domingo, 23 de junio de 2013

Invictos en casa

Torneo Final 2013 – Fecha 19 – 23 de junio de 2013
River Plate 3 – San Martín (San Juan) 1
el grito de Vangioni (foto Olé)















La última jornada del Torneo Final 2013 no se vivía con muchas expectativas porque el campeonato ya estaba definido. La visita del conjunto sanjuanino al Monumental solo generaba la incertidumbre por saber si sería el tercer equipo que militaría en el Nacional B la próxima temporada, y el triunfo de River terminó por condenarlo, convirtiéndose así en verdugo una vez más.

Antes de llegar a la media hora de partido, el “Millonario” ya estaba con dos goles de ventaja. Un remate cruzado de Vangioni y una definición de Sánchez dentro del área chica habían puesto arriba en el marcador al equipo local, que al encontrarse tan rápido 2 a 0, comenzó a jugar con cierta displicencia y retroceder en el campo de juego, regalando el dominio del balón y buscando preocupar de contra golpe.

Así, el equipo sanjuanino comenzó a desbordar con sus laterales, principalmente Más, y generar cierto peligro sobre el arco de Barovero. Algunas infracciones en el borde del área, mal ejecutadas, y varios centros que no encontraron una cabeza verdinegra, fueron las jugadas más peligrosas, hasta que cerca del final Caprari definió solo debajo del arco, tras un centro atrás de cabeza de Ledesma, poniendo el marcador 2 a 1 antes del descanso.

En el complemento, el equipo del riojano retrocedió mucho buscando la salida rápida y dejó mucho espacio para que los de Forestello manejaran el partido, convirtiendo a Barovero en figura con un par de buenas tapadas que impidieron el empate de la visita. El ingreso de Iturbe fue una decisión acertada para aprovechar su velocidad en los espacios que dejaba la defensa sanjuanina. A través del ex Cerro Porteño llegó el tercer tanto cerca del final del encuentro que definió el partido y condenó a San Martín a jugar en la B Nacional.

De esta manera se fue la última actuación de River en la temporada, que termina con 64 puntos en la tabla general, ocupando el tercer puesto, y con el pasaje asegurado para jugar la Copa Sudamericana, donde enfrentará a Racing Club definiendo la serie en el Monumental. También tiene posibilidades de clasificar a la Libertadores 2014, pero es un poco más complejo de lograr.

El balance es positivo, teniendo en cuenta que hoy se cumple un año del regreso del “Millo” a primera división, se logró un buen colchón de puntos, se peleó el campeonato contra el mejor equipo argentino de la temporada y se consiguió la clasificación para disputar nuevamente una copa internacional.

De todos modos, queda la sensación de que el campeonato era ganable, que de haber obtenido los tres puntos en alguno de los partidos que se perdieron o empataron sobre la hora (caso Quilmes por citar un ejemplo) otro hubiera sido el desenlace, ya que el equipo rosarino salió campeón con cinco derrotas, caso inédito desde la implementación de los torneos cortos. Además, se empató el superclásico más ganable de los últimos tiempos y se perdieron puntos contra los últimos equipos de la tabla (Argentinos, Boca, Velez y Unión).

Sin dudas queda un sin sabor, porque podríamos estar festejando en este momento, pero es el deseo de todo hincha millonario que este sea el punta pie para volver a recuperar el River que la historia demanda. Para ello es importante haber terminado invictos en condición de local, uno de los pasos de la recuperación es hacernos invencibles en nuestro estadio y eso se está recuperando. De a poco se van viendo buenas señales de cara al futuro.

Ahora es potestad de Ramón Díaz armar un plantel competitivo, que le permita pelear en ambos frentes, y hacer una depuración del plantel, de modo de dejar de lado aquellos jugadores que no están a la altura de la camiseta de la banda roja. También deberá realizar incorporaciones de jerarquía, como en el caso de Vangioni, y para eso será fundamental que los dirigentes escuchen al “Pelado”.

