lunes, 11 de diciembre de 2017

Bicampeón

Copa Argentina 2017 – Final – 9 de diciembre de 2017
River Plate 2 – Atlético Tucumán 1

Una sana costumbre (foto River Plate)

















River logró coronarse por segunda vez consecutiva en la Copa Argentina, para cerrar un segundo semestre que tuvo más sombras que luces. El último partido del año servirá, además de para sumar otro título, para dejar una imagen más benévola con respecto a lo que fue el último bimestre del 2017.

El Millonario hizo lo que tenía que hacer y superó a Atlético Tucumán, mostrando las mismas falencias preocupantes que mostró desde la semifinal de la Copa Libertadores hasta el encuentro con Gimnasia y Esgrima de La Plata, pero con la convicción de que tenía que ganar sí o sí.

Así fue como logró ponerse en ventaja rápido en el primer tiempo y, también, le empataron al minuto de haber abierto el marcador. Hasta allí, el Millo manejaba la pelota y era más que su rival, pero en la primera aproximación peligrosa, el Decano lograba el empate, producto de una grosera desatención defensiva.

En el complemento, Ignacio Fernández desniveló la paridad con un golazo a los tres minutos y los tucumanos no tuvieron mucho más resto como para llevar verdadera preocupación al arco de Bologna que, sin ser una maravilla, se ganó el puesto debajo de los tres palos.

Ojalá que esta victoria no nuble la vista de quienes deber reestructurar el equipo para el 2018. Después de las elecciones, quien gane, deberá ponerse a trabajar a destajo para lograr las incorporaciones que le den a River el salto de calidad que necesita para dar pelea en todos los frentes en el próximo año, ya que todo apunta a que los primos van a quedarse con todo, y el primer paso para evitarlo es concretar un buen mercado de pases, la gran cuentan pendiente de esta comisión directiva.

Al no tener deudas (una de los grandes logros de esta gestión) River no tiene límite de incorporaciones, por lo que puede traer, si quiere, más de un jugador por línea. En principio, se necesita un arquero, un central, un defensor lateral izquierdo, un cinco y un nueve.  Además, habrá que hacer una nueva depuración del plantel para sacar jugadores que han tenido rendimientos paupérrimos.

River es campeón, y es una sana costumbre, que nunca debió dejar de ser, pero no debemos permitir que el árbol tape el bosque. Los resultados de los últimos partidos también deben tenerse en cuenta a la hora del balance y ahí es donde se debe hacer hincapié, porque hay que mejorar lo que está mal, no quedarse solo con lo que está bien.

Ojalá que el 2018 siga con la sana costumbre de campeonar. A descansar.

Formaciones

River Plate: Bologna (6); Montiel (5), Maidana (4), Pinola (4,5), Saracchi (4); E. Pérez (7), Ponzio (6), A. Rojas (4), I. Fernández (6); G. Martínez (5) y Scocco (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 14’ST De La Cruz (5) por A. Rojas; 22’ST Auzqui por E. Pérez; 37’ST Borre por Scocco.  

Atlético Tucumán: A. Sánchez; G. Acosta, Y. Cabral, R. García, C. Villagra; Barbona, Aliendro, Grahl, G. Nuñez; L. Rodríguez y F. Alvarez. Director Técnico: Ricardo Zielinski.

Ingresaron: 15’ST A. Melo por G. Núñez; 21’ST I. Blanco por Grahl; 41’ST Affonso por Barbona.

Resumen

Goles: 10’PT Scocco (Riv); 11’PT L. Rodríguez (ATu); 3’ST I. Fernández (Riv)
Incidencias: no hubo
Arbitro: F. Rapallini (bien)
Figura: E: Pérez (Riv)

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martes, 5 de diciembre de 2017

Otro pésimo fin de año

Superliga Argentina 2017/18 – Fecha 11 – 3 de diciembre de 2017
Gimnasia y Esgrima (LP) 2 – River Plate 1

Scocco, de los pocos que esta a la altura (foto River Plate)




















River se despide de la Superliga en este 2017 con otra derrota. De no habérsele adelantado el encuentro con Unión de Santa Fé, estaríamos hablando de la quinta derrota consecutiva y de ocho encuentros seguidos sin ganar. Demasiados resultados adversos seguidos para un gigante como River Plate.

