domingo, 31 de mayo de 2015

El sueño de Pablito

Torneo de Primera División 2015 – Fecha 14 – 31 de mayo de 2015
River Plate 2 – Rosario Central 0

Pablo Aimar













Podría iniciar esta crónica hablando de lo mal que jugó River. Tal vez no fue de los peores partidos del equipo de Marcelo Gallardo, pero no fue para nada vistoso lo que los elegidos para esta cita dejaron en el verde césped.

Intentaron imponer la presión en el campo contrario y lo lograron en los primeros minutos, hasta que llegó el gol de Teófilo Gutiérrez. Luego, el equipo rosarino comenzó a llevar peligro al área de Marcelo Barovero y tuvo ocasiones para alcanzar el empate, pero la buena actuación del uno le permitió mantener el arco en cero.

Conscientes de que el miércoles pasado habían logrado una verdadera hazaña al eliminar al Cruzeiro en Belo Horizonte, los jugadores exhibieron la tranquilidad propia del que siente que cumplió con la tarea más difícil que quedaba. Tal vez por eso se vio un rendimiento bastante más bajo que el de aquella noche inolvidable en Belo Horizonte.

Podríamos hablar también de lo importante del resultado. El haber ganado 2 a 0 le permite al Millonario seguir de cerca la punta. Tres puntos detrás del líder, San Lorenzo, con un partido menos, el pendiente de la fecha 13 contra Tigre en Victoria.

Además, se le ganó a un rival directo, que venía invicto y que se mostraba como una de las revelaciones del campeonato. Que no fue al Monumental a refugiarse, sino que intentó jugar de igual a igual y terminó pagando por algunos errores defensivos.

Ambos goles llegan por distracciones atrás. En el primero, Teo recibió muy solo un pase de Leonardo Pisculichi, que aprovechó que dos defensores lo fueron a apretar para tocar rápido la pelota y dejar solo al colombiano, éste la picó por encima de Caranta, que tardó en salir y le regaló la exquisita definición a Teo.

En el segundo, un centro-pase de Augusto Solari fue cabeceado por Lucas Boyé, que había ganado la posición, pero el remate dio en el palo y reboto en Camilo Mayada, que pasaba por ahí, y se le metió al uno rosarino, decretando el 2 a 0 final.

Se podría hablar de la fiesta que fue el Monumental. Con un público enfervorizado por la clasificación a semifinales de Copa Libertadores, por haber eliminado a su clásico rival, por estar peleando en ambos frentes y por la vuelta de uno de sus hijos pródigos: Pablo César Aimar.

Pero vamos a hablar de Pablito. Ese chiquilín que debutó de la mano de Ramón Díaz hace ya casi veinte años y volvió a River para dejar los últimos suspiros de su talentoso fútbol. El Antonio Vespucio Liberti se colmó para vivir la vuelta a las canchas de uno de los máximos exponentes del paladar riverplatense.

El cordobés entro faltando quince minutos para la finalización del encuentro y con las pocas pelotas que tocó, alcanzo para advertir que su calidad está intacta. Que cada toque de balón tiene un plus, un destino cierto, una pared, un pase al compañero. Sufrió un par de infracciones porque, a pesar de su pequeña contextura física, sabe aguantar bien la pelota para que no se la quiten.

En esos pocos minutos, tiró un par de paredes en velocidad con Teo que hizo que los aplausos cayeran desde las tribunas. Como ya se dijo, la calidad parece estar intacta y el físico no parece haberse resentido a pesar de las lesiones e intervenciones quirúrjicas.

Habrá que ir llevándolo de a poco para que vaya ganando fútbol y confianza con la pelota. Pero lo poco que se vio, invita a ilusionarse. Este 31 de mayo, más allá de la victoria, se recordará como el día en que Aimar volvió para cumplir su sueño.  Ese sueño de dejar sus últimos trucos vistiendo la camiseta de River.

Formaciones

River Plate: Barovero (8); Mayada (5), Maidana (6), Funes Mori (7), Vangioni (6); Ponzio (6), Kranevitter (6), Rojas (5); Pisculichi (5); T. Gutiérrez (6) y Cavenaghi (5) . Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 17’ST Boyé (4) por Cavenaghi; 25’ST Solari por Ponzio; 35’ST Aimar por Pisculichi.

Rosario Central: Caranta; Salazar, Gómez Andrade, Donatti, Villagra; Musto, N. Domínguez, J. Aguirre, Cervi; C. Delgrado y Ruben. Director Técnico: Eduardo Coudet.

Ingresaron: 0’ST Colman por Cervi; 27’ST Niel por Musto; 45’ST Montoya por Gómez Andrade.

