jueves, 29 de octubre de 2015

Sin merecerlo

Copa Sudamericana 2015 – Cuartos de final vuelta – 28 de octubre de 2015
Chapecoense (Bra) 2 (3) – River Plate 1 (4)

Sánchez, la clave de la serie (foto River Plate)













Por primera vez, en una serie mano a mano por torneos internacionales, se vio un River superado en todo aspecto, que mereció una derrota más abultada, pero la suerte estuvo de su lado y logró obtener el pase a las semifinales de la Copa Sudamericana.

Decir que el Chapecoense fue muy superior a este River solo se puede sostener desde el pobrísimo rendimiento del Millonario a lo largo de los noventa minutos. El conjunto brasileño desbordó a la defensa de la banda por los laterales y llenó el área de centros. Con ese simple argumento, le bastó para dejar al Millo al borde de la eliminación.

La flojísimas actuaciones de Mercado y Casco, mirando los dorsales de las casacas verdes en cada ataque local, y la pobrísima actuación de Balanta, responsable en ambos goles, complicaron una clasificación que debió ser más holgada por el resultado de la ida, y por la historia y los nombres de cada equipo.

Pero ya nadie gana con la camiseta. El partido en el Monumental se había complicado por una distracción y las individualidades lograron destrabar un encuentro que podría haber puesto en peligro la clasificación mucho antes.

La revancha fue peor aún. Un equipo inconexo, distraído, sin peso en ataque y muy endeble en defensa, que sufría anta cada pelota que pasaba cerca del área, contra uno que parecía oler sangre y se agrandaba, dentro de sus limitaciones, ante los horrores del conjunto visitante.

Lo único rescatable es que se logró el pase a las semifinales, pero esta no es la manera. Sufriendo ante un rival que, en los papeles, era inferior y al cual, si se lo atacaba un poco, se le podría haber marcado algún gol más.

Comienza a ser preocupante el rendimiento de los dirigidos por Marcelo Gallardo. Hace varios encuentros que las actuaciones son malas y siempre se piensa que peor no se puede jugar. En Chapecó superaron ampliamente la peor actuación de la era Gallardo y ojalá sea la última vez que se vea al equipo con tal nivel de desconcentración y desinterés.

Por otro lado, hay que mencionar la importancia de Carlos Sánchez. El gol, que a la postre sería el que le brinda el pase a semifinales al conjunto de Núñez, llega por una jugada armada por él. Trasladó, abrió la cancha para Pisculichi y fue a buscar el centro al punto del penal para cabecear al gol cuando se moría el primer tiempo.

Aunque el Negro no está en un nivel alto, es, sin dudas, el mejor jugador de este plantel. Lo que en la NBA llaman jugador franquicia. El uruguayo siempre da la cara ante situaciones adversas. En la serie, el Millo convirtió cuatro goles, y tres fueron de él.

Por eso llama poderosamente la atención las demoras en renovarle el contrato a un jugador que es clave en el sistema del Muñeco, que ha mostrado una evolución y adaptación a la camiseta que pocos jugadores pueden lograr, que es satisfacción garantizada y que, como si fuera poco, convierte muchos goles.

Aparentemente hay diferencias en los números de su contrato y es por eso que los dirigentes no acceden a la renovación. La pregunta que deberían hacerse quienes comandan desde los escritorios es si hay en el mercado un jugador que pueda hacer las veces de Sánchez y si su cotización, o lo que se gaste en él, sería mucho menos que lo que pide el oriental. De lo contrario, estarían haciendo un muy mal negocio.

River volverá a jugar una semifinal de un torneo continental, la tercera en forma consecutiva, y deberá esperar al resultado del encuentro entre los Independientes (de Santa Fé, Colombia, y de Avellaneda) para saber quién será su rival. De pasar el de Buenos Aires, el Millo enfrentará a Sportivo Luqueño de Paraguay, de lo contrario, será Huracán el adversario.

Formaciones

Chapecoense (Bra): Danilo; Caramelo, Dener, Thiego, Neto; Cléber Santana, Gil, Nenem; Maranhao, Bruno Rangel y Ananias . Director Técnico: Guto Ferreira.