El partido con Gimnasia fue un plomo, y se le terminó escapando el empate en la última jugada porque le dieron tiempo y espacio a Aleman, un especialista en larga distancia, para que ejecutara a Bologna desde lejos de la media luna del área.

Es preocupante la actualidad del Millonario, desde lo deportivo y desde lo institucional. El papelón que hubo con las elecciones, que deberían haberse celebrado el pasado 3 de diciembre, es una clara muestra de las complicaciones que está encontrando el Millo en cada aspecto de su vida social, cultural y deportiva. Demasiados reveses como para pensar que son solo casualidad.

Para colmo, queda por delante la final de la Copa Argentina, que hoy en día parece ser una prueba de fuego, una misión imposible, si tenemos en cuenta el funcionamiento y la poca capacidad de reacción que ha mostrado el equipo en los últimos partidos.

Repetimos, cinco derrotas consecutivas, registro que solo me remite a la época Aguilar-Simeone, donde River salió ultimo y terminó condenado al descenso un año y medio después. Es menester que el plantel se rearme con categoría, con jugadores que se pongan la camiseta y jueguen. En el próximo mercado de pases, quien gane las elecciones (seguramente sea D’Onofrio), no puede fallar en las contrataciones, de lo contrario River seguirá navegando en esta intrascendencia que duele en el alma con cada partido y cada resultado adverso.

Ganar la Copa Argentina no tapará el bosque, o al menos no debería hacerlo. Los defensores de la gestión dirán que salimos campeones otra vez, que nos quejamos hasta cuando campeonamos. Hay que recordarles que la Copa Argentina termina siendo un maquillaje para un cierre de año paupérrimo, con derrota  lacerante, con VAR incluido, en la semifinal de la Copa Libertadores.

Entonces, no vengan a querer hacernos creer que está todo bien. El torneo local nos condenó al peor año de nuestras historias, así que, señores dirigentes, no sean negligentes, no sean obtusos, orgullosos ni testarudos, River debe comenzar el 2018 ganando sus partidos en la competencia local, de lo contrario, tendrán que lidiar con una realidad que nadie quiere volver a repetir.

Formaciones

Gimnasia y Esgrima (LP): A. Arias; Oreja, Guanini, Alderete, Licht; Rinaudo; Bolívar, Aleman; Dibble, Mazzola y Colazo. Director Técnico: Mariano Soso.

Ingresaron: 25’ST Faravelli por Mazzola; 35’ST Niell por Bolívar; 39’ST E. Ramírez por Dibble.

River Plate: Bologna (7); Casco (3), Maidana (4), Pinola (3), Saracchi (4); Ponzio (4), Rossi (3), I. Fernández (4); De La Cruz (4); Borre (3) y Scocco (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 14’ST G. Martínez (5) por I. Rossi; 26’ST Auzqui por De La Cruz; 26’ST T. Andrade por Borre.

Resumen

Goles: 7’ST Colazo (GELP); 33’ST Scocco (Riv); 48’ST Aleman (GELP)
Incidencias: no hubo
Arbitro: F. Espinoza (bien)
Figura: Dibble (GELP)

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lunes, 27 de noviembre de 2017

Se lo dan vuelta fácil

Superliga Argentina 2017/18 – Fecha 10 – 26 de noviembre de 2017
River Plate 1 – Newell’s 3

Gallardo también responsable de este momento (foto River Plate)














Es una realidad a la que River está expuesto. Ya no es casualidad que cualquier equipo llegue a empatarle un partido que parece liquidado o que se lo de vuelta con total facilidad. Lo cual confirma, más allá de la espantosa utilización del VAR, que lo ocurrido frente a Lanús está más vinculado a esta realidad y no a la que nos mostraba el avance en la Copa Libertadores.

Este es un equipo que se cae fácilmente, al cual le revierten un resultado con una facilidad asombrosa, que comete errores infantiles en defensa, que se muestra débil mentalmente y sin ideas futbolísticas para buscar un resultado y, mucho menos, dar vuelta una situación adversa.