Formaciones

River Plate: Barovero (7); González Pirez (5), Maidana (5), Balanta (5), Vangioni (7); Sánchez (5), Kraneviter (6), Rojas (5); Lanzini (6), Martínez (6); Luna (5)

Ingresaron: 6’ST Iturbe (6) x Martínez; 14’ST Abecasis (5) x Sánchez; 29’ST Ponzio (5) x Vangioni.

San Martín (San Juan): Ardente; Alvarez, Ledesma, Landa, Más; Bolaños Leon, Alderete, Affranchino; Luna; Caprario, Riaño.

Resumen

Goles: 12’PT Vangioni (Riv); 23’PT Sánchez (Riv); 42’PT Caprari (SMSJ); 42’ST Iturbe (Riv)
Incidencias: 23’ST expulsado Ledesma (SMSJ)
Arbitro: G. Delfino (aceptable)
Figura: Barovero (Riv)

lunes, 17 de junio de 2013

Mazazo a la ilusión

Torneo Final 2013 – Fecha 18 – 16 de Junio de 2013
Lanús 5 – River Plate 1
River sin reacción (foto Olé)















La visita al sur del Gran Buenos Aires no deja muchas aristas para analizar. La derrota fue sin atenuantes, encontrarnos con tres goles en contra en quince minutos no deja mucho margen para hacer una crítica diferente a la que se viene haciendo ante cada compromiso decisivo que debía afrontar el equipo en este torneo.

Una vez más, un encuentro en el que River muestra que llegó a estas instancias por obra y gracia de su técnico, que produjo un cambio de mentalidad en los jugadores, que les metió en la cabeza que debían pelear el campeonato y llegó a la ante última fecha con posibilidades matemáticas de lograrlo, pero sin chances futbolísticas. El “Pelado” casi produce un milagro, pero está claro que los que salen a la cancha son los jugadores, y por más mística que tenga el riojano, si los intérpretes fallan o no muestran que están a la altura, el resultado estará más cerca de lo que vimos en la “Fortaleza” y más lejos de nuestra rica historia.

La crítica se hace repetitiva, cuando enfrente hay un equipo que sabe a qué juega, que tiene una identidad o que tiene un libreto aprendido, el “Millonario” queda a merced de lo que el rival proponga. Rafaela no propuso nada y el “Millo” ganó y nos hizo creer que volvían las “tres G”; Lanús propuso movilidad, toque, vértigo y pasó por arriba al equipo de Ramón, que tuvo su peor actuación del campeonato.

Llamativo fue el rendimiento que se vio en el terreno de juego, a tal punto que no les pondría puntaje, pero lo haré para respetar la idea de esta crónica. Los horrores defensivos, típicos de un equipo amateur, hicieron que el encuentro durara solo 27 minutos. El medio campo estuvo ausente y la delantera sufrió la misma malaria que en las 17 fechas anteriores. Lo demás fue esperar a ver cuántos goles podía hacer Lanús, que se apiadó y sacó el pie del acelerador. Me resulta curioso, y hasta doloroso, hacer este comentario que en otros tiempos solía ser a favor. Hoy estamos para esto, para molestar arriba y de a poco ir recuperando la memoria para volver a ser aquel River que goleaba a sus rivales y les gritaba “ole”.

Independientemente del desarrollo del encuentro, tal vez haya sido determinante la jugada del primer gol de Lanús, donde se ve claramente que Chávez está en posición adelantada y el juez asistente, en la misma línea y sin obstáculos para observarlo, no sancionó el fuera de juego tras el rebote en Barovero. Luego vendría el empate rápido de Vangioni, otro golazo, e inmediatamente el segundo gol granate que comenzaría el derrumbe de un equipo que peleó hasta donde sus limitaciones se lo permitieron. El tercer gol, a los trece minutos, fue un mazazo del que no se pudo recuperar más.

El resto del partido no merece ningún tipo de análisis. River no pudo reaccionar y Lanús aprovechó las ofertas de temporada que el equipo de la banda le brindó, secundado por una notable efectividad que no se había visto hasta ahora en el campeonato, ya que no tuvo muchas más llegadas que esos cuatro goles en media hora.