Resumen

Goles: 13’PT T. Gutiérrez (Riv); 44’ST Mayada (Riv).
Incidencias: no hubo.
Arbitro: N. Pitana (regular)
Figura: Barovero (Riv)

miércoles, 27 de mayo de 2015

Semis en el Horizonte

Copa Libertadores 2015 – Cuartos de final – Ida – 21 de mayo de 2015
Cruzeiro (Bra) 0 (1) - River Plate 3 (3)

La figura del partido, el equipo (foto River Plate)













River borró al Cruzeiro en el Mineirao. Después de la pobre imagen que había dejado en el Monumental, las dudas estaban sembradas sobre la posibilidad de lograr la hazaña en Belo Horizonte. Y estos jugadores demostraron, una vez más, que están hechos para este tipo de gestas, jugando el mejor partido del año.

Fueron a jugar a Brasil con la convicción de que se podía dar vuelta la taba. Dejaron de lado el mal rendimiento en la ida. Se olvidaron de las estadísticas que decían que el Cruzeiro era una bestia negra para River, que lo tenía de hijo, que nunca le había podido ganar en Belo Horizonte, que solo le había convertido un gol en 1976 y que nunca lo había podido sortear en un cruce mano a mano.

Todo eso quedó en la nada. Estos jugadores hicieron pata ancha en el estadio donde Alemania convirtió siete goles en el Mundial y al finalizar el primer tiempo ya tenían la ventaja a su favor.

Marcelo Gallardo, una vez más, mostró su inteligencia y buena lectura del juego. En un campo grande, pobló el medio campo de jugadores con buen pie. Que le permitieran recuperar rápido el balón con la presión alta y salir rápido con la velocidad de Rodrigo Mora y Carlos Sánchez.

Además, un gran partido de Teófilo Gutiérrez. Aguantó, controló siempre bien, fue inteligente y asistió al moreno uruguayo para abrir el marcador a los veinte minutos para empezar a emparejar las cosas.

El equipo local no lastimaba, sus defensores estaban perdidos y cometían errores infantiles. El Millo merecía una diferencia mayor, pero no podía aprovechar la cantidad de ocasiones que generaba.

Finalmente, tras un tiro de esquina, Jonathan Maidana aumentó la ventaja para irse al descanso más tranquilo. Sabiendo que el rival necesitaba dos goles para pasar y que podía jugar con su desesperación para tratar de liquidar el encuentro.

Así fue como a los pocos minutos de comenzado el complemento, Teo dominó el balón y dejó en el camino a Bruno Rodrigo, se metió en el área y definió cruzado para terminar de liquidar el encuentro.

Recién allí, con el 3 a 0 consumado, el Cruzeiro llevó un poco de peligro al arco de Marcelo Barovero, espectador de lujo, pegando dos tiros en los palos. Pero las cartas ya estaban echadas y el Millonario solo tenía que ser inteligente para no pasar sobresaltos y sellar su pase a Semifinales de Copa Libertadores.

El Muñeco entendió a la perfección como debía jugar este encuentro, y a la recuperación y movilidad de Ponzio y Kranevitter, le sumó el manejo y la inteligencia de Ariel Rojas para manejar la pelota. Entre él y Leo controlaron el fútbol del equipo y redujeron al Cruzeiro a su mínima expresión hasta verlo rendido, tocando hacia atrás esperando que el juez terminara el encuentro.

La alegría que expresaron los jugadores y el técnico una vez finalizado el encuentro es la alegría del pueblo riverplatense que, una vez más, se va a dormir con una sonrisa de oreja a oreja. Con la confianza intacta de que se está cada vez más cerca del gran objetivo.

Ahora hay que esperar. Primero hasta el jueves a la media noche para conocer al rival que saldrá del cruce entre Racing y Guaraní de Paraguay (el equipo paraguayo tiene la ventaja 1 a 0), y luego, hasta el 15 de julio cuando se comiencen a disputar las Semifinales.

La euforia lleva a querer jugarlas ya. Pero el tiempo le permitirá al Muñe recuperar algunos jugadores y contar, tal vez, con algunas caras nuevas para disputar los dos partidos más importantes del año.

Este River sigue saldando deudas históricas. Lo hizo contra Boca, eliminándolo dos veces por copas internacionales en cruces mano a mano; lo hizo emparejando y revirtiendo historiales internacionales contra otros equipos argentinos como Estudiantes y San Lorenzo; lo hizo volviendo a ganar un torneo internacional tras 17 años; lo hizo al ganar la Re Copa Sudamericana; y ahora lo hizo eliminando al Cruzeiro y ganándole en Brasil.

Sin dudas, son datos que invitan a ilusionarse con este sueño que seguirá el 15 de julio en las Semifinales.

Formaciones

Cruzeiro (Bra): Fabio; Mayke, Bruno Rodrigo, Manoel, E. Mena; Henrique, Williams, Marquinhos; Willian Farías, De Arrascaeta; y Leandro Damiao. Director Técnico: Marcelo Oliveira.

Ingresaron: 0’ST Gabriel por De Arrascaeta; 11’ST Alison por Willian; 27’ST Joel por Williams.

River Plate: Barovero (7); Mercado (8), Maidana (9), Funes Mori (8), Vangioni (8); C. Sánchez (9), Kranevitter (8), Ponzio (9), Rojas (8); Mora (9) y T. Gutiérrez (9). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 16’ST Pezzella (7) por Mercado; 28’ST Mayada por Ponzio; 34’ST G. Martínez por T. Gutiérrez.

