfino (regular)
Figura: Iturbe (Riv)

viernes, 3 de mayo de 2013

Vuelta N° 9: Campeonato 1952

Un campeón sin brillo
Arriba: Yácono, Spada, Ramos, Carrizo, Ferrari y Soria
Abajo: Vernazza, Gómez, Pradoo, Labruna y Loustau













El último título obtenido en 1947 quedaba lejano. Tras dos subcampeonatos, y un tercer y un cuarto puesto, en 1952 River buscaba volver a coronarse campeón local. Atrás quedaron las épocas esplendorosas de “La Máquina” y su juego vistoso, Alfredo Di Stéfano ya se había marchado a Colombia y en el club aún continuaban, de aquella fabulosa delantera, Ángel Labruna y Félix Loustau. Además, estaba en el plantel Walter Gómez, incorporado en 1950, Amadeo Carrizo en el arco, Norberto Yácono, Santiago Vernazza y Eliseo Prado.

Para el campeonato que comenzó el 6 de abril de 1952, el “Millonario” incorporó a Alberto Gallo, que regresaba al club tras dejarlo ir en 1947, Augusto Fumero y Luis Bravo. De aquel torneo participaron 16 equipos que se enfrentaron todos contra todos en dos rondas de quince partidos.

El comienzo fue con vaivenes. En las primeras seis fechas cosechó siete puntos, fruto de dos victorias, tres empates y una derrota. Recién en las siguiente jornadas pudo hilvanar triunfos consecutivos frente a Rosario Central, Racing y Platense, hasta que cayó derrotado en la Boca.  Para destacar es el hecho de que la victoria contra la “Academia” fue la primera en condición de visitante en su nuevo estadio y, además, le permitió subirse a la cima del campeonato, junto con Huracán, que era el líder en esa primera parte del certamen.

La derrota en el estadio “Xeneize” cortó una racha de dos años de triunfos en condición de visitante contra su clásico rival y además lo relegó de la primera colocación, quedando en manos de Huracán, con 14 puntos, que había empatada con Independiente.

La decimoprimera jornada enfrentaba al “Millonario” con Chacarita, ambos escoltas del “Globo”. El encuentro fue chato, pero River se impuso 2 a 0. Con esta victoria alcanzó los 15 puntos y se sumó nuevamente al primer puesto ya que el puntero había empatado con Banfield en dos tantos.

El 29 de junio se disputó la decimotercera jornada que tenía como atractivo el enfrentamiento entre los dos líderes, River y Huracán, en el Monumental. En un duelo vistoso, y con lucimiento de las delanteras de ambos conjuntos, el “Millonario” se impuso 3 a 2, con goles de Labruna, Vernazza y W. Gómez, quedándose con la cima en exclusividad.

Antes de finalizar la primera rueda, el campeonato estuvo interrumpido por 41 días. Dos fines de semana consecutivos se suspendió a causa del mal tiempo, y por el fallecimiento de Eva Perón, el 26 de julio, se decretó un duelo que estiró el parate unas semanas más. Finalmente, el 17 de agosto se disputó la última jornada de la ronda inicial y el equipo de Minella, tras empatar con Newell´s, se encontraba puntero en soledad con 20 puntos, seguido por Huracán con 19.

El comienzo de la ronda de los desquites mostró la mejor cara del conjunto de la banda roja. Con cuatro victorias consecutivas, logró alejarse de sus perseguidores, obteniendo cinco puntos de ventaja, con la particularidad de que la mayoría de sus triunfos eran por la mínima diferencia, y muchos con tantos logrados sobre la hora.

Tras esa mini racha de victorias, cayó en un pozo donde consiguió una victoria, un empate y tres derrotas, entre ellas, una dolorosa goleada de Platense, en la cual fue expulsado Carrizo en la previa al superclásico. Esto hizo más atractivo al campeonato y le dio esperanzas a Racing que, con su triunfo sobre Estudiantes, se colocaba a un punto del líder.

La 25ª jornada, disputada el 8 de noviembre, enfrentaba una vez más a los clásicos rivales en el Monumental. En esta ocasión, los equipos formaron con:

River Plate: Fumero; A. Pérez, Soria; Tesouro, Venini, Ferrari; Vernazza, Evaristo, Gómez, Labruna, Loustau.

Boca Juniors: Ormeño; Otero, Edwards; Lombardo, Pescia, Bendazzi; Messone, Ferraro, Borello, Montaño, Busico.

En esta oportunidad, el “Milonario” hizo valer su poder ofensivo y se impuso al conjunto ribereño por 3 a 1, en una ráfaga que duró seis minutos y dejó sin reacción al visitante. Un gol de Loustau a los 38 de la primera etapa, y dos de Walter Gómez (42’ y 44’) llevaron tranquilidad al vestuario en el descanso. Durante el complemento, Ormeño le atajó un penal a Vernazza a los 28 y finalmente Borello descontó a los 39 para poner cifras definitivas en el marcador.

En la jornada 27, el conjunto de Núñez fue derrotado por Ferro, que se ubicaba en el fondo de la tabla, y esto permitió que Racing, al empatar en la cancha de San Lorenzo, lo alcanzara en el primer puesto a falta de tres fechas para la finalización del certamen. El campeonato se hacía emocionante, y la irregularidad del “Millonario” en la segunda ronda le ponía suspenso a un campeonato que parecía tener dueño al comenzar los desquites.

En la fecha siguiente, Huracán recibía a River con la posibilidad de alcanzarlo en la tabla de posiciones. El “Globo” se puso en ventaja en la primera etapa, y antes del descanso, el equipo visitante logra empatar. En  el complemento, el conjunto de la banda le dio una lección de efectividad y terminoredondeando un marcador de 7 a 1, con brillantes actuaciones de Vernazza (3) y Walter Gómez (2). El empate de la “Academia” frente a Lanús volvió a dejar al River como puntero en soledad.

El siguiente encuentro, frente a Banfield en el Monumental, cuenta con la particularidad de ser el primer partido televisado en directo y terminó con un empate en uno que dejaba suspenso para la última fecha, donde se definiría el campeón.

River viajó a Rosario para enfrentar a Newell´s, donde logró ponerse en ventaja con gol de Eliseo Prado. Este tanto produjo una serie de incidentes que obligaron a la suspensión del partido a las espera de la decisión del tribunal de penas, que finalmente le otorgaría los dos puntos al “Millonario”, obteniendo así su campeonato número ocho del profesionalismo.

A diferencia de otros campeones, este River era menos vistoso, pero quizás más efectivo, logrando muchas victorias cerca del final y por la mínima diferencia. Una prueba del bajo nivel del certamen es que, en la segunda parte, solo ganó nueve de quince encuentros y fue derrotado en cuatro, así y todo, ningún equipo pudo arrebatarle la corona. A pesar de la irregularidad, estos nombres sentarías las bases del equipo que dominaría gran parte de la década del 50.

La formación base de 1952 estaba compuesta por: Carrizo; Soria, Perez; Ferrari, Yácono, Venini; Vernazza, Gómez, Prado, Labruna y Losutau.

Los números del campeón fueron

PJ
PG
PE
PP
GF
GF
PTS
30
17
6
7
65
48
40

Los goleadores fueron Santiago Vernazza con 17 tantos, seguido por Eliseo Prado con 13, Walter Gómez con 12 y Angel Labruna con 11.