Ingresaron: 23’ST Camilo por Nenem; 29’ST Tulio de Melo por Maranhao; 41’ST Tiago Luis por Caramelo .

River Plate: Barovero (5); Mercado (2), Maidana (3), Balanta (1), Casco (2); C. Sánchez (5), Kranevitter (4), Ponzio (3); Piscullichi (4); Driussi (2) y Mora (3). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 17’ST Viudez (4) por Ponzio;  18’ST Mammana (4) por Balanta; 32’ST L. González por Pisculichi.

Resumen

Goles: 20’PT Bruno Rangel (Cha); 46’PT C. Sánchez (Riv); 7’ST Bruno Rangel (Cha).
Incidencias: no hubo
Arbitro: J. Bascuñán (Chi) (regular)
Figura: Bruno Rangel (Cha)

jueves, 22 de octubre de 2015

Un gol de visitante

Copa Sudamericana 2015 – Cuartos de final Ida – 21 de octubre de 2015
River Plate 3 – Chapecoense (Bra) 1

Piscu, autor de un golazo (foto River Plate)













River logró un buen resultado, con una buena ventaja, lástima que Chapecoense pudo convertir un gol, que en principio, podría complicar las cosas de cara a la revancha. Más allá de la diferencia, sería conveniente conseguir una anotación en Brasil para obligar al rival a marcar tres tantos.

El partido del Millonario fue aceptable. Tuvo varios pasajes de buen fútbol y mostró buenas intenciones para intentar llegar al arco rival, ante un rival que se sabe inferior y que, por momentos, evidenciaba claramente la diferencia de categoría entre ambos.

El juego podría dividirse en tres momentos. Los 35 minutos iniciales, hasta el gol del conjunto brasileño; desde allí hasta la finalización de la primera etapa; y el complemento. En esos tres pasajes, se puede resumir la actualidad de este River.

El Millonario salió con la firme intención de marcar la diferencia valiéndose de la tenencia del balón. Lo hizo circular, buscó los espacios y puso en evidencia las diferencias futbolísticas entre ambos, aunque faltaban las situaciones claras de frente al arco.

El conjunto de Chapecó despejaba como podía la pelota cuando llegaba cerca de su área, y el partido se jugaba en campo visitante. Luis González y Pisculichi manejaban los hilos del equipo y, aunque le faltaba profundidad, las alternativas del juego dependían de lo que ellos hicieran con la pelota en sus pies.

Así, una recuperación de Casco en mitad de cancha, cayó en los pies de Lucho que habilitó al lateral, quien ganó la posición en velocidad y metió un centro bajo al punto del penal por donde entraba Carlos Sánchez, que definió de zurda al segundo palo. Un golazo, muy parecido al de Piscu en la semifinal de la Sudamericana 2014 contra Boca, pero con una elaboración más limpia.

A partir de allí parecía que el Millo podía tranquilizarse, trabajar para aumentar la ventaja y hacer una diferencia más cómoda para viajar a Brasil, sobre todo porque el visitante no brindaba garantías en defensa.

Pero no fue así. Por el contrario, River comenzó a bajar la intensidad, a descansar con la posesión y mostrar esa faceta cansina de otros partidos. Para colmo, tuvo la posibilidad de aumentar la ventaja pero falló, y en la jugada siguiente, llegó el empate del conjunto verde.

Como pasa últimamente, en la primera llegada clara en contra con peligro, lograron convertirle a la defensa de la banda. Balanta perdió de cabeza cuando salió hasta mitad de cancha para buscar un pelotazo, la pelota cayó en su sector, a donde tuvo que cruzar Maidana, pero perdió con el delantero, que le ganó la espalda, y definió cómodo ante la salida de Barovero.

Sorpresa en el estadio y el comienzo del segundo momento, donde reinaba el desconcierto y la tensión. Chapecoense comenzó a creer que podía y, fortalecido por el nerviosismo local, intentó llegar con más peligro.

Mientras tanto, River comenzaba a errar pases fáciles, perdía el dominio de la pelota y varios jugadores comenzaban a cometer errores infantiles en la entrega y el manejo del balón. Era imperiosa la finalización de la primera etapa para refrescar las cabezas.

