jueves, 28 de agosto de 2014

El famoso River Plate

Campeonato de Primera División 2014 – Fecha 4 – 27 de agosto de 2014
River Plate 3 – Defensa y Justicia 0
Sánchez, otra vez figura (foto River Plate)













Tras la contundente victoria frente a Godoy Cruz, se instaló el histórico ganar, gustar y golear, tan característico y representativo de la historia Millonaria. Pero a pesar de ello, parecía apresurado subirse a ese tren.  Los pocos partidos disputados, y la falta de rotación, obligaban a ser cautelosos. De todos modos, está claro que la idea de Marcelo Gallardo es esa, la de la triple G, y no está mal hablar de ello y hacerse eco. Sobre todo si los partidos se suceden y los rendimientos siguen en este nivel.

River mostró nuevamente una actuación superlativa. Lleva disputadas cuatro jornadas, y en tres de ellas se llevó puesto a su rival. Los números son contundentes: tres victorias, un empate, diez goles a favor y uno en contra. En esta ocasión le tocó a Defensa y Justicia, un equipo que hace sus primeras armas en la máxima categoría y que tiene una propuesta interesante por parte de su técnico.

El comienzo del partido fue complicado. El Millonario no encontraba el camino, la presión no era efectiva y erraba pases fáciles. Los defensores del Halcón anticipaban siempre a los delanteros, que no exhibían la movilidad de otras jornadas, y en alguna contra pudo complicar más de la cuenta.

Pero todo cambió a los 33 minutos de la primera etapa. Carlos Sánchez, otra vez figura, robó la pelota en mitad de cancha y abrió para Leonardo Pisculichi. El uruguayo fue a buscar el centro, que el ex Argentinos puso en su cabeza, e impactó el balón de pique al piso para vencer a Fernando Pellegrino.

A partir de allí, el equipo del Muñeco fue una tromba. Exigió al uno y a la defensa visitante en varias ocasiones, hasta que cayó el segundo gol, nuevamente a través del oriental, nueve minutos después de la apertura del marcador.

Luego, el encuentro se supedito a ver cuántos goles podía hacer River. El complemento solo sirvió para afianzar la superioridad y seguir incrementando la relación amorosa entre la hinchada Millonaria y Teófilo Gutiérrez, que consiguió la tercera conquista, su quinta en el campeonato. Así terminó el partido, con un contundente tres a cero.

Esta actuación permitió que durante todo el segundo tiempo se viviera en el Monumental la tranquilidad que hace tiempo no se vivía. La gente estaba contenta, disfrutaba de lo que su equipo hacía en el terreno de juego. El comentario generalizado era lo extraña que era esa sensación y lo lindo que era volver a vivirla.

En los últimos tiempos, el fanático riverplatense se había acostumbrado a sufrir. A mirar el reloj para ver cuánto faltaba para la finalización del encuentro, esperando que no pasara lo que solía pasar: el gol sobre la hora.

Parecía que los males habían quedado atrás, y que este River, era aquel famoso River que, en su casa, le hacía de a tres a todos los equipos que se animaban a visitarlo. Los recuerdos de las épocas doradas brotaban del césped del Monumental.  Incluso los cánticos de las tribunas rememoraban a aquellos de las décadas triunfales.

La gente disfrutaba y, en vez de maldecir por los goles errados, sonreía, se miraba incrédula y cantaba. Vivía el partido olvidándose del sufrimiento, sabiendo que en cualquier momento podía llegar un gol más.

Marcelo Gallardo logró contagiar a los jugadores con su idea, con su paladar futbolístico, bien propio de la cantera Millonaria, y ellos le responden adentro del terreno de juego. Esta identificación se traslada a las gradas, donde los hinchas se sienten representados con lo que ven y afirman que se recuperó la identidad. Que este River es el reflejo de lo que quieren.

