jueves, 26 de noviembre de 2015

Quemados

Copa Sudamericana 2015 – Semifinal vuelta – 26 de noviembre de 2015
Huracán 2 (3) - River Plate 2 (2)

Mora, autor de un doblete (foto www.conmebol.com)















Ya está, se terminó. Hace tres meses que estos jugadores están esperando que llegue este momento. Primero fue el calvario del torneo de 30 equipos, y ahora la Copa Sudamericana. Tal vez, la Copa más fácil que podría haber jugado River en su historia y, sin embargo, por la desidia, el desgano y el “no importa total vamos a Japón”, la dejó escapar.

Huracán fue un rival digno y obtuvo la clasificación merecidamente. Fue mejor que el Millo en el Monumental, aunque el gol fue por otro error defensivo, y lo superó durante sesenta minutos en el partido revancha. Solo el poder de las individualidades propias y el desgaste ajeno, le permitieron al equipo de Gallardo ponerse a tiro de la clasificación.

El análisis del partido comienza en la formación de los equipos. Domínguez apostó a los mismos nombres que le habían dado la victoria en la ida, mientras que el Muñeco prefirió experimentar con una formación que nunca había probado.

El resultado estuvo a la vista: en 25 minutos perdía 2 a 0 y podría haber recibido muchos más goles. Un doble error entre Maidana, que perdió siempre con Abila, y Barovero, que la dejó muerta en los pies de Toranzo, le permitieron al ex River abrir el marcador. Otro error defensivo dejó sólo a Wanchope que, de cara a Trapito, solo tuvo que sortearlo para definir solo debajo del arco.

Las apreciaciones respecto del rendimiento de River ya son reiterativas desde que volvió de ganar la Suruga Bank. Siempre parece que no puede tener un rendimiento más bajo, y así como hace seis meses jugaba cada vez mejor, ahora lo hace cada vez peor. Con Independiente, por el torneo local, había sido el mas pobre de la era Gallardo, se superó en Chapecó y volvió a superarse en esta revancha contra el Globo.

La reacción del final habla a las claras de que, si se lo proponen, estos jugadores pueden dar mucho más, pero no pueden regalar tantos minutos y cometer tantos errores. Los tres goles del Globo fueron por gravísimos errores defensivos. Además, en esta serie, River regaló 150 minutos, que si los hubiera jugado como en los últimos treinta, tal vez estaríamos hablando de una nueva final internacional.

Ahora si podrán pensar tranquilamente en Japón. En ese Mundial que se metió en la cabeza en agosto y que no los dejó pensar en otra cosa, aunque tuvieran la posibilidad de seguir quedando en la historia grande de la institución. La bronca, como se dijo al principio, es porque esta copa se presentaba como las más fácil de las tres que jugó en el último año y medio, con rivales de poco renombre internacional y sin clásicos en el medio.

Pero Huracán se ha transformado en la bestia negra de Marcelo Gallardo. No pudo ganarle ninguno de los cuatro partidos que jugaron en el año. Perdió dos y empató dos. Las dos derrotas significaron perder dos copas: la Supercopa Argentina y la eliminación en semifinales de la Sudamericana.

También quedará para otro análisis la actitud de los jugadores y el trabajo que se hace en otras áreas. Los problemas para retener hombres claves, la dificultad para renovar contratos, los problemas extrafutbolísticos, las ventas prematuras de algunos jugadores (entendiéndose por prematuras el seguir en el club cuando ya están vendidos), las diferencias entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes y otras cosas que no se conocen por los buenos resultados obtenidos hace tres meses, también hacen mella en el plantel.

Ahora hay que viajar al Mundial de Clubes con la preocupación de tener un rendimiento muy bajo y con la sensación de que cualquiera pueda ganarle a este equipo. Que todo el mundo está empecinado en hablar del Barcelona, el mejor equipo del mundo, sin considerar que juagando así, lo más probable es que River se quede en la semifinal.

El lado bueno de la eliminación es que podrán hacer un viaje largo con tiempo para llegar al lejano oriente, adaptarse y acomodarse para descansar y trabajar en las tierras niponas para evitar el cansancio del viaje en el primer encuentro.

Esta eliminación comienza a marcar el camino del fin de ciclo de muchos jugadores que ya dieron el máximo que podían dar y que están pensando en ventas que les permitan mejorar las arcas de su economía. El Mundial de clubes será el cierre y ahí comenzará la habilidad del técnico y el consejo de fútbol para encontrar e incorporar jugadores que puedan rendir con la camiseta de River, porque, por ahora, las incorporaciones no han dado resultado.

Hay varios desafíos por delante, uno solo futbolístico y muchos institucionales. Tal vez ahora empecemos a ver, verdaderamente, la habilidad de esta dirigencia para formar equipos ganadores.

Formaciones

Huracán: M. Díaz; San Román, Nervo, Mancinelli, Balbi; Bogado, Vismara; Espinoza, Montenegro, Toranzo; Avila. Director Técnico: Eduardo Domínguez.

Ingresaron: 13’ST Miralles por Espinoza; 26’ST Distéfano por Montenegro; 38’ST Villarruel por Toranzo.

River Plate: Barovero (3); Mercado (4), Maidana (3), Balanta (4); Casco (2), C. Sánchez (3), Kranevitter (5), Ponzio (5), Vangioni (4); Mora (6) y Alario (5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 0’ST G. Martínez (3) por Vangioni; 0’ST Mayada (5) por Casco; 21’ST L. González (5) por Ponzio.

Resumen

Goles: 2’PT Toranzo (Hur); 25’PT Abila (Hur); 23’ST Mora (Riv); 35’ST Mora (Riv).
Incidencias: 47’ST expulsado C. Sánchez (Riv)
Arbitro: S. Ricci (Bra) (mal)
Figura: Abila (Hur)

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