jueves, 7 de noviembre de 2013

Fin de ciclo

Copa Sudamericana – cuartos de final – 6 de noviembre de 2013
River Plate 1 (1) – Lanús 3 (3)
imagen repetida (foto infobae)













El título resume absolutamente todo. La derrota con Lanús puso punto final a una ilusión que se sustentaba solo por la historia y los pergaminos, gastados, que River y Ramón Díaz ostentan. Los malos funcionamientos se iban acumulando y, tarde o temprano, una derrota como esta iba a llegar.

El triunfo del granate es inobjetable. Superó ampliamente al local en todas las líneas y llevó a cabo un plan perfecto que a los seis minutos ya había dado sus frutos. El riojano dispuso un equipo con la mayoría de las incorporaciones, que pocas veces actuaron juntos.

Claramente se vio el enfrentamiento entre un equipo con solidado y con ideas claras, contra un conjunto de nombres, que no deja margen para la discusión. A la media hora la serie estaba liquidada, y lo que vino después, fue ver como los hombres de River  no encontraban la forma de entrar, ni el carácter para afrontar un encuentro decisivo y los de Lanús manejaban los tiempos a su antojo.

El único que se salva del incendio es el pibe Matías Kranevitter, que entendió a la perfección como deben jugarse estos encuentros y, por supuesto, Marcelo Barovero, que de no ser por él, esta serie se hubiera liquidado en el primer partido en el sur.

Hacer leña del árbol caído no sirve para nada. Contarle las costillas a la dirigencia o al técnico por los jugadores que dejaron ir, los planteos que propusieron o las incorporaciones que trajeron, tampoco suma demasiado. Si hay que tenerlo en cuenta y aprender para el futuro, pero subirse al caballo del fracaso para remarcar los errores, como hicieron muchos medios periodísticos partidarios, es querer apagar el fuego con kerosene.

Sin dudas que es el fin de una etapa. No creo que la del Pelado al frente del equipo, ya que no hay otro entrenador con las espaldas anchas para bancarse una racha adversa. Es cierto que está perdiendo algo de consenso entre la gente, pero ningún otro podría soportar más de tres partidos sin victorias.

Ya quedó definido que es el fin de una presidencia que desde lo deportivo ha sido un rotundo fracaso. La decisión de Daniel Passarella de renunciar a la reelección deja el camino allanado para que un nuevo presidente pueda ser la piedra fundamental que reencause el camino de grandeza que ha sido mancillado en los últimos diez años.

Además, debemos ser conscientes que no se puede resolver una década de des manejos en un par de años. Será necesario paciencia e ideas claras para poder salir adelante. La exigencia es mucha, y la paciencia deberá ser directamente proporcional a esa demanda.

También es el fin para varios jugadores. Algunos porque ya han tenido tiempo suficiente para mostrar sus cualidades y no se han podido ganar la continuidad y otros porque no justificaron el esfuerzo que se hizo por ellos.

Leonardo Ponzio y Cristian Ledesma están lejos de lo que supieron ser una temporada atrás. Jonathan Bottinelli y Jonathan Fabbro, nunca demostraron porque fueron contratados. Ariel Rojas nunca respondió con actuaciones la infinidad de veces que se le dio la titularidad. Carlos Carbonero y Osmar Ferreyra prácticamente pasaron desapercibidos cada vez que jugaron. Y estos son solo algunos casos.

Se deberá hacer una renovación importante del plantel, que no podrá ser posible en el verano porque solo se pueden incorporar dos jugadores. Habrá que darle oportunidades a los que vuelvan de préstamos de otros clubes o seguir fogueando a juveniles, como Matías Kranevitter, que mostró que puede ser el cinco del equipo.

Por último, solo queda un objetivo, sumar los quince puntos que quedan para no tener que estar mirando la tabla que nos llevó a jugar un año en la segunda categoría. Hoy el Millonario está cómodo, pero hace cinco partidos que no gana, sumo dos puntos de quince y, si sigue así, se puede complicar de cara al futuro.

Se imponen tiempos de cambio, ojalá sean los tiempos que lleven a River a recuperar lo que supo ser y que todos los hinchas extrañamos. Ese River grande por el juego y los resultados deportivos, y no el que se creó en base la cultura del aguante. Ojalá también sea el fin de ese ciclo.

Formaciones:

River Plate: Barovero (6); Mercado (4), Pezzella (4), Bottinelli (3), Vangioni (3); Kranevitter (6), Ponzio (2), Ferreyra (3); Fabbro (3); Menseguez (2), Gutiérrez (4). DT: Ramón Díaz

Ingresaron: 0′ST Maidana (4) por Bottinelli; 0′ST Lanzini (4) por Ponzio; 0’ST Carbonero (4) por Vangioni

Lanús: Marchesín; Araujo, Goltz, Izquierdoz, Velázquez; González, Somoza, Díaz; Acosta, Silva y Melano. DT: Gmo. Barros Schellotto

Resúmen

Goles: 6’PT González (Lan); 31’PT Silva (Lan); 25’ST Ayala (Lan); 38’ST Gutiérrez (Riv)
Incidencias: no hubo
Arbitro: D. Abal (aceptable)
Figura: Melano (Lan)
El mejor de River: Kranevitter

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