martes, 16 de diciembre de 2014

Valió el esfuerzo

Campeonato de Primera División 2014 – Fecha 19 – 14 de diciembre de 2014
Quilmes 0 - River Plate 1
Carlos Sánchez, autor del gol

















River hizo lo que tenía que hacer. Ganó su partido, pero no fue suficiente. Racing hizo lo propio en Avellaneda y se quedó con el Torneo de Transición. Siempre se dice que el campeón es el mejor equipo, pero muchas veces no siempre el que juega mejor es el que gana el campeonato y este puede ser uno de esos casos.

Recordar hoy que el Millonario fue ese equipo que volvió a regar al mediocre fútbol Argentino con una propuesta osada y de ofensiva, tal vez, no sirva de mucho a la luz del segundo puesto. Pero lo que si quedara marcado a fuego es que este equipo tiene una idea clara de juego y que no renuncia a ella, y tal vez ese sea el máximo galardón obtenido en este semestre en el plano local.

Quizás en el análisis quede la bronca de no haber conseguido el objetivo del bicampeonato por no contar con un plantel extenso que permitiera afrontar las dos competencias sin tener que utilizar un equipo completamente alternativo en instancias decisivas.

También es cierto que no fue por la utilización de ese equipo alternativo que River dejó pasar la chance del bicampeonanto. Los puntos perdidos contra Olimpo y Estudiantes, y antes, contra Arsenal, fueron claves en la remontada del equipo de Avellaneda, que hiló ocho triunfos y un empate en las últimas nueve jornadas, uno de ellos contra el conjunto alternativo de Marcelo Gallardo, al cual derrotó con un gol en contra y le permitió superarlo en la tabla de posiciones.

Contra Quilmes, cuando Carlos Sánchez marcó el gol de la ventaja, ya estaba todo sentenciado. Los de Diego Cocca ganaban su partido y se aseguraban la punta ante un timorato Godoy Cruz. El pitazo final sirvió para confirmar que las pocas ilusiones antes del comienzo, eran solo eso, ilusiones, y que nada podría torcer el rumbo de este desenlace.

Tal vez lo más justo hubiera sido una final entre ambos equipos, pero la justicia en el fútbol no existe y Racing salió campeón. River coronó un año exitoso donde ganó tres trofeos: Torneo Final, Super Final y Copa Sudamericana, redondeando el mejor año del siglo XXI.

El balance es más que positivo y el hincha siempre estará agradecido con el esfuerzo que dejó este equipo hasta el último minuto para intentar quedarse con todo. No lo logró desde el juego por un solo error puntual, que le quitó los dos puntos que lo hubieran llevado a una hipotética final.

Pero la apuesta fue buena, se apuntaron todos los cañones al torneo continental y se logró dar la vuelta olímpica en un ámbito que no se conseguía desde 1997, y junto con el trofeo, se abrieron las puertas para nuevas competiciones.

En el 2015, River deberá disputar siete competencias: Torneo local (el famoso campeonato de treinta equipos); Recopa Suadmericana contra San Lorenzo, el cinco y el doce de febrero; la Copa Libertadores; Suruga Bank seguramente en agosto contra el campeón de Japón; Copa Argentina; nuvamente la Copa Sudamericana; y la Super Copa Argentina, contra Huracán, campeón de la Copa Argentina.

En esta ocasión no se podrá fallar en la planificación de las incorporaciones. La competencia se duplicará respecto del 2014 y promete ser más feroz, por lo que los dirigentes deberán moverse con solidez para conseguir reforzar los puestos que el técnico necesite.

Lo cierto es que se terminó el mejor año futbolístico de River de este nuevo siglo. Haber ganado tres títulos la permiten al hincha ilusionarse con conseguir la ansiada Copa Libertadores en 2015. Pero además de los títulos, el rendimiento del equipo y haber recuperado una identidad que se había perdido son un pilar fundamental para alimentar esa ilusión.

Por eso, este fin de año, alcemos las Copas Millonarios y brindemos por el éxito conseguido, y pidamos todos juntos el deseo del 2015, para que este equipo nos siga llenando de alegrías.

Felices Fiestas.