Al parecer, el reto en el vestuario fue importante, porque en el complemento (el tercer momento del encuentro) el Millo volvió a salir con la firme intención de lograr el desnivel y una ventaja tranquilizadora.

La temática fue la misma que el comienzo del partido. Mucha tenencia, circulación y poca profundidad. Solo algunos arrestos individuales, pero con poca precisión en los últimos metros, incluido un disparo de Maidana en el poste tras un tiro libre de Piscu.

Y fue el enganche quién logro el desnivel al ejecutar una falta al mejor estilo Cristiano Ronaldo. Un balazo al ángulo que fue imparable para el uno visitante y que le devolvía la ventaja en el marcador al Millonario.

Luego ingresaron Viudez y Gonzalo Martínez para imprimir más vértigo al ataque y tratar de abrir la cancha para encontrar una diferencia más tranquilizadora, que llegó cerca del final, otra vez, por intermedio del Negro Sánchez.

La distancia de dos goles es positiva, sobre todo por las limitaciones que mostró el equipo brasileño, pero no es para confiarse. Un gol en contra tempranero en Chapecó puede ajustar la serie y complicar las cosas. Por eso, al principio, se destacó la necesidad de convertir un gol en la revancha.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mercado (5), Maidana (5), Balanta (4), Casco (6); C. Sánchez (8), Kranevitter (6), L. González (6,5); Piscullichi (6,5); Driussi (5) y Mora (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 15’ST Viudez (5) por L. González;  27’ST G. Martínez por Pisculichi; 37’ST Ponzio por Kranevitter.

Chapecoense (Bra): Danilo; Apodi, Dener, Vilson, Neto; Cléber Santana, Gil, Camilo, Maranhao; William Barbio y Tulio de Melo . Director Técnico: Guto Ferreira.

Ingresaron: 0’ST Ananias por Barbio; 29’ST Tiago Luis por Maranhao.

Resumen

Goles: 20’PT C. Sánchez (Riv); 37’PT Maranhao (Cha); 17’ST Pisculichi (Riv); 40’ST C. Sánchez (Riv).
Incidencias: no hubo
Arbitro: J. Fuentes (Uru) (bien)
Figura: C. Sánchez (Riv)

lunes, 19 de octubre de 2015

Otro ascendido

Campeonato de Primera División 2015 – Fecha 28 – 19 de octubre de 2015
River Plate 1 – Aldosivi (MdP) 1

Mora, autor del gol (foto River Plate)













Cosas increíbles le están pasando a River. Cosas que nos remiten a épocas donde las mieles del éxito no eran moneda corriente. Situaciones irrisorias que hacen que cualquier análisis carezca de sentido.

Podemos decir que el Millonario empezó bien el partido, pareciéndose más a ese que quiere Marcelo Gallardo que al que se vio en Avellaneda y Florencio Varela. Un once inicial con mayoría de titulares y otra actitud.

En frente, un rival ascendido, de esos que solo piensan en proteger su arco y trata de meter alguna de las pocas que tienen, si es que tienen alguna, en el arco de enfrente.  Aldosivi, que ya tenía asegurada su permanencia en Primera para la próxima temporada, y que visitaba por primera vez en su historia el Estadio Monumental.

 En los primeros diez minutos parecía que el local se lo llevaba puesto. El conjunto marplatense no hacía pie en la cancha, los hombres de la banda pasaban a toda velocidad por los laterales y tiraban centros bajos al punto del penal, donde no había nadie, ni propios, ni extraños.

En una de esas, Lucho pegó un tiro en el palo, cuando ingresaba solo frente al arco y en el rebote Driussi definía en posición adelantada. El inicio era un monólogo. Pero nadie llegaba para definir y Campodónico se iba convirtiendo de a poco en figura del encuentro.

Pero el envión duró apenas unos minutos más. A los dieciséis llegó la primera jugada de peligro del Tiburón. Un tiro de esquina que Lugüercio (nos tiene de hijos) cabeceó, tirándose hacia adelante, al segundo palo, venciendo a Barovero. Una llegada y un gol. Historia repetida en el campeonato local y, sobre todo, con los equipos recién ascendidos.