Este Newell’s es un equipo que no había hecho goles de visitante en lo que va del torneo y que no ganaba un encuentro en esa condición desde el torneo pasado. Logró ambas cosas en el Monumental, no solo anotó un gol, sino que lo hizo en tres oportunidades y en tan solo doce minutos.

Lo que habla de lo mal que esta el Millonario a esta altura del año, y lo que deja la preocupación de lo que puede llegar a ocurrir en la final de la Copa Argentina, el único objetivo que queda antes del cierre del 2017, si no se levanta un poco el nivel futbolístico y mental.

Jugadores que eran garantía hoy parece que se arrastran en la cancha. El bajísimo nivel de Jonathan Maidana es un ejemplo. Fue baluarte y estandarte del River multicampeón de los últimos años y hoy comete errores infantiles, que parecen de jugadores amateurs.

El equipo no defiende bien, no ataca bien y en el medio campo hace agua. Así se hace muy difícil obtener resultados. Para colmo, Boca volvió a perder y el Millo dejó pasar, una vez más, otra oportunidad de acortar la distancia. Situación que se repite respecto de principio de año, cuando River ganó muchos partidos y no podía acortar, y cuando estaba cerca, el xeneize perdía puntos y el Millo también, evitando así poder arrebatarle el primer puesto.

Lamentablemente es una realidad que se veía venir. Un plantel desbalanceado, sin jugadores de jerarquía, sin remplazos de calidad, con jugadores en la curva descendente de su carrera o de avanzada edad que no tienen reemplazantes inmediatos. Sin dudas, uno de los grande déficits de esta gestión, que recibió un equipo campeón, que ganó todo y deja un plantel que a duras penas llega a cuatro o cinco nombres de calidad.

El grupo se desvalorizó y Marcelo Gallardo tiene parte de culpa en eso. De él será también la responsabilidad de exigir que le traigan jugadores de calidad, con jerarquía para afrontar un 2018 que será durísimo porque en la vereda de enfrente se están preparando hace un año para quedarse con todo.

El Muñeco tendrá que tomar cartas en el asunto y armar un plantel con los titulares y el recambio suficiente para afrontar la doble y triple competencia que se avecina. Será difícil, porque hay muchos jugadores que deberán dejarse de lado para abrirle la puerta a los nuevos, pero es menester, de una vez por todas, hacer un mercado de pases que esté a la altura de lo que River merece históricamente.

No podemos seguir viviendo de la pavada de las “2 veces en 6 meses” y los logros obtenidos en el pasado. Hace tres años teníamos un equipo para ser dueños del continente por un lustro; hoy, a duras penas, llegamos a once jugadores que se puedan poner la camiseta sin que les pese. Si no queremos seguir hablando del pasado, deberán tomar conciencia de la realidad y traer jugadores de nivel que hagan de River aquel equipo que se imponía en todos lados en 2014/15.

Formaciones

River Plate: Bologna (5); Montiel (4), Maidana (4), Barboza (4), Saracchi (4); E. Pérez (5), Ponzio (4), I. Fernández (4), G. Martínez (4,5); Borré (4) y Scocco (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 31’PT De La Cruz (4) por E. Pérez; 19’ST E. Palacios por I. Fernández; 37’ST Auzqui por Montiel.

Newell’s: Pocrnjic; San Román, F. Escobar, N. Paz, Ferroni; Sills, B. Rivero; J. Torres, B. Sarmiento, V. Figueroa; L. Leal. Director Técnico: Juan Manuel Llop.

Ingresaron: 25’ST Fértoli por V. Figueroa; 37’ST Leyes por Rivero.

Resumen

Goles: 22’ST G. Martínez (Riv); 28’ST L. Leal (New); 35’ST B. Sarmiento –p– (New); 40’ST Fértoli (New)
Incidencias: no hubo
Arbitro: F. Tello (bien)
Figura: N. Paz (New)

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viernes, 24 de noviembre de 2017

Necesitaba ganar

Superliga Argentina 2017/18 – Fecha 12 (adelanto) – 22 de noviembre de 2017
River Plate 2 – Unión (Sta. Fé) 0

Borre abrió el marcador (foto River Plate)















Tras seis jornadas sin obtener un triunfo en el torneo local, y con la premisa de empezar a descontarle puntos al líder de la Superliga, el Millonario obtuvo un triunfo importantísimo como local frente a uno de los equipos que está en los primeros puestos.

