lunes, 29 de octubre de 2012

Super Verdes

Torneo Inicial – Fecha 12 – 28 de Octubre 2012
River 2 – Boca 2
Ponzio festeja su gol (foto Telam)















Finalmente llegó el día en que se volvían a cruzar River y Boca. Tras un año de espera, los hinchas estaban ansiosos. Unos habían preparado una fiesta, otros casi consuman una masacre. Lo que sucedió en la tribuna Centenario Alta es inexplicable. Le viven reclamando a River condiciones de seguridad y los organismos no se encargan de dar las garantías para que la seguridad trabaje. Así hubo más de 25 hospitalizados y dos efectivos de una empresa de seguridad privada fueron brutalmente golpeados por los hinchas (?) visitantes. Ojalá la justicia y los diferentes organismos encargados de los operativos sean tan rigurosos con este hecho de violencia como lo vienen siendo con el club millonario en los últimos tiempos.

Analizando lo estrictamente futbolístico, el partido fue una especie de recuerdo vivido. Porque una vez más un partido que parecía liquidado se nos escapó de las manos. Porque otra vez un rival que no propone nada se encuentra con un empate sobre la hora. Porque otra vez los errores de River dejan dos puntos en el camino. Porque otra vez Boca se va festejando un empate en el último minuto. Porque otra vez un penal infantil revive a un rival muerto. Porque otra vez…

El superclásico no podía empezar de mejor manera. Al minuto y  medio, River ya estaba en ventaja por una genialidad de Ponzio (y la complicidad de Orión). A partir de ahí, fue todo del millonario, que manejó el primer tiempo y le cerró los espacios a Boca que generó una sola jugada de peligro que Silva tiró afuera.

Se veía la mejor versión de un equipo que se siente cómodo con el contragolpe. La propuesta de Almeyda fue acertada, no darle espacios al visitante y salir rápido con la velocidad de Sánchez, de gran partido, y de Mora, que confirmó que es crack. Lamentablemente, a los 13 minutos ya había quemado dos cambios por las lesiones de Ramiro Funes Mori y Martín Aguirre, ambos por rotura de ligamentos de la rodilla izquierda, lo que le impidió tener variantes para la parte final del partido. Sus reemplazos no tuvieron un buen rendimiento. Rojas, que ingresó por el “Gula”, erró muchos pases y se lo vio lento e impreciso; Gonzalez Pires ocupó la posición de lateral izquierdo y aunque no es su puesto ni su perfil, no tuvo mayores problemas pero fue determinante en el resultado final.

El segundo tiempo fue un regalo. River salió a regalar la pelota y los espacios, y Boca no sabía que hacer con ella cuando la tenía, así que, lo que se vio fue horrible. Los pelotazos de los defensores y volantes millonarios, buscando el error defensivo, siempre fueron rechazados por Schiavi (que va a soñar con Mora) y Burdisso. Y los “xeneizes” no generaban peligro, no pateaban al arco y no sabían por donde entrar. Hasta ese momento seguía siendo todo del millo, que aunque regalaba el balón, era mejor que el rival. Luego llegó la joya que nos regalaron con el segundo gol, un gran pase de Trezeguet a Sánchez, una mejor habilitación de éste para Mora y el uruguayo que desparramó a Orión y definió cruzado. Golazo y a festejar.

Parecía que nada podía quitarle los tres puntos al local, faltaban 20 minutos y a Boca no se le caía una idea para llegar al arco de Barovero. Pero este River es regalón, y cuando tiene todo para matar, un regalo infantil (como vs Newell´s) de Pires, cometiendo un penal torpe cinco minutos después del gol de Mora, le dio vida a un Boca que no había pateado al arco en todo el partido. Así fue como Silva puso el descuento y el suspenso a un encuentro que parecía liquidado.

La temática siguió siendo la misma. Mora pudo hacer el tercero con una genialidad, pero esta vez Orión ganó el duelo. Y cuando el árbitro marcó tres minutos de descuento, River, en vez de hacer circular la pelota y dormir el partido, buscó el tercer gol y de esa ambición, salió el regalo para el empate xeneize. Un remate del francoargentino reboto en Burdisso, le cayó a Paredes que avanzó casi 50 metros con pelota dominada sin que nadie le saliera, mientras Cirigliano, en vez de apretarlo o cortarlo con infracción, retrocedía dando saltitos. Paredes entregó para Acosta, que recibió solo como si estuviera en el patio de su casa, tiró el centro para Silva que chocó con Pezzella, en la única que perdió en toda la tarde, y Bottinelli no pudo con Erviti que llegó al balón antes que Barovero y puso el empate. Otro regalo del millo y final del partido.

Así, una vez más, River perdió dos puntos en el último minuto de juego. Ya en el Nacional B le había pasado y por eso se demoró su ascenso perdiendo por lo menos ocho puntos entre el minuto 85 y el agregado. En este campeonato le pasó con Newell’s donde también tenía para golearlo y terminó regalando un penal que revivió al equipo rosarino.

Más allá del rendimiento, que no es el mejor pero le alcanza para superar a varios rivales en el desarrollo del juego (solo Velez lo superó ampliamente), lo que preocupa de este River ciclotímico es que no aprende de sus errores y toma decisiones erradas para cerrar los encuentros. Jugó un primer tiempo como los mejores partidos del ciclo Almeyda y un segundo tiempo para el olvido como lo visto frente a Quilmes el último fin de semana.

Mora tuvo su partido consagratorio, fue la figura, anotó un gol y, guapo como es, encaró siempre a Schiavi, lo chocó y lo volvió loco toda la tarde. Sánchez también tuvo un gran partido, aprovechando los espacios con su velocidad y Ponzio, una vez más fue el eje de este equipo que pudo golear. La defensa tuvo una buena actuación, pero cometió dos errores infantiles que le cuestan dos puntos importantes al equipo. Trezeguet no jugó bien y Almeyda quizás debió poner a Rogelio por él y no por Mora que salió porque se descompuso.

Lamentablemente, este equipo con sus errores infantiles, le sigue regalando alegrías a los rivales y no a sus hinchas, que son los que más lo merecen. 

Resúmen
Goles: 1’ PT Leonardo D. Ponzio (Riv), 25’ ST Rodrigo Mora (Riv), 30’ ST Santiago M. Silva (Boc), 45’+1’ ST Walter Erviti (Boc)
Arbitro: Pablo Lunati (regular). Bien en el penal, debió expulsar a Somoza por un golpe.
Figura del partido: R. Mora (Riv)

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