La ventaja era injusta, pero los goles se deben hacer, y cuando los haces, te los tienen que cobrar, de lo contrario, se terminan pagando en la propia portería. River pudo empatarlo varias veces, pero el juez de línea del primer tiempo tenía un resorte en el brazo y cobró fuera de juego cada vez que un hombre con la banda roja se metía en el área rival.

En el complemento el apuro fue el común denominador del juego. El Millo llegaba a tres cuartos del campo rival y no sabía qué hacer con la pelota, ante un rival ordenado que no dejaba espacios y revoleaba todo lo que pasaba cerca.

Luego llegaron los cambios para intentar darle más dinamismo, gambeta y pierna fresca, pero el resultado fue el mismo: chocar contra camisetas verdes y amarillas. Hasta que una habilitación “picadita” cayó en los pies de Rodrigo Mora, quien logró poner el empate y un poco más de justicia en el marcador.

A partir de allí se acentuó el aguante visitante y la impericia local. El encuentro terminó empatado y, una vez más, un equipo ascendido se lleva puntos del Monumental. Aldosivi se suma a la larga lista que conforman Unión (Santa Fé), Quilmes, San Martín de San Juan, Temperley y Huracán. Todos se fueron festejando del Vespucio Liberti.

Está claro que el plantel está pasando por un período de transición, pero sigue preocupando la cantidad de puntos perdidos en casa, la costumbre de regalar un tiempo y el alto porcentaje de goles en contra en función de las llegadas recibidas. River perdió la solidez defensiva que exhibía en los torneos continentales para pasar a recibir goles con apenas una o dos llegadas en su arco.

En contrapartida, no tiene la misma efectividad cuando ataca. Es un equipo que sin un goleador como Alario, tiene que llegar cinco o seis veces para vencer al portero rival. Estas dos facetas son el principal problema a resolver de cara a las siguientes fases de Sudamericana, sobre todo por la importancia del gol de visitante.

La rotación impuesta para el Muñeco también parece excesiva, sobre todo porque guardó a un jugador como Maidana, por citar un ejemplo, para improvisar a Mercado de dos (posición que conoce pero que hace mucho no ocupa) teniendo un partido irregular coronado con una tonta expulsión.

Excesiva porque hay muchos jugadores que están jugando un partido por semana y solo los que fueron a sus selecciones tuvieron ritmo de competencia y, curiosamente, todos ellos fueron titulares frente a Aldosivi: Mayada, Balanta, Kranevitter y C. Sánchez.

Si el Muñe está buscando el equipo, quizás debería darle rodaje a aquellos que él cree que serán los titulares de cara a los dos objetivos que quedan en el semestre para que se vayan aceitando en la competencia. Seguramente tenga sus buenas razones para no hacerlo.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mayada (6), Mercado (4), Balanta (5), Casco (5); C. Sánchez (5,5), L. González (6), Kranevitter (7); Pisculichi (5,5); Driussi (5) y Mora (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 0’ST Viduez (4) por C. Sánchez; 16’ST G. Martínez (4,5) por L. González; 16’ST Saviola (4) por Pisculichi.

Aldosivi (MdP): Campodónico; Quilez, J. Galván, Lequi, G. Díaz; Lugüercio, Lamberti, M. Rivero, S. Rosales; R. Martínez y Sand. Director Técnico: Fernando Quiroz.

Ingresaron: 27’ST León por Lugüercio; 39’ST Seccafien por Rosales; 44’ST Capurro por M. Rivero.

Resumen

Goles: 16’PT Lugüercio (Ald); 29’ST Mora (Riv)
Incidencias: 46’ST expulsado Mercado (Riv)
Arbitro: G. Delfino (regular)
Figura:  Kranevitter (Riv)

miércoles, 14 de octubre de 2015

Indefendible

Campeonato de Primera División 2015 – Fecha 19 – 14 de octubre de 2015
Defensa y Justicia 1 – River Plate 0

El equipo alternativo de River (foto River Plate)













Otra vez River perdió jugando muy mal y casi sin generar situaciones de peligro. Otra vez un equipo alternativo que deja pasar la posibilidad de, por lo menos, mostrar orgullo y ganas de querer ganarse un lugar. Otra vez un partido para el olvido.