River no brilló ni fue mucho más que su rival pero, esta vez, le alcanzó con intentarlo y buscar por todos los medios la apertura del marcador, que llegó a través del colombiano Rafael Borré en el segundo tiempo.

Es hora de empezar a ganar estos puntos en el Monumental. Ya se dejó pasar mucho tiempo regalando unidades en casa y dejando que equipos que históricamente esperaban no ser goleados en el Liberti se lleven algún premio. Aun jugando mal, estos partidos deben dejar los tres porotos en manos del Millo y empezar a construir, desde ahí, la base para escalar posiciones en la tabla y terminar el campeonato dentro de las posiciones de clasificación a Copa Libertadores 2019.

Es para mencionar la aceptable actuación de Enrique Bologna. En un contexto donde los arqueros de River están tan cuestionados, el ex Banfield tuvo un buen rendimiento, e incluso, la suerte estuvo de su lado en alguna jugada que, tal vez, con otro golero, hubiera terminado adentro del arco. Al menos, frente a los santafesinos, el guardameta le puso el cuerpo a los remates a quemarropa y no se escondió, suficiente como para ganarse el puesto hasta fin de año.

Con dos jornadas por delante y la final de la Copa Argentina en el horizonte como objetivo principal, es bueno reencontrarse con la victoria para ganar confianza y tratar de terminar el año de la mejor manera.

Formaciones

River Plate: Bologna (6); Casco (4), Montiel (6), Pinola (4,5), Saracchi (6); Ponzio (7,5), E. Pérez (6); Auzqui (4), De La Cruz (4), G. Martínez (4,5); y Scocco (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 0’ST Borre (5) por Auzqui; 36’ST Maidana por Casco.

Unión (Sta Fé): N. Fernández; D. Martínez, Gómez Andrade, Bottinelli, B. Pittón; Fragapane, W. Acevedo, M. Pittón, De Iriondo; Gamba y Soldano. Director Técnico: Leonardo Madelón.

Ingresaron: 11’ST D. Zabala por Acevedo; 27’ST E. Brítez por D. Martínez; 35’ST Bracamonte por M. Pittón.

Resumen

Goles: 22’ST Borre (Riv); 29’ST G. Martínez –p– (Riv)
Incidencias: no hubo
Arbitro: P. Loustau (aceptable)
Figura: Ponzio (Riv)

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domingo, 19 de noviembre de 2017

Un castigo cada domingo

Superliga Argentina 2017/18 – Fecha 9 – 19 de noviembre de 2017
Independiente 1 – River Plate 0

Gallardo terminó muy enojado el encuentro (foto River Plate)













Siempre se le reconoció a Marcelo Gallardo el haber hecho de River un equipo competitivo, que en las paradas bravas daba pelea y, por lo general, salía airoso. Que mejoró el palmarés del Millonario en las copas internacionales, aunque muchas de las ganadas son de menor calibre, a uno o dos partidos, llevó al club al levantar una Sudamericana y una Libertadores en forma consecutiva.

Al mismo tiempo, cuando asumió a mediados del 2014, había logrado una identificación con el buen juego y, por ende, con el hincha. Recuerdo que en aquella época se hablaba de las tres G, los cánticos eran “este es el famoso River…” y el Millo iba por el campeonato goleando a sus rivales.

Pero llegaron dos puntos de inflexión: la lesión de Kranevitter contra Independiente en el Monumental, y la semifinal de la Copa Sudamericana contra Boca. Esos dos momentos fueron claves para determinar el andar de River en los torneos locales.

Estos dos sucesos obligaron a cambiar un esquema de buen juego, vistoso, por uno de más pelea, más apto para la competencia internacional. Así llegaron los la lauros continentales pero, con la ayuda del mal armado del plantel, también los desplantes en el torneo local.

Se le regaló el torneo corto de 2014 a Racing, con quien se perdió el mano a mano con un gol en contra (aquel partido lo jugaron Cirigliano y Urribarri) que sería el que dejaría a la Academia en la cima, porque cayó entre las semis de Sudamericana. Eso marcó una tendencia ya que nunca se tuvo un plantel completo para pelear dos torneos al mismo tiempo.