Resumen

Goles: 20’PT C. Sánchez (Riv); 45’PT Maidana (Riv); 7’ST T. Gutiérrez (Riv).
Incidencias: 42’ST expulsado Gabriel (Cru)
Arbitro: W. Roldán –Colobia–  (bien)
Figura: Mora (Riv)

viernes, 22 de mayo de 2015

El espejo

Copa Libertadores 2015 – Cuartos de final – Ida – 21 de mayo de 2015
River Plate 0 – Cruzeiro (Bra) 1

Gallardo, tendrá mucho trabajo (foto River Plate)













La caída frente a Cruzeiro deja un panorama complicado para River que, si quiere acceder a la siguiente ronda, deberá llevarse una victoria de Brasil, asignatura que siempre ha sido complicada para el conjunto de la banda.

Pero la derrota en el Monumental puede explicarse desde un planteo que este equipo de Marcelo Gallardo supo aplicar a la perfección. Es que se encontró con un conjunto brasileño que poco tenía de brasileño y contaba con un gran apego a las cuestiones tácticas del juego.

¿Qué quiere decir esto? Que además de tener jugadores de muy buen pie, como Giorgian de Arrascaeta, es un equipo que juega muy bien tácticamente. Que muestra una clara preocupación por el comportamiento táctico en función del rival que tiene en frente.

¿Y cuál fue el planteo que trajeron los de Belo Horizonte? Para explicarlo, basta con retroceder una semana en el tiempo, y ver que fue lo que hizo River el jueves 14 de mayo en la Bombonera.

Cerró bien sus líneas, propuso presión de mitad de cancha hacia adelante y colocó dos o tres hombres cerca de los defensores Millonarios encargados de ser la salida en cada saque de arco. Así, Matías Kranevitter retrocedía para entrar en contacto con el balón, y quedaba lejos de los encargados de llevar peligro al área rival.

Al igual que hace una semana, cuando el equipo del Muñeco dejaba que Daniel Díaz y Guillermo Burdisso sean la salida del equipo xeneize, los visitantes dejaban el manejo del balón en los pies de Jonathan Maidana y Ramiro Funes Mori.

Así, le pelota siempre volvía a los pies de Marcelo Barovero, que terminaba tirando el pelotazo largo, u obligaba a alguno de los centrales a revolearla para arriba. Para colmo, cuando lograban una salida limpia, la velocidad de los hombres del medio generaba más presión que terminaba con la pérdida el balón.

Pocas veces pudo llegar River al área rival con facilidad y cuando lo logró, no supo tener la paciencia y tranquilidad para definir, rematando desviado o defectuosamente.

Ya es costumbre que al Millo le cueste hacer pie, pero cuando lo logra, siempre con la intervención de Leonardo Ponzio, que se ganó una merecida ovación, comienza a ser protagonista. Esta no fue la excepción, aunque la superpoblación brasileña en el medio lo ponía en desventaja numérica.

Tampoco fue un buen partido de los centrales. Leandro Damiao ganó cada vez que tuvo que fajarse con Jonhy o con el Mellizo, ganando de arriba, de abajo y aguantando con el cuerpo, una verdadera pesadilla.

Además, De Arrascaeta y Willian Farías desequilibraron siempre con velocidad y precisión. Así fue como entre los dos llegaron tres veces a posición de gol dentro del área chica, y la tercera terminó en la conquista de Marquinhos que rompió la paridad.

El Cruzeiro le enmaraño el partido a River. Utilizó la misma idea y planteo que el Millo mostró frente al xeneize y que tantas complicaciones le generó al equipo de la ribera. Tal vez el empate, por la cantidad de situaciones que generó cada uno, y por como fue el desarrollo del juego, hubiera sido lo más justo, pero el gol conseguido por los azules obliga al Muñeco a replantear el sistema para el partido de vuelta.

Será difícil. El resultado es desfavorable, el historial está en contra, el Cruzeiro siempre ha eliminado a River en todas las competencias en las que se han enfrentado, pero este equipo siempre tiene un plus para entregar y será fundamental sacar lo mejor de cada uno para obtener una victoria en Belo Horizonte.

Formaciones

River Plate: Barovero (5); Mamanna (5), Maidana (4), Funes Mori (4), Vangioni (6); C. Sánchez (4), Kranevitter (6), Ponzio (6), G. Martínez (5); Mora (5) y T. Gutiérrez (5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 15’ST Mayada (5) por Ponzio;  Pisculichi (5) por G. Martínez; 22’ST Cavenaghi (5) por Mora.

Cruzeiro (Bra): Fabio; Mayke, Bruno Rodrigo, Manoel, E. Mena; Henrique, Williams, De Arrascaeta; Willian Farías, Marquinhos y Leandro Damiao. Director Técnico: Marcelo Oliveira.