Después del cachetazo que le había propinado Independiente hace poco más de una semana, se esperaba una reacción en el Millonario. Un golpe de timón que permitiera revertir esa imagen pálida y paupérrima que se vio en Avellaneda.

Pero la visita a Florencio Varela fue más de lo mismo. Con un equipo completamente diferente al que enfrentó al rojo (solo cuatro nombres se repitieron) River volvió a caer ante un rival que le faltaba un punto para quedarse en Primera División y demostró ganas de obtener las tres unidades desde el primer segundo de juego.

Y con ese ímpetu inicial le alcanzó para llevarse puesto a este River timorato y anodino, con varias caras que ya son frecuentes en este tipo de rendimientos. A los tres minutos, Busse clavó un zapatazo en el ángulo de Julio Chiarini y eso fue suficiente para quedarse con la victoria.

Las mieles del éxito suelen marear a los hombres, hacerlos confundir el camino y perder el rumbo. Lo curioso es que, la mayoría de los que jugaron esta noche, no fueron parte importante de los logros conseguidos, y deberían mostrar otra faceta, con más hambre.

El desinterés y las pocas ganas que muestran algunos jugadores los llevan a tener rendimientos pobrísimos. Pero probablemente ellos no sean los únicos responsables de esta situación.

Así como se le reconoce a Marcelo Gallardo su capacidad y habilidad para analizar situaciones y resolverlas. La nobleza obliga a mencionar que el principal responsable de estas actuaciones es el técnico, presentando un equipo que no está a la altura de la camiseta que visten.

Muchos de los que fueron titulares ya han dado sobradas muestras de que no están a la altura, por lo tanto, insistir con ellos es casi un capricho. Ya han dejado pasar innumerables ocasiones y no hay indicios de que puedan mejorar sus actuaciones.

Está bien y es entendible que los objetivos del semestre son otros. La Copa Sudamericana y el Mundial de Clubes son desafíos mucho más interesantes que tener que cumplir con el fixture del torneo local. Pero River no se puede dar el lujo de deambular por la competencia local sin pena ni gloria.

No hay que olvidarse que por menospreciar las últimas fechas de un campeonato y mirar para otro lado, el Millonario terminó saliendo último luego de salir campeón y pagó con el peor castigo que un equipo de Primera División puede sufrir.

La grandeza de River obliga a salir a ganar todos los partidos. A poner lo mejor que esté a disposición para lograr los tres puntos. La historia de la banda roja se forjó a fuerza de victorias y respeto, hacia el rival y hacia cada competencia que enfrentó. Entrar a jugar un partido solo por el hecho de que está en el calendario no es aceptable con esta camiseta, aquellos que no lo entiendan así, deberían armar el bolso y buscarse otro destino.

Es inaceptable que River se retire del certamen local, luego de ganar la Copa Libertadores, con dos victorias en nueve partidos. Aún quedan tres fechas por delante, que deberán asumirse con responsabilidad para intentar ganar los tres puntos en cada una de ellas y revertir esta imagen impresentable e indefendible.

Esto es River; River se sinónimo de exigencia; y la exigencia lleva a tener que salir a jugar cada partido como si fuese el más importante. Así debe ser. Así lo debe entender el técnico y ese es el mensaje que debe bajar a sus jugadores para que actuaciones como las últimas no se vuelvan a repetir.

Formaciones

Defensa y Justicia: Arias; D. Martínez, Matheu, R. Delgado, Yacuzzi; M. Benítez, Leyes, Busse, Rivero; Rius y Sánchez Sotelo. Director Técnico: Ariel Holan.

Ingresaron: 14’ST Tellechea por Busse; 14’ST J. Rodríguez por Sánchez Sotelo; 34’ST Barbieri por Rius.

River Plate: Chiarini (7); Solari (4), Mammana (5), G. Rodríguez (4), Vega (5); Viudez (3), Ponzio (4), Bertolo (2); G. Martínez (2); Driussi (4) y Saviola (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 14’ST Mora (4) por Bertolo; 19’ST L. González (5) por Saviola; 20’ST Salto por  G. Martínez.