También es importante destacar que el campeonato obtenido el semestre pasado les sacó  un peso de encima. Ese logro sirvió para hacer un borrón y cuenta nueva, y ha generado una confianza y una tranquilidad para trabajar que no se tenía desde el último campeonato logrado en 2008.

Así, con esas sensaciones, los más grandes se fueron contándole a sus hijos, o a los más chicos, que así jugaba el River multicampeón, ese que comandaba el Enzo en el terreno de juego, y antes el Beto; los que ya son abuelos, le contaban a sus nietos, acostumbrados al sufrimiento y a ser hinchas de la hinchada, que así forjaban sus hazañas Angelito y Pinino. Y así, todos juntos, se fueron cantando que este es  el famoso River.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mercado (6), Maidana (7), Funes Mori (7,5), Vangioni (7); C. Sánchez (8), Kranevitter (7), Rojas (6,5); Piscullichi (7); Mora (6) y Gutiérrez(7). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 16′ST T. Martínez por Pisculichi; 21′ST Boyé por Mora; 33′ST Simeone por T. Gutiérrez.

Defensa y Justicia: Pellegrino; Vella, Casteglione, De Miranda; D. Martínez, Leyes, M. Benítez; Tellechea; Rius, Camacho y L. González. Director Técnico: Darío Franco.

Resumen

Goles: 33’PT C. Sánchez (Riv); 42’PT C. Sánchez (Riv); 31’ST T. Gutiérrez (Riv)
Incidencias: 45’ST se retiró Barbieri (DyJ) por lesión
Arbitro: S. Laverni (regular)
Figura: C. Sánchez (Riv)

lunes, 25 de agosto de 2014

Identidad definida

Campeonato de Primera División 2014 – Fecha 3 – 24 de agosto de 2014
Godoy Cruz (Mza) 0 – River Plate 4
Sánchez abrió el partido (Foto DyN)















Es difícil hacer un análisis de un partido que en quince minutos ya estaba definido. Eso fue lo que duró el encuentro, por virtudes de River y por carencias de Godoy Cruz. El gol de Carlos Sánchez al minuto es el fiel reflejo de lo que pretende Marcelo Gallardo y del clásico paladar riverplatense.

Presión, recuperación, salida limpia, pases precisos, velocidad y definición de primera. Una combinación a la que nos habíamos desacostumbrado en los últimos años y que de a poco va volviendo a verse por Núñez y por cuanto terreno de juego pise la camiseta franjeada. 

El conjunto mendocino no fue rival. A los cuatro minutos ya se encontraba dos goles abajo, con error de su arquero incluido, y no pudo levantarse del golpe. Para colmo, el Millo no dejó de presionar y generar peligro, por lo que el local nunca se sintió cómodo para intentar una remontada. 

Es clara la idea del Muñeco, como así también sus intenciones. Encontró el equipo y sus intérpretes, que entienden a la perfección cual debe ser el funcionamiento. Se observó en el Monumental cuando derrotó a Rosario Central y lo rubricó en la provincia cuyana, sumándole la contundencia que no había tenido siete días atrás. 

La imagen de lo que quiere el técnico son el primer gol y el cuarto. Precisión y velocidad en uno; toques cortos en espacios reducidos en el otro; un cóctel al mejor estilo River Plate. El Muñeco conoce el paladar, la institución y plantea los partidos de acuerdo a su identidad futbolística. 

Son claves los mediocampistas laterales para el funcionamiento del esquema. La sociedad que forman Ariel Rojas y Lionel Vangioni por el lateral izquierdo le brinda salida y desequilibrio. Los dos ex Tombinos son los encargados de cubrir los espacios que dejan los defensores laterales cuando pasan al ataque, sobre todo cuando lo hacen simultáneamente. 

Carlos Sánchez fue aquel que llegó al Millonario en 2011 y que la rompió en el Tomba la temporada anterior. Mucho despliegue, velocidad, solidaridad en el medio y una definición exquisita, de bolea, para abrir el marcador. 