Ingrearon: 12’ST Gabriel Xavier por De Arrascaeta; 24’ST Charles por Willians Farias; 45’ST Enrique Dourado por Leandro Damião.

Resumen

Goles: 36’ST Marquinhos (Cru).
Incidencias: no hubo
Arbitro: E. Osses –Chile–  (aceptable)
Figura: Damiao (Cru)

sábado, 16 de mayo de 2015

Se hizo (poca) justicia

Copa Libertadores 2015 – Octavos de final – Vuelta – 14 de mayo de 2015
Boca Juniors 0 (0) – River Plate 3 (4)

Ponzio, tras el ataque 













Los lamentables hechos ocurridos el jueves 14 de mayo de 2015, quedarán en el recuerdo de la Copa Libertadores, del Fútbol Argentino y del club Boca Juniors, como una de las páginas más negras, sino la más, en la historia del fútbol sudamericano.

Hubo que esperar más de 48 horas para tener una definición y terminar con la incertidumbre. Los rumores hablaban de un River clasificado a cuartos de final para enfrentar a Cruzeiro, pero ninguna documentación oficial salía a la luz.

Finalmente, el tribunal de disciplina tomó una decisión y sancionó al club organizador de partido. Una sanción que, a la luz de los acontecimientos, y considerando los antecedentes, parece leve. Amparados por el artículo 23 del reglamento, dieron por terminado el encuentro con una derrota para el equipo que ocasionó los disturbios por un resultado de 3 a 0.

¿Qué dice el citado artículo? “…cualquier equipo por cuya responsabilidad se determine el resultado de un partido, se considerará como perdedor de ese encuentro por 3-0…” Y el artículo 6, que habla de la responsabilidad de los clubes, en su apartado 1 dice “…los clubes son responsables del comportamiento de sus jugadores, oficiales, miembros, PUBLICO ASISTENTE, AFICIONADOS así como de cualquier otra persona que ejerza o pudiera ejercer en su nombre cualquier función con ocasión de los preparativos…”

Y el apartado 2 establece que “… los clubes son responsables de la seguridad… antes durante y después del partido… Esta responsabilidad se extiende a todos los incidentes que pudieran suceder, encontrándose expuestos a las sanciones disciplinarias que pudieran adoptar los órganos disciplinarios…”

Por lo tanto, el próximo jueves, el Millonario se estará enfrentando al conjunto brasileño y el 27 de mayo será la revancha en el Mineirao de Belo Horizonte.

¿Porque se destaca que la sanción es leve? Porque se pasó de especular con que no podría disputar torneos continentales por un año y no podría utilizar su estadio para esas competencias durante dos años, a solo una multa económica de 200 mil dólares y ocho partidos sin asistencia de público. Una sanción que parece un chiste si tenemos en cuenta que ese estadio es el más suspendido en la historia del fútbol sudamericano.

Lamentablemente esta clasificación no se puede festejar como se merece. A todos los hinchas de River les hubiera gustado ganar en la cancha y festejar ahí, y no con estas sanciones de escritorio, aunque otros festejen las obtenciones allí. No se puede estar orgulloso de una clasificación con estas características, sobre todo, si tenemos en cuenta que el Millonario estaba siendo superior a su rival.

Sin dudas, los que sí estarán festejando son los xeneizes, porque la sacaron barata y porque sus dirigentes demostraron, una vez más, que son muy hábiles para manipular los reglamentos y las sanciones que de ellos dependen. Pero con fallos como estos, el fútbol se muere cada vez más. Y el mensaje es que hasta que no haya un jugador muerto en una cancha, no van a parar.

River logró dejar afuera el mejor equipo de la fase de grupos, borrándolo de la cancha y superándolo tácticamente en ambos encuentros. Es la segunda vez en seis meses que el Millo elimina a su eterno rival de una competencia continental. Motivo más que suficiente para estar contentos y orgullosos.

Formaciones

Boca Juniors: Orión; Peruzzi, D. Díaz, G. Burdisso, Colazo; P. Pérez, Gago, Meli; Pavón, Osvaldo y Carrizo. Director Técnico: Rodolfo Arruabarrena.

Ingrearon: nadie

River Plate: Barovero (); Mamanna (), Maidana (), Funes Mori (), Vangioni (); C. Sánchez (), Kranevitter (), Ponzio (), Driussi (); Mora () y G. Martínez (). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: nadie

Resumen

Goles: no hubo. Se le concede, por reglamento, las tres anotaciones al capitán Marcelo Barovero.
Incidencias: partido suspendido antes de comenzar el complemento. Se dio por ganado a River en base al artículo 23 del reglamento de la Confederación Sudamericana
Arbitro: D. Herrera (aceptable)
Figura: vacante.


jueves, 14 de mayo de 2015

Vergüenza

Copa Libertadores 2015 – Octavos de final – Vuelta – 14 de mayo de 2015
Boca Juniors 0 – River Plate 0

La amenaza, hecha realidad 















Lamentablemente no se puede hablar de fútbol. River estaba haciendo un partido inteligente, no había sufrido durante el primer tiempo y controlaba las acciones del juego, pero los inadaptados de siempre, esos que hace años lograron que el público visitante no vaya a las canchas, hicieron de las suyas y arrojaron gas pimienta a los jugadores del Millo en el túnel de ingreso al campo de juego.