Formaciones

Quilmes: Benítez; Alegre, S. Martínez, Carli, Bontempo; Scifo, Braña, Pérez Godoy, Zacaría; Demelchori y A. Fernández. Director Técnico: Marcelo Pontiroli.

River Plate: Barovero (7); Solari (4); Pezzella (6), Funes Mori (6,5), Vangioni (6); C. Sánchez (7), Ponzio (7,5), Rojas (5); Pisculichi (6); Mora (5) y Cavenaghi (5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 18′ST Driussi por Solari; 24′ST Simeone por Cavenaghi.

Resumen

Goles: 36’ST C. Sánchez (Riv)
Incidencias: 40’ST partido suspendido por disturbios en la tribuna local.
Arbitro: P. Loustau (aceptable)
Figura: L. Ponzio (Riv)

jueves, 11 de diciembre de 2014

Campeón Sudamericano

Copa Sudamericana 2014 - Final Vuelta - 10 de diciembre de 2014
River Plate 2 (3) - Atlético Nacional (Col) 0 (1)
Campeones (foto InfoBae)














Cuanta alegría, cuanta felicidad. Es indescriptible lo que se siente luego de este logro tan ansiado. Una conquista que pone de pie al equipo más grande de la Argentina.Ya había comenzado a levantarse con Ramón Díaz, cuando ganó el Torneo Final 2014. Él también es parte de esta victoria. La defensa más sólida del certamen, es una herencia de su trabajo.

Marcelo Gallardo llegó para reemplazarlo y, en poco tiempo, logró plasmar una idea de juego que tuvo su merecido premio en esta final Sudamericana. Esa final que, más por errores propios que aciertos ajenos, se había escapado en el 2003 frente al Cienciano de Perú y que debió quedar en casa hace once años.

Como si fuera poco, River vuelve a estar en el primer plano internacional después de haberse embarrado, hace apenas dos años, en los peores lugares, que ni el más pesimista hubiera imaginado. Hoy River está volviendo a ser. Está recuperando la memoria. Está dejando atrás los años oscuros de Aguilar y Passarella para levantarse como el Ave Fénix y resurgir, porque ya está escrito: me verás volver, y te arrodillarás.

Y eso hizo este equipo del Muñeco, con algunos altibajos, sometió a todos los rivales que tuvo en frente en esta copa, con el condimento especial de haber dejado en el camino a los innombrables, demostrándoles que esa famosa mística copera es un invento de los que ganan sin jugar al fútbol.

Este equipo, de la mano de su cuerpo técnico, supo como jugar cada partido. Que tenía que hacer y como lo tenía que hacer. Prueba de ello es el primer partido semifinal en la Bombonera, donde marcó el terreno desde el minuto cero y les hizo entender que no les iba a ser fácil esa serie.

Los números son más que elocuentes. Terminó el certamen invicto, jugó diez partidos, ganó ocho, empató dos y no perdió ninguno; metió diecisiete goles y recibió cinco, de los cuales tres fueron del mismo rival: Estudiantes de La Plata. Sin dudas, un merecido CAMPEÓN.

Respecto del encuentro, es imposible analizar fríamente un logro tan importante. Porque más allá de los futbolístico, implica un montón de situaciones, sensaciones y experiencias que tuvieron su desahogo en las dos conquistas de este año.

Pero bueno, la final se jugó como tal. Un primer tiempo reñido, con más empuje que ideas, donde se notaba y se sabía que un gol podría se definitivo. El Millo tuvo varias ocasiones para ponerse en ventaja, pero Franco Armani tuvo una muy buena mitad y evitó la caída de su arco. Lo propio hizo Marcelo Barovero, quién mantuvo el cero y de quien ya nos hemos deshecho en elogios, siempre apareciendo en los momentos críticos para salvar la portería de la banda.

El complemento comenzó con algunos errores en la salida de Ramiro Funes Mori, un tanto inseguro en las últimas fechas, pero a los nueve minutos, la zurda mágica de Leonardo Pisculichi ejecutó un tiro de esquina y Gabriel Mercado abrió el marcador con un cabezazo.

La copa estaba cada vez más cerca y, como si fuera poco, para rubricarlo, a los catorce, Germán Pezzella puso la testa, tras otro centro de Piscu, para ampliar la ventaja. Otro gol importante del marcador central cuya permanencia entre los suplentes solo se explica por la excelente actualidad de Jonathan Maidana.