La sensación es que el Muñeco logró fidelizar a los jugadores con su idea, y es imposible no ilusionarse después de haber visto las últimas dos producciones por el torneo local. También es cierto que este ciclo recién comienza, que hay que intentar mantener este rendimiento a lo largo del semestre y que el desgaste puede generar mermas en el rendimiento. 

Lejos de querer cansar con el concepto, el recambio será el principal déficit que muestre este plantel. Los que salieron al terreno de juego en la provincia del sol y el vino son los once que mejor están para llevar a cabo la idea, pero no hay mucho más que eso. 

Hay que esperar al 31 de agosto, cuando cierre del libro de pases europeo, y rezar para que ningún equipo pose sus ojos sobre estos nombres, en especial el de Teo. El colombiano, ante la ausencia de Fernando Cavenaghi, se ha convertido en el líder futbolístico de este plantel, y su partida sería un cimbronazo difícil de superar, ya que no hay otro jugador con su experiencia y calidad en el plantel. 

Tampoco hay muchas variantes para los puestos del medio campo. Quedó demostrado en la Copa Argentina que los posibles reemplazantes no tienen el mismo nivel que los titulares, y lo mismo ocurre con los cuatro defensores.

De todos modos, por ahora es mejor disfrutar de este presente y confiar en Gallardo, que en poco tiempo demostró ser trabajador y tener la inteligencia para cambiar a tiempo cuando las cosas no salen. Este es el camino. Así, este River, va formando su identidad y se va pareciendo al del histórico paladar.

Formaciones

River Plate: Barovero (7); Mercado (6), Maidana (7), Funes Mori (6), Vangioni (7); C. Sánchez (8), Kranevitter (6,5), Rojas (6,5); Piscullichi (6); Mora (7,5) y Gutiérrez(8). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 16′ST T. Martínez por Pisculichi; 16′ST Boyé por Mora; 26′ST Simeone por T. Gutiérrez.

Godoy Cruz (Mza): Moyano; Silva, Aguilera, Cosaro; Ceballos, D. Rodríguez, Zuqui, J. L. Fernández; C. Aquino; Garro y R. Ramírez. Director Técnico: Carlos Mayor.

Resumen

Goles: 1’PT C. Sánchez (Riv); 3’PT T. Gutiérrez (Riv); 15’PT R. Mora (Riv); 18’ST T. Gutiérrez (Riv)
Incidencias: 34’ST expulsado Cosaro (GC)
Arbitro: J. Baliño (Bien)
Figura: C. Sánchez (Riv)

jueves, 21 de agosto de 2014

A cuartos en primera

Copa Argentina 2014 - octavos de final – San Luis - 20 de agosto de 2014
Colón (Sta. Fé ) 0 (2) - River Plate 0 (4)
Todos buscan a Chiarini













En conferencia de prensa, Marcelo Gallardo manifestó que no le gusta ganar por penales. Fiel a la filosofía riverplatense, el entrenador prefiere ganar en los noventa minutos y si es jugando bien, mejor.

Para ello, apela a un sistema con mucha presión, mucha velocidad, muchos pases cortos y, por ende, mucha precisión. Se vio el último domingo contra Rosario Central y, con otros intérpretes, intentó hacer lo mismo en San Luis.

La principal diferencia se observa en el medio. Leonardo Ponzio y Osmar Ferreyra están muy lejos de cumplir el rol de Matías Kranvitter y Ariel Rojas respectivamente. A ambos les cuesta mucho adueñarse del medio campo y, por lo tanto, el equipo tiene otro funcionamieinto.

En esta ocasión, aunque no fue un mal partido del ex Newell’s, no gravitó, ni tuvo la presión y dinámica que el Colo impone en el medio; y el Malevo nada en la intrascendencia, no aporta en ataque y le cuesta horrores retroceder para dar una mano en defensa (creo que en la crítica de su último partido se hizo la misma observación).