Que decir de lo vivido. Una serie de situaciones vergonzosas e impresentables. Tras los sucedido, el veedor de la Confederación Sudamericana, el árbitro y las autoridades de seguridad, tardaron más de una hora en tomar una decisión, que no debió demorarse más de diez minutos (y es una exageración), tras ver a los jugadores de River con la cara hinchada, con problemas en la vista y con quemaduras de primer grado en su cuerpo.

Así, más de una hora después del lamentable hecho, superando el tiempo que establece el reglamento, que es de 45 minutos, las autoridades de la Confederación dieron la orden de suspender el encuentro. Falta saber si se jugarán los 45 minutos restantes o si se le dará el partido por perdido a Boca Juniors.

No debería llamarnos la atención que la decisión pase por completar el tiempo que falta, a puertas cerradas y en otro estadio, cuando lo correcto sería darle por perdido el partido al equipo cuya hinchada causó los desmanes y, además, sanción económica e impedimento para disputar torneos continentales por un buen tiempo.

Pero la confederación tiene otros interese y el club de la ribera tiene experiencia moviéndose en los escritorios. Solo hay que recordar como ingresaron a esta Copa Libertadores, robándole el derecho a Vélez Sarsfield en un partido desempate que nunca debió existir.

Por eso no debería llamar la atención si se termina completando el tiempo que falta. Pero lo que pasó en la Bombonera no puede quedar en la nada. Es gravísimo que en el túnel de ingreso al campo de juego, hayan tenido acceso a echar sustancias que perjudicaran a un equipo que en la cancha era superior. Y para colmo, con un resultado abierto, ya que el empate en cero le daba la posibilidad a Boca de convertir un gol en lo que quedaba por jugar.

El fútbol argentino está en coma. Durante la semana, en las redes sociales, se incentivó con que esto era una guerra, con que si perjudicaban a Boca nadie saldría de la cancha y amenazas similares. Pero nunca se pensó que llegarían a este extremo, hasta que finalmente pasó.

Las palabras sobran. Las imágenes son más que elocuentes y los responsables de tomar medidas y sancionar, harán la vista gorda. Ya en los medios se está informando que el partido va a continuar, como si aquí no hubiera pasado nada.

También llama poderosamente la atención la actitud de los jugadores. Se la pasan hablando de solidaridad con sus compañeros, se quejan cuando les cometen infracciones fuertes y salen en todos los medios a criticar a jugadores diciendo que son “mala leche”. Esos mismos hombres, cuando los de River estaban disminuidos físicamente, en vez de acercarse y solidarizarse con ellos, entraban en calor, hablaban con el juez para que no suspenda el partido e intentaban convencerlos de que debían seguir jugando.

El técnico, que tan medido y pensante es en las conferencias de prensa, hacía hasta lo imposible para que el partido no se corte. Tal vez sabiendo de cuáles serían las consecuencias de una posible suspensión, que finalmente llegó. Además de hablar, hay que predicar con el ejemplo. ¿Qué hubiera pasado si la situación era al revés? Seguramente estarían reclamando lo que no hicieron.

Lamentablemente, cuando se complete el encuentro, habrá un ganador, e increíblemente, ese puede llegar a ser Boca Juniors, incluso después de todo lo sucedido. Pero la realidad es que Boca habrá perdido, River habrá perdido, la Confederación habrá perdido, y el fútbol, habrá perdido por goleada.

Formaciones

Boca Juniors: Orión; Peruzzi, D. Díaz, G. Burdisso, Colazo; P. Pérez, Gago, Meli; Pavón, Osvaldo y Carrizo. Director Técnico: Rodolfo Arruabarrena.

Ingrearon: nadie

River Plate: Barovero (); Mamanna (), Maidana (), Funes Mori (), Vangioni (); C. Sánchez (), Kranevitter (), Ponzio (), Driussi (); Mora () y G. Martínez (). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: nadie

Resumen

Goles: no hubo.
Incidencias: partido suspendido antes de comenzar el complemento
Arbitro: D. Herrera (aceptable)
Figura: vacante

domingo, 10 de mayo de 2015

Pensando en la Copa

Torneo de Primera División 2015 – Fecha 12 – 10 de mayo de 2015
River Plate 0 – Racing Club 0

El equipo alternativo (foto River Plate)













River y Racing jugaron un partido chato, con pocas ideas y escasas situaciones de gol. A pesar de ello, fue el local el que más lo buscó y pudo abrir el marcador, pero no estuvo fino en los últimos metros y no pudo convertir.

Cada técnico dispuso una formación alternativa, teniendo en cuenta que el próximo jueves ambos tendrán los partidos revancha por los octavos de final de la Copa Libertadores de América y prefirieron no arriesgar a la mayoría de sus titulares.