A partir de allí el conjunto colombiano bajó los brazos y solo había que esperar el pitazo final de Darío Ubriaco para comenzar con los festejos oficiales, porque los mismos ya había empezado cuando faltaban pocos minutos para el cierre.

Mucho se dijo sobre las distintas situaciones vividas en este semestre, y lo único concreto es que, como ya se destacó anteriormente, de no haber empatado con Olimpo de Bahía Blanca, la planificación realizada por el cuerpo técnico hubiera sido perfecta. De todos modos, aún tiene la posibilidad de alzarse con el torneo local en caso de que Racing no gane el domingo y si lo haga River, ya sea forzando una final entre ambos o arrebatándole la cima en la última jornada.

Además, la obtención de esta copa le abre los caminos al equipo para disputar otros torneos. A saber:  la Recopa Sudamericana contra San Lorenzo, campeón de la Copa Libertadores; la Suruga Bank, en Japón, contra el campeón de ese país, el Gamba Osaka, tal vez en febrero; la Copa Sudamericana 2015 por haber sido el ganador de esta edición; y además, ya tenía asegurado su boleto para la Copa Libertadores 2015. Lo que abre un espectro muy grande con la posibilidad de seguir ampliando las vitrinas del Monumental. 

A ellos hay que sumarles la disputa de los torneos locales de 2015, la Copa Argentina 2015 y la Recopa Argetnina contra Huracán, que seguramente sea en febrero. Sin dudas un año que estará cargado de competencias y donde, más que nunca, necesitará de una buena planificación para contratar los refuerzos justos (solo podrá hacer tres incorporaciones) y repartir las energías, teniendo en cuenta que, sin dudas, el principal objetivo será la Libertadores.

River sigue de fiesta, festejemos, disfrutemos, levantemos la cabeza y miremos de frente a todos. A esos que nos querían ver en el barro, a esos que estaban (y siguen) esperando que perdamos para ponerse contentos y festejar, pero sobre todo para nosotros, los hinchas, que sufrimos los peores momentos y ahora nos merecemos esta fiesta.

Salud Campeón!!!

Formaciones

River Plate: Barovero (7,5); Mercado (7,5), Pezzella (8); Funes Mori (6), Vangioni (6,5); C. Sánchez (7), Ponzio (6,5), Rojas (6,5); Pisculichi (8,5); Mora (5) y T. Gutiérrez (6,5). Director Técnico: Marcelo Gallardo (10).

Ingresaron: 34'ST Cavenaghi por Gutiérrez; 36'ST Kranevitter por Ponzio; 44'ST Driussi por Pisculichi.

Atlético Nacional (Col): Armani; Bocanegra, Nájera, Henríquez, J. Valencia; Bernal, Mejía, F. Díaz; Cardona; Berrío y L. Ruíz. Director Técnico: Juan Carlos Osorio.

Resumen

Goles: 9'ST Mercado (Riv); 14'ST Pezzella (Riv)
Incidencias: no hubo
Arbitro: D. Ubriaco (Uru) (Bien)
Figura: Pisculichi (Riv)

miércoles, 3 de diciembre de 2014

A tiempo

Copa Sudamericana 2014 – Final ida – 3 de diciembre de 2014
Atlético Nacional (Col) 1 - River Plate 1
Piscu, otro gol importante (foto Télam)
















Se fue el primer chico y todo está como al principio. El empate en uno deja las puertas abiertas para que cualquiera de los dos pueda coronarse en la revancha que se jugará el próximo miércoles en el Monumental. En la serie final no tiene valor el gol de visitante en caso de igualdad de puntos, por lo que la verdadera final se jugará dentro de siete días.

Atlético Nacional de Medellín mostró dos caras. La del primer tiempo, un equipo veloz y punzante que complicó constantemente a las espaldas de Leonel Vangioni con la velocidad de Orlando Berrío, todo un velocista. River no le encontraba la vuelta, fue superado ampliamente y fue la primera vez en el semestre que se lo vio completamente dominado y sin ideas.

Después de la enésima pelota puesta a espaldas del ex Newell’s, el moreno wing local le ganó en velocidad, se metió en el área y fusiló a Marcelo Barovero para abrir el marcador a los treinta y tres minutos. El resultado era justo y la ventaja exigua. El Millo había llegado una sola vez con peligro y Teófilo Gutiérrez no había llegado a definir abajo del arco.