Evidentemente, no tiene recambio en esos puestos, lo que puede llegar a ser una preocupación en el futuro. Respecto a este tema, es interesante la idea del Muñeco de rotar poniendo a los juveniles para darles rodaje.

Tomás Martínez es un enganche que ya había mostrado algunas cosas en amistosos de verano, pero no había tenido su debut oficial. En la ciudad de La Punta mostró cosas interesantes, de clásico enganche Millonario. Pedir la pelota, encarar siempre para adelante con regate y velocidad, cabeza levantada y buen pase. Sin dudas un excelente proyecto para vestir la mítica 10 riverplatense.

Lucas Boyé es un gran delantero, tiene una gambeta indescifrable, que en cuanto se tranquilice un poco más, le dará grandes satisfacciones al pueblo riverplatense. Tuvo una oportunidad en la cual decidió bien, pero un leve toque de Braun hizo que le rebotara en el pie y se le fuera larga. Es un delantero potente, gambeteador y de movimientos agiles a pesar de su tamaño.

Uno de los principales problemas contra Colón, fueron las espaldas de los volantes, de cuyo retroceso ya hablamos líneas atrás. La intención de atacar constantemente,  adelantaba mucho al equipo, dejando todo un campo abierto para la contra que los santafesinos no supieron aprovechar.

Algunos errores de Ramiro Funes Mori pudieron complicar el desarrollo del encuentro, pero por suerte no tuvieron mayores consecuencias. La única que terminó con saldo negativo para el Millo por gol de Alario, el juez inventó una infracción sobre el defensor y anuló la conquista.

Pero sin dudas, y donde no hay problemas con el recambio, es en el arco. Julio Chiarini tuvo una actuación destacada. Respondió con solvencia anta cada situación de riesgo y contuvo varios remates a quema ropa que tenían destino de red. Además, atajó dos penales en la definición, lo que le permitió al Millo pasar a cuartos de final.

El ex Instituo había demostrado en el Nacional B que era un gran arquero. Pero todos sabemos que no es lo mismo atajar en River, el arco más grande del mundo, que en cualquier otra institución. Al 33 no le pesó la responsabilidad y fue la figura de la cancha.

River pasó una nueva instancia en la Copa Argentina. Queda en el debe definir el partido en los noventa minutos y lograr convertir en el tiempo reglamentario para no llegar a la definición desde los doce pasos. Ahora deberá esperar al ganador del partido entre Rosario Central y Tigre, para conocer a su rival de cuartos de final y esperar fecha y lugar para el encuentro.

Por lo visto, la Copa Argentina es el último de los objetivos de este cuerpo técnico, aunque a medida que se acerquen a instancias decisivas, más crecerán las ganas de quedarse con el trofeo. Mientras tanto, es un banco de pruebas para aquellos que han perdido terreno en el once titular del torneo local.

Formaciones

Colón (Sta. Fé): Braun; Garnier, Olivera, Landa, Lazzaroni; Villarruel, Ballini, Poblete, Llama; Telechea y Alario. Director Técnico: Diego Osella.

River Plate: Chiarini (8); Mercado (5), Pezzella (6), Funes Mori (5), Urribarri (5); Solari (4), Ponzio (5), Ferreyra (5); T. Martínez (6); Gutiérrez (6) y Boyé (5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 14'ST Pisculichi (6) por Solari; 14'ST Simeone (6) por Boyé; 30'ST Driussi por T. Martínez.