Está claro que más allá de lo numérico, River no pierde el campeonato con Lanús, sino que lo deja pasar al empatar y perder con los últimos tres equipos de la tabla (Boca, Unión y Argentinos), más el empate de local sobre la hora de Quilmes.

Por otra partes, varios jugadores mostraron ayer, y a lo largo del certamen, que no están para vestir la camiseta más grande de la Argentina, por lo que seguramente habrá una depuración del plantel y se deberá buscar refuerzos de jerarquía para potenciar lo bueno que se vio en este Torneo Final, donde Leonel Vangioni mostró que puede vestir estos colores y fue, sin dudas, la incorporación más efectiva del mercado de pases veraniego. Su llegada es otro acierto de Ramón Díaz, que insistió por su arribo. Ya logró cambiar la mentalidad, ahora deberá trabajar para recuperar el juego vistoso al que nos acostumbramos durante los primeros 105 años de nuestra historia.

Con el receso invernal, será potestad de Ramón hacer que los dirigentes respondan a sus pedidos y le traigan los refuerzos que va a necesitar para afrontar la doble competencia del próximo semestre, ya que con los puntos obtenidos, el “Millonario” volverá a disputar un torneo internacional, la Copa Sudamericana, luego de varios años de estar ausente en ese ámbito, y serán necesarios refuerzos de jerarquía, que sepan lo que significa vestir estos colores para volver a poner el nombre de River en lo más alto del fútbol latinoamericano.

El próximo rival es el equipo Sanjuanino, que se juega a todo o nada su permanencia en primera división. River deberá salir a respetar su historia y ganar el partido para sumar tres porotos más y seguir aumentando su cuenta de puntos de cara al futuro.

Formaciones

Lanús: Marchesín; Araujo, Goltz, Vizcarrondo, Velázquez; Pizarro, González, Ayala, Chávez; Romero, Blanco.

River Plate: Barovero (3); Mercado (1), Maidana (2), Balanta (3), Vangioni (4); Ponzio (2), Ledesma (2), Rojas (1); Lanzini (2); Funes Mori (2), Iturbe (3).

Ingresaron: 26’PT Luna (2) x Ledesma; 0’ST Kranevitter (3) x Funes Mori; 0’ST Sánchez (3) x Lanzini

Resúmen

Goles: 4’PT Chavez (Lan); 6’PT Vangioni (Riv); 11’PT Pizarro (Lan); 13’PT Ayala (Lan); 27’Blanco (Lan); 5’ST Blanco (Lan)
Incidencias: no hubo
Arbitro: M. Vigliano (Mal)
Figura: Chávez (Lan)
El mejor de River: vacante

domingo, 9 de junio de 2013

El verdugo

Torneo Final 2013 – Fecha 17 – 9 de junio de 2013
River Plate 2 – Independiente 1
Iturbe lo grita (foto Olé)













Hace aproximadamente dos años, River vivía el peor momento de su rica historia, rodeado de desorden, inoperancia, violencia y morbo, el “Millonario” caía en la B Nacional, y gran parte, por no decir la mayoría, del fútbol argentino, disfrutaba con esa situación, con el sarcasmo de ver a un grande sumergido en la peor crisis de su historia. A pesar de ello, el “Millo” luchó, batalló y sufrió cada partido, pero volvió al lugar al que pertenece, y con el regreso a primera y la vuelta de Ramón Díaz, hoy está nuevamente peleando un campeonato del cual dejó pasar varias oportunidades para cortarse en soledad.

Paradójicamente, como en una de esas ironías del destino, el que hoy está con altas probabilidades de descender a la segunda categoría es Independiente, el rival de esta ante última jornada y que, en aquellos tiempos, mostró una bandera que decía “Los grandes nunca descienden”. Aunque las opiniones son variadas, soy de los que piensan que uno debe festejar los logros propios y no las desgracias ajenas, muchos han festejado con nuestra desgracia, y considero que parte de la grandeza está en no disfrutar los males ajenos ni desearles nuestras mismas miserias.