En cambio, los verdes habían tenido un tiro en el palo y varias intervenciones de Trapito que lo erigieron como la figura de la visita en ese primer tiempo.

En el complemento se invirtieron los roles, el Millonario reaccionó a tiempo y fue el equipo que había sido durante todo el semestre. Apenas comenzado tuvo dos jugadas claras para lograr el empate, pero Franco Armani primero se lo tapó a Carlos Sánchez y luego desvió un misil de Leonardo Pisculichi que se metía en un ángulo.

La mejoría de la visita tuvo mucho que ver con el quedo de los locales, cuyo técnico sacó a quién hasta ese momento era la figura de la cancha: Berrío, lo que liberó a Vangioni, que comenzó a mostrarse más para asociarse con Ariel Rojas.

River siguió buscando y el travesaño lo volvió a salvar de la segunda conquista verde tras un cabezazo dentro del área del ingresado Sebastián Pérez. Pero Piscu subió mucho su nivel respecto de los primeros cuarenta y cinco minutos y volvió a ser determinante en el marcador. A los veinte de la segunda etapa recibió cerca del área y sacó un zurdazo que Armani, con una lenta reacción, no pudo contener y el empate era justo.

A partir de allí River lo pudo ganar. Tuvo un par de situaciones que no supo definir y los locales, extrañamente, cambiaron mucho su producción, como si se hubieran quedado sin ideas para la segunda parte. Para colmo, las lesiones obligaron al técnico a hacer cambios que no estaban planificados y tendrá que ver si llegan a la revancha en Argentina.

Era importante no perder y el empate estuvo bien. Quedó la sensación de que se podrían haber traído los tres puntos para estar más tranquilos en la vuelta en el Monumental. Hay que destacar que Atlético Nacional mostró ser un equipo peligroso en la contra cuando tiene espacios. Son muy rápidos y ágiles, y habrá que tener cuidado de no dejarles mucho campo para que puedan jugar de contragolpe.

Además, repasando las llaves que jugó, logró la mayoría de sus clasificaciones en condición de visitante, dando vuelta resultados que le habían sido muy adversos en el Atanasio Girardot. Por lo tanto, el equipo de Marcelo Gallardo deberá buscar la victoria en casa, pero sin desesperarse porque ellos lo pueden aprovechar.

Sería interesante saber si la mejoría de River en el segundo tiempo, tuvo que ver con el bajón futbolístico del local o viceversa. El Millo había hecho una muy mala primera mitad y de haber repetido esa actuación, seguramente el resultado hubiera sido muy difícil de remontar en el Liberti.

Lo cierto es que no se sacaron ventajas, que en la previa, este resultado le cae más simpático a River que Atlético Nacional y que cualquier de los dos puede coronarse el próximo miércoles. El Millonario porque va a estar en su casa y con su gente, donde se hace muy fuerte y donde ser hará sentir su aliento y el Verde porque ha obtenido mejores resultados de visitante y ha obtenido todas sus clasificaciones en esa condición.

Faltan solo noventa minutos para que este equipo abrace la gloria y quede en la historia. Se haría justicia si, después de todo lo bueno que se hizo en el semestre y tras diecisiete años, se logra coronar con una copa internacional.

Formaciones

Atlético Nacional (Col): Armani; Bocanegra, Henríquez, Murillo; F. Díaz, Bernal, Mejía; Cardona; Berrío, L. Ruíz y Copete. Director Técnico: Juan Carlos Osorio.

River Plate: Barovero (7); Mammana (6), Pezzella (7), Funes Mori (5,5), Vangioni (5); C. Sánchez (6,5), Ponzio (6), Rojas (6); Pisculichi (7); Mora (4) y Gutiérrez (4). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 15’ST Solari (4) por Mammana; 21’ST Cavenaghi por Mora; 30’ST Kranevitter por Pisculichi.

Resumen

Goles: 33’PT Berrío (Atl); 20’ST Pisculichi (Riv).
Incidencias: no hubo.
Arbitro: R. Marques (Bra) (regular)
Figura: Pisculichi (Riv)