Siempre con la excusa de que había alguna copa o algún viaje, Marcelo Gallardo relegaba el torneo local y ponía jugadores alternativos, que nunca dieron la talla para ponerse la camiseta de River. Así llegamos a cada fin de año, desde 2014, esperando que termine el torneo local porque se convierte en un calvario, porque duele ver a River jugando por nada, reclamando una inversión en refuerzos que nunca llega y viendo como el Millo se arrastra en cada cancha argentina que visita.

Lamentablemente, este 2017 no fue la excepción. Cada domingo se convierte en un sufrimiento y llegamos al punto de, una vez más, esperar que termine el año para ver si, de una buena vez por todas, traen refuerzos para armar un plantel que compita en el torneo local y limpian todo el lastre que trajeron en estos cuatro años.

River hace seis fechas que no gana por el torneo local, demasiada ventaja regaló como para soñar con una recuperación en el 2018 que le permita acercarse a la cima y llegar al final con chances. Solo resta esperar a tener un buen semestre para tener alguna chance de entrar a la Copa Libertadores 2019.

Otro déficit del River de Gallardo, que va de la mano con el de los torneos locales, es en los partidos contra los equipos grandes: con Boca, una victoria, tres empates y cuatro derrotas; con San Lorenzo, dos victorias y dos derrotas; con Racing un empate y dos derrotas; y con Independiente dos victorias y tres derrotas. Son 19 puntos de 60, bastante poco, sobre todo si tenemos en cuenta que los historiales, excepto contra los del riachuelo, son ampliamente favorables para el Millo.

Quedan por delante un par de jornadas en las que el Millo deberá obtener si o si los tres puntos y, además, la final de la Copa Argentina, un premio consuelo que se deberá ganar para maquillar un poco un 2017 que termina con más sombras que luces.

Formaciones

Independiente: Campaña; J. Gutiérrez, A. Franco, Amorebieta, Tagliafico; N. Domingo, Ervitti; Togni, M. Benítez, Mino; y Albertengo. Director Técnico: Ariel Holan.

Ingresaron: 0’ST M. Meza por Ervitti; 9’ST Gigliotti por Togni; 20’ST Barco por M. Benítez.

River Plate: Lux (0); Montiel (5), Maidana (5), Pinola (5), Casco (4); Auzqui (2), Ponzio (6), A. Rojas (3), G. Martínez (5); De La Cruz (5) y Scocco (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 22’PT Bologna (5) por De La Cruz; 18’ST E. Pérez (5) por Auzqui; 39’ST Borre por Rojas.

Resumen

Goles: 37’ST Domingo (Ind)
Incidencias: 20’PT expulsado Lux (Riv)
Arbitro: S. Trucco (regular)
Figura: Ponzio (Riv)

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lunes, 13 de noviembre de 2017

Buscando cerrar bien el año

Copa Argentina 2017 – Semifinal – 12 de noviembre de 2017
River Plate 3 – Deportivo Morón 0

Un desahogo para Nacho (foto River Plate)




















Tras una semana convulsionada por el resultado en la Copa Libertadores, el papelón del VAR y la derrota en el Superclásico (también con polémica), había un desmedido interés por parte de los medios en hacer creer que en River se vivía un crisis. Hasta tuvieron intenciones de poner en duda la continuidad de Marcelo Gallardo en función del resultado del encuentro frente a Deportivo Morón.

Por suerte, el Muñeco desactivó cualquier especulación y rumor cuando, en conferencia de prensa el último viernes, aclaro que había hablado con los cuatro candidatos a presidente de las próximas elecciones en River, para informarles que tenía intenciones de quedarse un año más. Conspiradores y boicoteadores mediáticos, al sobre.

Con la aclaración hecha, el foco estaba puesto en la semifinal frene a Morón. En como respondería el equipo tras una semana negativa y como asimilaría el golpe para seguir adelante en la única competición que le queda hasta fin de año.

Como en el encuentro frente a Atlanta, al principio le costó. Tenía la posesión pero no podía traducirla en el marcador. Rodrígo Díaz exigió una vez a Lux que, en esta oportunidad, respondió con solvencia para mantener su arco en cero, pero fue la única de peligro del Gallito.