Lamentablemente, en esta ocasión, ambas sensaciones se mezclaron en un cóctel de sabor agridulce. Por un lado, River necesitaba la victoria para seguir prendido y no dejar escapar al puntero, Newell´s, y por el otro, esa victoria, dependiendo del resultado de Argentinos Juniors mañana, podría decretar el descenso del rojo de Avellaneda. Así, con estos condimentos picantes, salían a jugar uno de los clásicos más importantes del fútbol argentino River e Independiente.

En el local, Ramón Díaz le devolvió la titularidad a Leonardo Ponzio, Jonathan Maidana y Eder Alvarez Balanta, en reemplazo de Carlos Luna, Leandro González Pirez y Johnatan Bottinelli, volviendo al esquema 4-3-1-2; mientras que Miguel Brindisi también plantaba un 4-3-1-2 con Rodolfo Montenegro moviéndose libremente entre el medio campo y el ataque.

El partido fue parejo. En ningún momento el “Millonario” se mostró superior a Independiente y ambos evidenciaron sus falencias. Entre el nerviosismo de los hombres de rojo por lo apremiante de su situación y las irregularidades en el funcionamiento del equipo del riojano, se vio un partido abierto, con llegadas para ambos lados, pero poco vistoso.

La primera jugada de peligro fue para el visitante, un cabezazo de Fredes encontró bien parado a Marcelo Barovero, que volvió a responder con solvencia y seguridad. Unos minutos más tarde, a los 21, una serie de rebotes dejó solo a Juan Manuel Iturbe frente a Rodriguez, el ex Porto definió de punta y abajo, decretando la apertura del marcador.

Solo a través de un error defensivo el local pudo encontrar el gol. La generación de juego era pobre y las jugadas de peligro escasas, sin dudas, muy lejos del legado histórico “Millonario” y convirtiendo en un espejismo lo que se había visto contra Rafaela. Incluso, fue el equipo de Avellaneda el que se hizo dueño del balón e intentó jugarlo con claridad, aprovechando el espacio cedido por los volantes de River que se ubicaban muy cerca de sus defensores, pero a pesar de ello, el “Diablo” también carecía de claridad y peligrosidad.

La defensa ganó en seguridad con Maidana y Balanta como dupla central, y con Leonel Vangioni por el lateral izquierdo, haciendo toda la banda, ganó sorpresa, de hecho, fue el rosarino la figura del partido, con mucho despliegue y entrega, tanto para recuperar la pelota como para mandarse al ataque para abastecer a los hombres de punta.

En el complemento, un pase largo de Kranevitter tomó mal parada a la defensa de Independiente, donde Morel Rodriguez perdió con la velocidad de Iturbe, de muy buen rendimiento. El joven delantero hizo una pausa y lo vio entrando a Manuel Lanzini, que recibió el pase y colocó la pelota en el ángulo izquierdo del portero de avellaneda, estampando el 2 a 0 y llevando más tranquilidad al pueblo “Millonario”, que deliraba en las tribunas y se permitía soñar con la vuelta número 34 a nivel local. El descuento de Montenegro en el minuto 44 trajo un poco de suspenso y nerviosismo, pero lo cierto es que el rojo llegó a los ponchazos y no tuvo ninguna situación clara para logar el empate.

Por lo visto en el terreno de juego, era muy difícil identificar qué equipo estaba jugando por el campeonato y cual no, y eso habla a las  claras de lo que fue el encuentro y del nivel de la competencia. Que este River irregular llegue a esta instancia del Troneo Final con posibilidades de campeonar, habla de lo pobre del nivel del fútbol argentino, donde pareciera que ninguno quiere salir campeón, desperdiciando oportunidades de acercarse a la punta o de tomar más ventaja con los perseguidores. También, es un claro ejemplo de lo que puede hacer un técnico identificado con el club, que ha ganado todo y que sabe y siente lo que es vestir estos colores, transmite esa experiencia y los jugadores parecen captarlo a la perfección.