Resumen

Goles: no hubo
Incidencias: no hubo
Definición por penales:
River: Pisculichi (gol), Ferreyra (gol), Funes Mori (gol), T. Gutiérrez (contuvo Braun), Urribarri (gol).
Colón: Alario (gol), Callejo(contuvo Chiarini), Pavón (contuvo Chiarini), Garnier ( gol).
Arbitro: L. Álvarez (regular)
Figura: Chiarini (Riv)

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lunes, 18 de agosto de 2014

Cambios cantados

Campeonato de Primera División 2014 – Fecha 2 – 17 de agosto de 2014
River Plate 2 – Rosario Central 0
Gallardo y Kranevitter (foto Olé)













La semana pasada, contra Gimnasia y Esgrima de La Plata, el rendimiento fue preocupante. No hubo un buen nivel y recién se vio una mejoría en el complemento, cuando ingresaron Teófilo Gutiérrez y Rodrigo Mora.

Evidentemente Marcelo Gallardo tomó cuenta de esta situación y metió mano en el equipo. Al cambio obligado de Julio Chiarini por Marcelo Barovero, se agregaron cinco modificaciones más. A saber: Matías Kranevitter por Leonardo Ponzio, Ariel Rojas por Osmar Ferreyra, Teófilo Gutiérrez por Lucas Boyé y Rodrigo Mora por Sebastián Driussi.

El ingreso del Colo se imponía por sí solo, y lo demostró hasta ser una de las figuras de la cancha. Manejó el medio con precisión y efectividad. Recuperó y entregó siempre al compañero mejor posicionado e hizo que no se extrañara en lo más mínimo a Cristian Ledesma; y Rojas, que con poco fue más que le Malevo, fue la versión del campeón, ese que terminó siendo el ladero ideal para el cinco, un relojito con precisos cambios de frente y eligiendo la mejor jugada.

Además, comienza a verse lo que quiere el Muñeco: tenencia para encontrar los espacios, presión para asfixiar al rival y recuperar rápido el balón, y, lo más difícil, precisión en velocidad, con muchos pases cortos y cambios de frente que, en su mayoría, llegaban a los pies de un compañero.

La idea de sumar mucha gente al ataque se materializaba cuando el ex Godoy Cruz se cerraba dejando todo el lateral para las punzantes proyecciones de Lionel Vangioni; lo mismo ocurrió por derecha, en menor medida, con Carlos Sánchez y Gabriel Mercado. Lo que se deberá mejorar es la terminación de esas jugadas y la definición, ya que en el primer tiempo, el Millo pudo hacer, por lo menos, tres goles.

Queda la duda de si lo bueno hecho por River fue lo que borró a Central de la cancha, o este equipo de Miguel Russo es tan flojo como se mostró en el terreno de juego, a tal punto que ni siquiera tuvo una situación de gol. Un cuadro inexpresivo y sin ideas, que poco pudo hacer ante la asfixiante presión de los medios Millonarios. Cuando Central llegaba al medio campo, siempre había dos o tres jugadores encima para recuperar  rápido la pelota.

De todos modos, debemos ser cautelosos con el análisis. Así como hace siete días se habló de un equipo en preparación, el de hoy es una versión muy mejorada del visto en La Plata, producto de los cambios, que hablan de la virtud del Muñeco de observar lo que está mal y actuar en consecuencia, sin importar los nombres.

Un párrafo aparte merece Teófilo Gutiérrez. Sin dudas es el distinto que tiene este equipo. Cuando se dedica a jugar, es incontenible. El primer tiempo que jugó fue perfecto. Hizo pausas, asistió a sus compañeros, siempre tomó la decisión correcta y lo coronó con una excelente definición para abrir el marcador. Es clave su presencia y fundamental para foguear a los juveniles sin que el peso de la ofensiva recaiga sobre ellos.

También hay que hacer una mención para Leonardo Pisculichi, que revirtió la imagen de la primera fecha y se mostró más participativo y punzante, coronando su actuación con un golazo a la medida del paladar riverplatense.

Por supuesto que este partido alimenta a la ilusión, de igual manera que el partido con el Lobo dejó serias preocupaciones. El trabajo del Muñeco será mantener el nivel observado contra el Canalla y encontrar, con los pocos nombres que tiene, el recambio que permita llegar al final del semestre peleando todo.