Resumen

Goles: 3’PT W: Busse (DyJ)
Incidencias: 11’PT expulsado Gallardo (Riv)
Arbitro: D. Abal (aceptable)
Figura: J. Chiarini (Riv)

domingo, 11 de octubre de 2015

Por fin se jugó

Copa BBVA Francés – Córdoba – 10 de octubre de 2015
River Plate 1 – Boca Juniors 0

Los ganadores (Foto Olé)













Después de muchas idas y vueltas, fechas tentativas y postergaciones, se llevó a cabo el superclásico pactado a jugarse en la provincia de Córdoba, organizado por el sponsor de las camisetas de ambos equipos.

El partido fue entretenido, con una buena actuación del conjunto Millonario, que encontró el gol apenas empezado el partido con una exquisita jugada y mejor definición de Luis González.

El partido le sirvió a Marcelo Gallardo para probar seguir buscando el funcionamiento que pretende para su equipo de cara a la Copa Sudamericana y el Mundial de Clubes.

Además, probó algunas variantes en posiciones donde el equipo venía teniendo dudas y actuaciones flojas. La más importante, la del segundo marcador central, lugar que en principio es de Balanta, pero sus actuaciones no están siendo del todo buenas y Mammana mostró que puede cumplir bien en ese rol.

La expulsión de Monzón a mediados de la primera etapa facilitó un poco las cosas. Más allá de que ninguno quería perder, se notó que las prioridades para ambos equipos son otras. Para uno el plano internacional y para otros el ámbito local.

Finalmente, el último superclásico del año fue para River, que festejó una vez más en una provincia que le siente bien para enfrente a su clásico rival.

Formaciones

River Plate: Chiarini; Mercado, Maidana, Mammana, Vega; L. Gozález, Ponzio, Bertolo; Pisculichi; Viudez y Mora. Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 22’ST Saviola por Bertolo; 22’ST G. Martínez por Pisculichi; 29’ST Driussi por L. González.

Boca Juniors: Sara; Marín, Rolín, Magallán, Monzón; Fuenzalida, Cubas, Meli, Bentancur; Pavón y A. Chávez. Director Técnico: Rodolfo Arruabarrena.

Ingresaron: 16’ST Palacios por Pavón; 16’ST Cristaldo por Meli; 36’ST Komar por Fuenzalida.

Resumen

Goles: 6’PT L .González (Riv)
Incidencias: 26’PT expulsado Monzón (Boc)
Arbitro: F. Beligoy
Figura: vacante

lunes, 5 de octubre de 2015

Superado

Campeonato de Primera División 2015 – Fecha 27 – 4 de octubre de 2015
Independiente 3 – River Plate 0
Gallardo en su peor partido (foto River Plate)














Ampliamente superado. River jugó el peor partido de la era Gallardo. Incluso, el mismo entrenador reconoció, en la rueda de prensa post partido, que se había equivocado, que había errado en el planteo y que Independiente había sido mejor que su equipo. 

Es saludable que el entrenador asuma su responsabilidad sin buscar chivos expiatorios. Tranquilamente podría haberse excusado con el penal no cobrado contra Driussi o con el pobre arbitraje de Néstor Pitana, como suelen hacer los técnicos cuando no se dan los resultados que pretenden. 

El Muñeco fue autocrítico. Reconoció que pensó el partido de una manera que nunca se llevó a cabo. Quiso poblar el campo de juego con hombres para tener la pelota, hacerla circular y jugar rápido, pero nunca tuvo en cuenta la recuperación y el equipo se mostró desbalanceado y sin profundidad. 

El rojo presionó constantemente en la salida y el medio, evitando que la pelota estuviera en poder del Millo. Con Kranevitter muy solo en el medio y los laterales descompensados, el conjunto de Avellaneda se hacía un festín por las bandas. 

Los tándems Mayada-Martínez y Casco-Bertolo siempre corrieron de atrás. Los mediocampistas no volvían para ayudar en la marca y los defensores perdían siempre sus espaldas, dejando el campo abierto para que Vera, Benítez y Trejo enfrentaran mano a mano a Maidana y Balanta. Para colmo, Jony tuvo uno de los peores partidos de los últimos tiempo, desbordado e impreciso. 