Tras este resultado, el “Millonario” se convirtió en verdugo del rojo, que está un escalón más cerca de transitar la B Nacional, y se sube a la cima del certamen, aunque tiene que esperar al resultado del equipo rosarino y de Lanús, el rival de la fecha 18, que juegan mañana. El próximo domingo será una prueba de fuego, visitar al equipo granate, en la previa, parece una parada brava y, seguramente, definitiva.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mercado (4), Maidana (6), Balanta (6), Vangioni (7); Ponzio (4), Ledesma (5), Rojas (4); Lanzini (6); Funes Mori (6), Iturbe (7).

Ingresaron: 16’ST Kranevitter (6)  x Ponzio; 22’ST Mora (5) x Iturbe; 29’ST Bottinelli x Vangioni.

Independiente: Rodriguez (5); Velázquez (5), Tula (5), More Rodriguez (4), Villalba (4); Fredes (5), Vargas (6), Trejo (5); Montenegro (6); Miranda (4), Fernandez (4).

Resúmen

Goles: 21’PT Iturbe (Riv); 17’ST Lanzini (Riv); 44’ST Montenegro (Ind)
Incidencias: no hubo
Arbitro: S. Laverni (aceptable)
Figura: Vangioni (Riv)

lunes, 3 de junio de 2013

PaterMal

Torneo Final 2013 – Fecha 16 – 02 de julio de 2013
Argentinos Jrs 2 – River Plate 0
Pirez tuvo una mala noche














Por primera vez en mucho tiempo, Ramón Díaz podía repetir el equipo, apoyado en la buena actuación del domingo pasado, retribuía la confianza a los mismos intérpretes. En frente había un equipo de chicos, con un esquema “Bicho”, como el que suele plantear Caruso Lombardi (que a esta altura ya nos tiene de hijo) cada vez que enfrenta a River. Un 4-4-1-1 con mucha presión en la mitad de la cancha y una marca “pegajosa” sobre Cristian Ledesma para no dejarlo manejar el juego.


El partido fue horrible, de esos que al técnico de Argentinos le gusta jugar. Complicando el juego del rival y cerrando bien los espacios es una cancha chica, donde al “Millonario” se le complica horrores obtener los tres puntos. Solo lo logró una vez en siete encuentros (ocho con el del domingo) desde que se reinauguró el Diego Armando Maradona.

Sin mucho para destacar desde lo futbolístico, lo que se vio en los noventa minutos fue todo lo contrario a lo que pudimos apreciar en el primer tiempo contra Rafaela en el Monumental. Un equipo sin sorpresa, inconexo y sin ideas, tirando muchos pelotazos que siempre ganaban los defensores rivales y con Jonathan Bottinelli como principal carta de salida desde el fondo. Astuto Lombardi, dejaba que le pelota le llegara al rubio para complicar aún más a la visita.


Con Cristian Ledesma bien cubierto, el juego se hizo intrascendente, muchos toques laterales y hacia atrás, y pocas ideas para ir en busca del arco de enfrente. Solo algunos arrestos individuales pero casi ningún tiro al arco. Para colmo, Ariel Rojas estaba impreciso, lo que acentuaba aún más la falta de juego del equipo.

Manuel Lanzini retrocedía mucho, incluso hasta cerca de la zona defensiva, entonces perdía sorpresa y, cuando encaraba, siempre tenía dos y hasta tres hombres encima, que por supuesto le robaban la pelota. Y aquí quiero hacer una observación. Es impresionante como los hombres de River pierden fácil la pelota ante la marca de los defensores rivales, y más, cuando éstos van de a dos o de a tres, en cambio, los de la banda, cuando presionan con la misma cantidad de hombres, siempre quedan desairados y son dejados en el camino por los atacantes rivales. Además, no se busca el pase al compañero libre o a favor de la carrera del mismo, siempre el que recibe tiene que volver sobre sus pasos para tomar el balón, lo que le permite al rival acomodarse en el campo. Sumado a eso, la falta de precisión, las pocas ideas y la ausencia de un jugador que ponga un pase entre líneas para dejar mano a mano a los delanteros con el arquero, hicieron de River un equipo sin poder de fuego y muy predecible.