Así, el partido salió chato y aburrido. Sabido es que los suplentes del conjunto Millonario no suelen tener buenas actuaciones, demostrando, en cada ocasión que tienen, porque no suelen ser tenidos en cuenta por Marcelo Gallardo para el primer equipo.

Por su parte, Racing fue al Monumental a esperar y ver si, por alguna casualidad como la del torneo pasado, podía encontrarse con alguna situación, que nunca llegó. Un equipo timorato que nunca llevó peligro al arco de Marcelo Barovero y que fue con más intenciones de cumplir con el fixture que de intentar algo para cambiar el rumbo del partido.

En este contexto, toda la responsabilidad cayó sobre el conjunto de la banda, que era local y que quería seguir prendido en el campeonato, pero chocó con sus propias limitaciones y nunca pudo romper el cero.

De hecho, casi no se cuentan situaciones de gol, más allá de algún remate de afuera del área que exigió al Nelson Ibáñez o algún centro que no llegaron a conectar los hombres millonarios dentro del área chica.

El otro foco de este encuentro se posaba sobre que jugador sería el indicado para reemplazar a Teófilo Gutiérrez en el partido en la Bombonera del próximo jueves. Las posibilidades, en un principio parecen ser tres: Fernando Cavenaghi, Leonardo Pisculichi y Gonazlo Martínez.

El primero jugó todo el encuentro y no tuvo una actuación que lo posicionara como el favorito para ocupar el lugar vacante. Además, sabido es que no es uno de los predilectos del entrenador, lo cual también lo pone más afuera que adentro del choque revancha.

La salida de Leonardo Pisculichi cuando promediaba el complemento, y una actuación aceptable, mostrando, a cuenta gotas, algo de lo que lo posicionó como uno de los favoritos del 2014, pueden llevar a la especulación de que sea el elegido a ocupar un lugar entre los titulares.

La tercera posibilidad, la inclusión del Pity, es la que deja más dudas. Su ingreso no modificó el trámite del partido y no suele tomar buenas decisiones cuando traslada el balón. Incluso, en su actuación del jueves pasado, a pesar de haber recibido la infracción que terminó en el penal, dejó la sensación de que no estaba para ser titular en un partido tan importante.

Así las cosas, parecería ser que Piscu es el que se perfila para ingresar entre los once, sobre todo para aprovechar su buen pie para le ejecución de la pelota parada. Las que ejecutó frente a la academia tuvieron buen destino y es una característica que escasea en el equipo y que el diez puede aportar.

Pero para analizar el superclásico ya habrá tiempo en la semana y el Muñeco será el encargado de develar la incógnita y ver quién está mejor para ocupar el lugar vacante.

El hecho de terminar la crónica hablando de las posibilidades del próximo jueves, habla a las claras de lo malo que fue el partido contra Racing y de lo poco que dejó para el análisis el clásico más viejo del fútbol argentino.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mercado (6), Pezzella (6), Funes Mori (5); Solari (5), G. Rodríguez (5), Rojas (4), Mayada (6,5); Pisculichi (6); Boyé (6) y Cavenaghi (5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 21’ST G. Martínez (4) por Pisculichi; 30’ST Simeone por Boyé.

Racing Club: N. Ibañez; G. Díaz, Lollo, Y. Cabral, Voboril; Castillón, N. Acevedo, Alvarado, Nagüel; F. Castro y B. Fernández. Director Técnico: Diego Cocca.

Ingresaron: 27’PT Acuña por Alvarado; 17’ST Videla por Castillón; 23’ST Boy por Castro.

Resumen

Goles: no hubo.
Incidencias: no hubo.
Arbitro: D. Abal (bien)
Figura: Mayada (Riv)

viernes, 8 de mayo de 2015

En ventaja

Copa Libertadores 2015 – Octavos de final – Ida – 7 de mayo de 2015
River Plate 1 – Boca Juniors 0

Ponzio, figura en su regreso (foto River Plate)













Se fue el primer chico de la serie de octavos de final entre River y Boca. También se fue el segundo encuentro de la trilogía y, por ahora, hay una victoria por bando. Por supuesto que ambos son en diferentes contextos y con valores distintos.

Se había dicho que el del domingo pasado era el menos importante de los tres, lo cual no quiere decir que no fuera importante, y que lo que se empezaba a jugar el jueves era lo más relevante de este trío de superclásicos.

Y River empezó con el pie derecho. Hizo lo que tenía que hacer. Se quedó con la victoria en su casa y sin recibir goles, lo cual le otorga un plus para la revancha, ya que obliga a Boca a, no solo tratar de hacer un gol, sino que también a estar atento en defensa porque una anotación en contra lo obliga a duplicar la cantidad de goles a convertir.

Durante el primer tiempo, la sensación en la cancha era que la visita estaba mejora parada. Llegaba con su fama de equipo compacto, imbatible y con el mejor plantel de la Argentina. Hacía circular la pelota con velocidad y a un toque, mostrando buen juego asociado y muchas variantes.