Mauricio Pellegrino ya había derrotado al River de Gallardo en el Torneo de Transición 2014. Aquella vez con un gol de Vera tras un error de Barovero (y luego de haber caído dos veces por la Copa). En esta ocasión logró los tres puntos siendo ampliamente superior. Su planteo fue muy similar al de aquel River campeón de la Sudamericana 2014, con la presión alta y no dejando jugar al rival, mostró ser uno de los técnicos que más complican al Muñeco. 

Además, los errores defensivos del Millo en el estadio Libertadores de América no se habían visto ni sumando todos los partidos de la gestión Gallardo. En el primer gol, Tagliafico se filtró entre dos defensores sin oposición, mientras Balanta hacía la vista gorda. En el penal, Casco miró como la pelota le pasaba por arriba y solo reaccionó cuando vio al jugador de Independiente que pasaba corriendo. Infantilmente, fue a chocarlo dentro del área mientras el rival esperaba parado, un error de amateur. 

En ningún momento hubo equivalencias. Lo mejor que podía pasarle a River era que el primer tiempo se acabara cuanto antes, aunque el partido ya estaba terminado con el gol de penal de Diego Rodríguez y la expulsión de Pisculichi por una entrada a destiempo en la mitad de cancha. 

En el complemento, el Muñe realizó dos modificaciones que no cambiaron el rumbo del encuentro, pero dejaron en evidencia las flojas actuaciones de varias de las incorporaciones. Para colmo, Pitana obvio cobrar un claro penal sobre Driussi que podría haber abierto un poco la ilusión del empate. 

Fuero 45 minutos que solo sirvieron para que el local se luciera. Sobre el final llegó la tercera anotación, pero antes podrían haber marcado muchas más. La desidia y falta de compromiso que se vio en muchos jugadores es propia de aquellos que juegan para cumplir con el compromiso. 

Aunque sea reiterativo, y se advirtió en este espacio hace varias fechas, River no puede terminar el torneo deambulado y regalando puntos. Los jugadores tienen que ser conscientes que tienen la banda roja en el pecho y, aunque el técnico asuma su error, ellos deben dar el máximo hasta las últimas consecuencias. 

Actuaciones como las de Bertolo, Gonzalo Martínez, Casco, Mayada y Saviola son propias de jugadores que no buscan ni siquiera intentar torcer el rumbo ante la adversidad. El ex Huracán sigue dilapidando oportunidades de mostrar porque se gastó cuarenta millones de pesos en él; Bertolo, por ahora, no justificó la insistencia del Muñeco por tenerlo; Casco empieza a hacer pensar que en el trueque por Boyé salimos perdiendo; y Saviola sigue dando evidencias de porque no fue titular en sus equipos en los últimos años. 

El único aspecto positivo es la autocrítica de Gallardo. Un técnico con todas las letras, que se hizo cargo de su error y asumió las responsabilidades por la magra actuación del equipo, aunque los jugadores también deben mostrar rebeldía cuando las cosas no salen.  Es un mensaje alentador y lleva tranquilidad. El Muñeco dio muestras de capacidad y no quedan dudas de que trabajará para revertir la imagen y evitar repetir los errores. 

Formaciones

Independiente: D. Rodríguez;  Toledo, Pellerano, Cuesta, Tagliafico; J. Méndez, J. Ortíz, M. Benítez, C. Rodríguez; Trejo y D. Vera. Director Técnico: Mauricio Pellegrino.

Ingresaron: 23’ST Mancuello por Trejo; 27’ST Lucero por C. Rodríguez; 39’ST Vidal por M. Benítez.

River Plate: Barovero (4); Mayada (3), Maidana (4), Balanta (4), Casco (2); G. Martínez (3), Kranevitter (4), Bertolo (2); Pisculichi (2); Driussi (2) y Saviola (2). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 0’ST C. Sánchez (4) por Bertolo; Mora (5) por Saviola; 25’ST Viudez (3) por G. Martínez.

Resumen

Goles: 5’PT Tagliafico (Ind); 34’PT D. Rodríguez –p– (Ind); 42’ST Lucero (Ind)
Incidencias: 42’PT expulsado Pisculichi (Riv)
Arbitro: N. Pitana (Mal)
Figura: J. Ortíz (Ind)