Mientras tanto, River seguía haciendo el gasto y, a los cuarenta minutos, en posición adelantada, Ignacio Fernández, que también tuvo una semana negra, puso el 1 a 0. Inmediatamente después, Jonathan Maidana convirtió el segundo tanto y finalizo el encuentro.

El complemento fue para cumplir con el reglamento, ya que Morón no tenía un libreto armado para reaccionar en la desventaja y el Millo reguló para cuidar la pelota y evitar que en alguna contra el equipo del oeste del gran Buenos Aires pudiera llegar al descuento, y así evitar alguna sorpresa que pudiera poner en peligro el pase a la final.

No fue un gran encuentro de River, de hecho, el partido fue bastante chato y aburrido, con un solo equipo con intenciones claras de ganar y otro con un libreto más especulativo que, ante la desventaja, no supo cómo reaccionar ni tuvo las ideas para hacerlo.

El pase a la final se celebra como corresponde, y es meritorio el hecho de que, bajo la dirección técnica de Marcelo Gallardo, el Millo ha jugado, al menos, una final por año. Esta será la décima bajo su mandato, aunque no era la más deseada, estaba dentro de los objetivos del semestre.

Y aunque parezca un premio consuelo, es destacable estar ante la posibilidad de obtener un nuevo título que le dará la posibilidad de jugar una nueva final, la de la Supercopa Argentina (que River ya perdió en dos oportunidades –contra Huracán y Lanús-), frente a su eterno rival.

Probablemente el encuentro definitivo, que será frente a Atlético Tucumán, sea en los primeros días de diciembre, con sede a confirmar. Sería un buen cierre para el año y una buena razón para brindar con una copa más.

Formaciones

River Plate: Lux (6); Montiel (6), Maidana (6), Pinola (6), Casco (6); Auzqui (4), Ponzio (7), I. Fernández (7), G. Martínez (5); De La Cruz (5) y Scocco (5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 17’ST A. Rojas por De La Cruz; 24’ST Borre por Scocco; 39’ST T. Andrade por Auzqui.
 
Deportivo Morón: Slavá; M. Paredes, Racca, E. Mayola, N. Martínez; N. Ramírez, E. Méndez, Lillo, L. Formica; R. Díaz; J. .Rossi. Director Técnico: Walter Otta.

Ingresaron: 10’ST M. Pardo por N. Ramírez; 24’ST E. Giménez por E. Méndez; 28’ST Akerman por R. Díaz.

Resumen

Goles: 40’PT I. Fernández (Riv); 43’PT J. Maidana (Riv); 46’ST Borré (Riv)
Incidencias: no hubo
Arbitro: M. Vigliano (regular)
Figura: I. Fernández (Riv)

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lunes, 6 de noviembre de 2017

Como casi siempre, con casi nada

Superliga Argentina 2017/18 – Fecha 8 – 5 de noviembre de 2017
River Plate 1 – Boca Juniors 2

Ponzio, goleador (foto River Plate)




















Si hay algo que es menester reconocerle a Boca, es que sabe cómo jugarle los partidos a River. No importa como venga cada uno y cual sea su actualidad, tienen la virtud de saber cómo plantear el partido y la suerte de tener un alto porcentaje de efectividad en el arco Millonario.

Ellos saben que la historia y la grandeza de River lo obliga a intentar ser protagonista, teniendo la pelota, buscando siempre, bien o mal, el arco de enfrente, y desprotegiendo el suyo. Entonces, como suelen hacer los equipos que visitan el Monumental, ellos se paran bien atrás, se defienden bien (una especialidad histórica del equipo del riachuelo) y esperan sus oportunidades.

El superclásico número 200 no fue la excepción. Poco había hecho Boca para ponerse en ventaja, había tenido un par de lapsos de buen juego pero la mayoría de las intenciones eran del conjunto local. Hasta que una irresponsabilidad de Ignacio Fernández dejó al equipo con un hombre menos y un tiro libre de frente al arco, un penal con barrera.

Edwin Cardona mostró algunas ventajas físicas, pero no se puede negar que tiene una excelente pegada, y con eso fue suficiente. Un arquero mal parado, que nunca te salva, un tiro libre bien ejecutado, y gol. Boca no había hecho nada, pero de esa expulsión y posterior tiro libre, se puso 1 a 0 arriba. Después llegó un remate de Pavón que desvió, con dudas, Lux y eso fue prácticamente lo que hizo la visita en el primer tiempo.