Al Millo le costó hacer pie, pero a los quince minutos logró asentarse y Leonardo Ponzio comenzó a ser el dueño del mediocampo. Sin dudas, es Leo el ejemplo de cómo deben jugarse estos partidos. Mucho sacrificio, garra y entrega, pero tratando siempre de darle buen destino al balón.

Con el correr de los minutos, el local comenzó a sentirse más cómodo con la famosa presión alta. Los problemas aparecían cuando le visita rompía esa presión y lograba colocar mano a mano a Luciano Pavón con Leonel Vangioni o Emanuel Mamanna, el juvenil estuvo impasable, y siempre llegaba algún compañero para cerrar y despejar el peligro.

De todos modos, y a pesar de tener mucho dominio del balón en la primera mitad, las jugadas de riesgo fueron casi todas de River, y los xeneizes solo merodearon el área con intenciones, pero no patearon al arco.

En el complemento se vio la peor cara de este River. Muchos errores y desconcentraciones, a tal punto que a los veinte segundos, Joanthan Calleri pudo abrir el marcador, pero Marcelo Barovero logró desviar al córner con la punta del dedo de su mano derecha.

También aparecieron los famosos errores de Ramiro Funes Mori, con la fortuna de que, en esta ocasión, no terminó en un gol en contra. Así iban pasando los minutos. Con Boca intentando llegar cada vez con más peligro, sin lograrlo, y con River tratando de mantener su nivel de la primera mitad.

Cuando por fin logra hace pie nuevamente, las cosas parecían complicarse ya que Ponzio tuvo que salir por una sobrecarga muscular. En su lugar entró Camilo Mayada y, minutos antes, lo había hecho Gonzalo Martínez por Sebastián Driussi, que otra vez jugó un buen partido, sobre todo en el primer tiempo.

Estos ingresos le dieron más vértigo y velocidad al Millonario, pero perdió un poco de equilibrio, recuperación y presión en el medio. Herramientas que habían sido la clave para emparejar el buen juego de la visita y neutralizar su producción futbolística.

Pero fue el Pity quién, con su velocidad, logró meterse en el área tras un pelotazo cruzado y, luego de enganchar y forcejear con Fernando Gago, consiguió que éste le cometiera penal. Carlos Sánchez se hizo cargo de la ejecución y se sacó la mufa al poder convertirle su primer gol a Boca con la camiseta de la banda roja.

Faltaban diez minutos más el adicional y el xeneize comenzaba a dejar espacios atrás en busca del empate. Pero a poco del final, Teófilo Gutiérrez se hizo expulsar por una infracción a un defensor rival y el Millo prefirió refugiarse e intentar salir de contra para aprovechar algún hueco.

Ninguno de los dos pudo hace nada más y el partido se murió con el 1 a 0 a favor de River que lo deja bien parado para la revancha, pero que no deberá confiarse porque la ventaja es escasa y porque Boca ya demostró, el último domingo, que en dos minutos te puede hacer dos goles.

Un párrafo aparte para la actuación de Germán Delfino. Su actuación fue muy mala. Omitió expulsiones alevosas (la patada de Funes Mori por la cual lo amonestó) y se empezó a enredar en sus errores tratando de compensarlos cobrando todas las divididas para la visita.

El próximo jueves el auriazul tendrá la responsabilidad de ir a buscar el resultado y, teniendo en cuenta la ausencia obligada de Teo, el Millo tal vez pueda apostar a una dupla ofensiva más veloz. Deberá mantener la intensidad de este encuentro y tendrá que ser inteligente para aprovechar al máximo algún error que pueda cometer Boca. Un gol de River en la Bombonera puede ser decisivo para empezar a soñar con el pase a cuartos.

Formaciones

River Plate: Barovero (8); Mamanna (8), Maidana (7), Funes Mori (6), Vangioni (6); C. Sánchez (7), Kranevitter (7), Ponzio (8), Driussi (7); Mora (6) y T. Gutiérrez (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 26’ST G. Martínez (5) por Dirussi;  28’ST Mayada (5) por Ponzio.

Boca Juniors: Orión; Marín, D. Díaz, Torsiglieri, Colazo; P. Pérez, Cubas, Gago; Lodeiro, Calleri y Pavón. Director Técnico: Rodolfo Arruabarrena.

Ingrearon: 33’PT Burdisso por D. Díaz; 31’ST Carrizo por Pavón; 42’ST Osvaldo por Calleri.

Resumen

Goles: 36’ST C. Sánchez –p– (Riv).
Incidencias: 42’ST esxpulsado T. Gutiérrez (Riv)
Arbitro: G. Delfino (mal)
Figura: Ponzio (Riv)

domingo, 3 de mayo de 2015

Con los cambios

Torneo de Primera División 2015 – Fecha 11 – 3 de mayo de 2015
Boca Juniors 2 - River Plate0

Gallardo tendrá mucho trabajo (foto River Plate)













Así lo ganó Boca. Con las modificaciones que metió Rodolfo Arruabarrena y, también, con las que hizo Marcelo Gallardo. No solo porque los goles los convirtieron dos de los hombres que ingresaron, sino porque los cambios del Muñeco desestabilizaron la poca firmeza que tenía el equipo en el medio.