Respecto de los delanteros, muy lento y negado con el balón Carlos Luna; poco de Rogelio Funes Mori, que la más clara que tuvo se la tapó el arquero, y en la siguiente jugada vino el gol del local; y Juan Manuel Iturbe no pudo aprovechar su explosión, seguramente por lo pequeño del terreno y la acumulación de hombres en pocos metros. Esto hace replantear si fue correcto el esquema de tres delanteros en una cancha sin espacios, pero eso sería hablar con el diario del lunes, antes del encuentro, nadie se mostró en contra de mantener el sistema de tres puntas.

A pesar de los déficits, River tuvo la apertura del marcador, un remate cruzado de Leonel Vangioni, de flojo partido, encontró habilitadísimo a Lanzini que definió a un palo, pero el juez lo anuló por fuera de juego. Un error determinante, ya que si el “Millonario” abría el marcador en esa jugada, el encuentro cambiaba radicalmente. Después, ya en el segundo tiempo, se produjo el ingreso de Leandro González Pirez (decisivo en el resultado final) por Jonathan Maidana y minutos más tarde llegó la apertura del marcador. Tras un corner, Julio Barraza (que debió ser expulsado cuatro minutos antes por una entrada digna de "Titanes en el Ring" a Rojas) ingresó solo por el segundo palo, le cometió infracción al joven defensor, que por supuesto perdió la marca, y puso el partido 1 a 0. Ni Néstor Pitana, ni su juez asistente, observaron la infracción, aunque estaban bien ubicados, sumando un error más a un arbitraje que influyó en el resultado final.

La apertura del marcador acentuó los problemas de River, que a la falta de ideas le sumó la impaciencia y el apuro, aumentando el déficit defensivo, ya que se adelantaba en busca del empate, y dejaba espacios para los rápidos ofensivos locales.

El ingreso de Leonardo Ponzio por Iturbe sumó imprecisión en el medio, el rosarino erró todo lo que tiró, y le quitó desborde en ataque, obligando al “Chino” a salir a los costados y así perder poder ofensivo. En una de esas malas entregas de Leo llegó el segundo gol, donde Hernández le ganó a Pirez, que quiso poner el cuerpo dentro del área en vez de revolear el balón, y con un pase dejó solo a Gómez con el arco a su merced, gol y fin de la historia.

El partido se fue sin que el “Millo” pateara al arco, consumando una derrota y un rendimiento que está más cerca de lo que es River en los últimos tiempos. La semana pasada hablé de un equipo ciclotímico, después de lo visto en el Maradona, se confirma la patología y reafirma que lo que puede hacer el equipo de Ramón, depende en gran parte de lo que proponga el rival. Indudablemente, llegó hasta donde llegó por eso que tiene el riojano con River y que no tiene nada que ver con lo futbolístico, que aún tenga chances de llegar a la cima, es solo por obra y gracia del “Pelado”, pero ya no depende de él, ni de River. 

Formaciones 

Argentinos Jrs: Fernández (6); Barraza (7), Flores (6), Freire (6), Barzola (6); Gómez (7), Iñiguez (6), Capurro (7), Rodríguez (6); Hernández (7,5); Anangonó (5) 

River Plate: Barovero (5); Mercado (4), Maidana (5), Bottinelli (4), Vangioni (4); Ledesma (5), Rojas (3,5); Lanzini (5); Funes Mori (4), Luna (4), Iturbe (4) 

Ingresaron: 9’ST Ponzio (3) x Iturbe; 10’ST Pirez (2) x Maidana; 38’ST Andrada x Rojas 

Resúmen

Goles: 34’ST Barraza (Arg), 41’ST Gómez (Arg)
Arbitro: N. Pitana (mal)
Figura: P. Hernández (Arg)
El mejor de River: J. Maidana