Ahora se viene una seguidilla de nueve partidos en poco tiempo, a razón de uno cada tres días, por lo que la intensidad mostrada en esta segunda jornada hará mella en el físico de los jugadores. Habrá que administrar bien las fuerzas y hacer un buen trabajo de recuperación para que el desgaste no les pase factura.

Formaciones

River Plate: Chiarini (6); Mercado (6), Maidana (6), Funes Mori (7), Vangioni (7); C. Sánchez (6,5), Kranevitter (8), Rojas (6); Piscullichi (7); Mora (6) y Gutiérrez(7,5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 32′ST Boyé por Mora; 40′ST Driussi por Pisculichi; 43′ST Ferreyra por Gutiérrez.

Rosario Central: Caranta; Ferrari, Berra, Donatti, R. Delgado; A. Medina, N. Domínguez, Musto, J. Aguirre; Niell y Abreu. Director Técnico: Migule Ángel Russo.

Resumen

Goles: 16’PT Gutiérrrez (Riv); 34’ST Pisculichi (Riv)
Incidencias: no hubo
Arbitro: D. Abal (regular)
Figura: M. Kranevitter (Riv)

lunes, 11 de agosto de 2014

Errores del pasado

Campeonato de Primera División 2014 – Fecha 1 – 10 de agosto de 2014
Gimnasia y Esgrima (LP) 1 – River Plate 1
Teo cambió la cara del ataque (foto Diego Haliasz)













Si River ganaba en La Plata, se hubiera maquillado mucho de lo que estuvo pasando en el último tiempo alrededor del armado del equipo. El empate está más cerca de la realidad y confirma, por lo visto en el terreno de juego, todas las especulaciones que se estuvieron llevando a cabo por la falta de refuerzos, las ventas y las lesiones.

Los errores del pasado, no solo se vieron en los noventa minutos, donde se cometieron muchas infracciones cerca del área propia, se fallaron muchos pases y se sufrió un empate sobre la hora por una seguidilla de malas decisiones: toques intrascendentes en ataque, centro forzado para sacarse la pelota de encima, mal retroceso de volantes y defensores con el resultado a favor y un cabezazo dentro del área para que Pablo Vegetti defina debajo del arco, habilitado por varios hombres que se quedaron dormidos pidiendo posición adelantada.

Pero los errores del pasado también parecen repetirse a nivel dirigencial. La falta de refuerzos de jerarquía, tan criticados en gestiones anteriores por la actual comisión directiva; la demora en las negociaciones, también criticadas anteriormente; las ventas a último momento; y la incertidumbre, manifestada por Marcelo Gallardo en conferencia de prensa, sobre el plantel con el cual contará para trabajar todo el semestre, son muestras de que falta trabajo, dentro y fuera de la cancha.

Volviendo a lo estrictamente futbolístico, lo mejor del debut del Muñeco como entrenador Millonario se vio en la faceta defensiva, casualmente, donde hubo cuatro de cinco titulares del último campeón, aunque se sufrió en cada pelota parada; y, en el complemento, cuando ingresaron Teófilo Gutiérrez y Rodrigo Mora.

A Marcelo Barovero le alcanzó con media hora en cancha para ser el mejor del equipo, pero otra vez, una lesión muscular lo obligó a dejar el terreno de juego, generando el debut de Julio Chiarini, que no tuvo trabajo y la única que tuvo respondió con solvencia, aunque nada pudo hacer en el gol.

Entre el medio campo y los delanteros están las mayores falencias del equipo. Ante la ausencia de los hombres de experiencia como Fernando Cavenaghi y Teo, el peso ofensivo recayó sobre dos juveniles, Sebastián Driussi y Lucas Boyé, por lo que no se puede hacer una crítica desmedida de sus actuaciones, sobre todo porque son dos de los mejores proyectos de la cantera.