Mientras tanto, River, con más empuje que claridad, tuvo algunas jugadas claras dentro del área pero algún rebote y una llegada a destiempo le impidieron abrir el marcador. Las protestas a Pittana en el descanso dieron claras muestras de que el plantel todavía estaba impactado por lo que había sucedido el martes y que sabían que, claramente, los habían perjudicado.

El complemento no vario mucho. Con la ventaja, la visita se replegó mucho más, intentando hacer su juego: el contra golpe. Más aún con la expulsión de Cardona, provocada por Enzo Pérez por un supuesto codazo.

Mientras, el Millo siguió intentando, tuvo un remate de Scocco que fue al cuerpo de Rossi (que no se escondió) y alguna jugada mal cabeceada por los atacantes de la banda. Hasta que Ponzio, que era amo y señor del medio, hizo lo que le faltaba, el gol del empate con un hermoso zapatazo que entró pegado al palo.

A esta altura River era mejor, pero poco duró la alegría, porque entre Casco y Lux, se esmeran en hacer que toda llegada por el lado izquierda de la defensa de River, termine en gol. Y así fue. Un pelotazo cruzado de Pablo Pérez tras un lateral, lo encontró solo a Nández dentro del área que remato al palo donde estaba Lux, que se tiró para el otro lado. Inexplicable respuesta del uno.

Todo el esfuerzo de Ponzio a la basura y a remar otra vez. Gallardo había hecho un cambio inexplicable: sacó a Maidana y puso a Auzqui; y Boca no hizo más goles porque Enzo tuvo dos cruces salvadores y sus delanteros estuvieron imprecisos. Una vez más, Lux no tocó una pelota.

Además, otra vez, una jugada mal anulada le impidió al Millo llegar al empate. Scocco  había convertido tras centro de Auzqui, pero el áribitro, a instancias del juez de línea, vio que la pelota había salido y dio corner. Error garrafal que impidió al Millo encontrar una nueva conquista.

Así paso un nuevo superclásico, una nueva victoria de Boca que, con muy poco, se llevó los tres puntos del Monumental. Hay un dato que es curioso, ya son varios los superclásicos donde Boca obtiene la ventaja con goleadores inesperados: Iarley, Guerra, Lodeiro, Medel (por dos), Cardona, Nández, Bou; hombres de los cuales quizás no se espera que sean la primera opción para convertir, pero terminan siendo los goleadores que le dan el triunfo al xeneize.

Los doce puntos que alejan al Millo de la cima, y los nueve puntos que separan a Boca del segundo nos llevan a pensar que el campeonato, aunque falta mucho, parece estar definido. A River le queda la Copa Argentina, poco consuelo para un semestre donde los cañones estaban apuntados a la Copa Libertadores. Habrá que dejar todo allí para ganarla, aunque como vienen las cosas, no será fácil llegar a la final, y mucho menos ganarla si el rival allí llega a ser Rosario Central.

Formaciones

River Plate: Lux (2); Montiel (5), Maidana (4), Pinola (4), Casco (2); E. Pérez (6), Ponzio (7), A. Rojas (5); I. Fernández (1), G. Martínez (5); y Scocco (5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 1’ST De La Cruz (4) por A. Rojas; 19’ST Azuqui (4) por Maidana; 38’ST Borre por E. Pérez.

Boca Juniors: A. Rossi; Jara, Goltz, Magallán, Fabra; Nández, W. Barrios, P. Pérez; Cardona, Benedetto y Pavón. Director Técnico: Guillermo Barros Schelotto.

Ingresaron: 39’ST Peruzzi por Jara; 42’ST J. Benítez por Benedetto; 45’ST Bou por Pavón.

Resumen

Goles: 42’PT Cardona (Boc); 24’ST Ponzio (Riv); 28’ST Nández (Boc)
Incidencias: 38’PT expulsado I. Fernández (Riv); 17’ST expulsado Cardona (Boc)
Arbitro: N. Pittana (mal)
Figura: Ponzio (Riv)

Twitter: @MaqMillo