No fue para nada bueno el partido de River. En el primer tiempo, el local armó todas las jugadas por derecha, la izquierda de la defensa Millonaria, y Leonel Vangioni hizo agua cada vez que lo encararon. De hecho, al minuto dejó muerto un balón dentro del área chica que no terminó en gol de milagro, solo porque Marcelo Barovero estuvo rápido de reflejos.

Pero los primeros quince minutos fueron todos de Boca. Un tiro en el palo y una mala definición de Andrés Chavez, de frente al arco, podrían haber abierto el marcador. A partir de allí, la visita comenzó a emparejar el trámite, casualmente, con el crecimiento de Matías Kranevitter, el único del medio que rindió a la altura de la circunstancias. Corrió, marcó y recuperó, casi siempre, solo frente a dos o tres jugadores xeneizes.

Esta fue una constante. Boca es un equipo más veloz y entero físicamente, preparado para correr, y se notó. Cuando un jugador del Millo tenía la pelota, siempre había dos o tres auriazules encima, presionando y forzando la pérdida o el error. Para colmo, tiene un banco más amplio para buscar variantes y poner piernas frescas, cosa que se notó, justamente, en los últimos minutos.

La primera jugada de riesgo de River fue a los 35 minutos de la primera etapa. Un remate furtivo de Carlos Sánchez que dio en el travesaño luego de una contra bien manejada por el conjunto del Muñeco. Pero eso fue todo.

En el complemento entró más comprometido y tuvo un par de ocasiones. Sobre todo por la insistencia de Rodrigo Mora, que buscó rematando desde afuera, exigiendo a Agustín Orión y, luego, pegando la pelota en el ángulo del arco del uno local.

A los veinte minutos comenzaron las modificaciones. El Vasco entendió que Kranevitter estaba ganando el medio y puso a Fernando Gago para tener la pelota; a Cristian Pavón fresco para encarar a un endeble y cansado Vangioni; y a Pablo Pérez para ayudar en el medio.

A su vez, el Muñeco puso a Fernando Cavenaghi y a Gonzalo Martínez. El primero no modificó el funcionamiento, Cavegol casi no tocó la pelota y en una de las pocas que lo hizo, la perdió y generó la jugada que terminó en la apertura del marcador.

El segundo fue el cambio que rompió el funcionamiento táctico de River. Sebastián Driussi estaba teniendo un buen partido ocupando el sector izquierdo del medio y ayudando al Colo. La entrada del Pity le quitó retroceso al equipo y dejó más abierto aún al equipo en el lateral izquierdo, a tal punto que la jugada del gol llegó por allí.

Así, en tan solo cuatro minutos, Boca se llevó un resultado que parecía estar encaminado al empate en cero. Por virtudes propias, por tener un recambio que le permite tener varias alternativas dentro de un mismo partido y por la lucidez de su técnico de interpretar que es lo que necesitaba para cambiar el rumbo del partido.

También hay que decir que River perdió bien, y que viene repitiendo las mismas falencias en todos los partidos. Sigue dejando puntos por desatenciones defensivas y cometiendo errores que termina pagando muy caro.

El primero chico quedó para ellos. Decir que este partido era el menos importante de los tres es una falsedad. Al ganador le daba la posibilidad de quedar como único puntero y de jugar más relajado el partido del próximo fin de semana por el torneo local. Mientras que el derrotado, además del golpe anímico, no podrá descuidarse para no perder el tren y llegará más presionado al primer cruce por Copa.

Ahora viene el encuentro de los octavos de final. El primero de una serie que será durísima y para la cual River deberá mejorar muchísimo si no quiere llevarse una decepción más grande frente a su clásico rival.

Formaciones

Boca: Orión; Peruzzi, D. Díaz, G. Burdisso, Monzón; Meli, Cubas, Lodeiro; Carrizo, Osvaldo y Chávez. Director Técnico: Rodolfo Arruabarrena.

Ingresaron: 16’ST Gago por Chávez; 22’ST Pavón por Carrizo; 34’ST P. Perez por Meli.

River Plate: Barovero (6); Mamanna (5), Maidana (6), Pezzella (4), Vangioni (3); C. Sánchez (4), Kraneviettar (7), Rojas (4), Driussi (5); Mora (6) y T. Gutiérrez (4). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 25’ST F. Cavenaghi (4) por T. Gutiérrez; 25’ST G. Martínez (4) por Driussi; 41’ST Mayada por Mamanna.

Resumen

Goles: 38’ST C: Pavón (Boc); 42’ST P. Pérez (Boc)
Incidencias: no hubo.
Arbitro: P. Loustau (bien)
Figura: Pavón (Boc)
El mejor de River: Kranevitter