En cambio, los mediocampistas no comenzaron con el pie derecho. Es preocupante el bajo nivel exhibido por Leonardo Ponzio, que comenzó el encuentro con muchas imprecisiones y faltas reiteradas, que no fueron sancionadas con amonestación por Néstor Pittana. Por momentos se lo notó perdido y sin reacción, con el correr de los minutos fue elevando su nivel, pero no le alcanza para cambiar la pobre imagen que lo llevó a ser relegado por Ramón Díaz. La ausencia de Matías Kranevitter sólo se justifica desde el temor del Muñeco a que sea vendido antes del 30 de agosto.

Carlos Sánchez fue de mayor a menor, comenzó siendo el mejorcito del medio y terminó embarullado y desordenado tácticamente, hasta convertirse en el hombre que habilitó al goleador platense. Características que tenía antes de partir a México y que lo hicieron prescindible para el Pelado.

Lo de Osmar Ferreyra es casi imperceptible. Le cuesta horrores llegar con peligro o sorpresa y no mostró cualidades para dar una mano en defensa. Solo se nota su presencia cuando ejecuta las pelotas paradas, defectuosamente en su mayoría. Tampoco fue bueno lo del debutante Leonardo Piscullichi, entró poco en juego y no fue el conductor que se esperaba. Lo destacado fue la ejecución del tiro libre que terminó en el gol del colombiano, lo que lleva a pensar en porque no se encarga él de las pelotas paradas en lugar del Malevo.

Los ingresos de Mora y Gutiérrez le dieron más peligro al ataque y preocuparon más a la defensa del Lobo. Sus presencias coincidieron con la levantada del equipo, aunque poco se pudo ver de la idea de Gallardo, de tener el balón y jugar con precisión y velocidad. Deberá trabajar mucho y encontrar variantes para los puestos del medio, que son claves para llevar a cabo su idea futbolística.

Con respecto a los delanteros, hay que llevarlos de a poco, rodearlos bien y no pedir que sean ellos los únicos encargados de llevar la responsabilidad del gol sobre sus hombros. No hubiera sido necesario tirarlos al terreno de juego si Teófilo hubiera llegado a tiempo para trabajar con el plantel o si Fernando Cavenaghi se hubiera operado cuando terminó el Torneo Final 2014.

Esta semana se definirá si el Torito será sometido a cirugía. Una decisión demorada, que debió tomarse hace tres meses. La operación y posterior recuperación, demandará alrededor de ese tiempo, lo que lleva a pensar que si lo hubiera hecho antes del Mundial, tal vez en dos o tres semanas estaría en condiciones de jugar. Ahora se especula con que se perderá todo el semestre futbolístico.

Al parecer, muchos se tomaron a pecho el nombre de “Torneo de Transición”, sin tener en cuenta que esto es River y debe pelear y tomar con seriedad hasta los amistosos de playa. Además, un mal resultado en este certamen, puede llevar a sufrir con los números en los próximos torneos. Ya todos sabemos cómo terminamos por subestimar los escenarios. No sigamos repitiendo los errores del pasado.

Formaciones

Gimnasia y Esgrima (LP): Monetti; Bonifacio, Barsottini, Quiroga, Licht; Pouso, Rojas, I. Fernández, A. Fernández; Meza; Vegetti. Director Técnico: Pedro Troglio.

River Plate: Barovero (7); Mercado (5), Maidana (6), Funes Mori (6), Vangioni (4); C. Sánchez (5), Ponzio (4), Ferreyra (3); Piscullichi (3); Driussi (3) y Boyé (3). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 32’PT Chiarini (6) por Barovero; 14’ST Gutiérrez (7) por Boyé; 23’ST Mora (6) por Driussi.

Resumen

Goles: 45’ST T. Gutiérrez (Riv); 55’ST Vegetti (GELP)
Incidencias: no hubo
Arbitro: N. Pittana (bien)
Figura: T. Gutiérrez (Riv)

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