lunes, 19 de diciembre de 2016

A pensar en el 2017

Campeonato de Primera División 2016/17 – Fecha 14 – 18 de diciembre de 2016
Olimpo (BB) 1 – River 2

Alario y Driussi, goledores (foto River Plate)













River cerró el año con un triunfo en el torneo local en la siempre difícil cancha de Olimpo de Bahía Blanca. Fue superior al equipo bahiense y, aunque comenzó en desventaja, pudo revertir el marcador y alzarse con tres puntos que le permiten acercarse a las posiciones de clasificación a la Copa Libertadores 2018.

Con algunos jugadores alternativos, al Millo le costó al principio, a tal punto que Olimpo se puso en ventaja en la primera de peligro que tuvo. A partir de allí, se hizo cuesta arriba pero fue siempre el conjunto de Marcelo Gallardo el que dominó el trámite.

Cerca del final de la primera etapa encontró el empate en los pies de Lucas Alario y, promediando el encuentro, fue Driussi quien cambió por gol un penal que le habían hecho a Camilo Mayada. 

Independientemente de las consideraciones que se puedan hacer sobre el encuentro, donde se vio un equipo más distendido, fue importante obtener la victoria y sumar de a tres luego de perder los dos clásicos. Queda por hacer el balance del año y analizar cómo será el futuro.

Desde el juego, el año del Millonario fue de malo a muy malo. Nunca se encontró un funcionamiento aceitado y sostenido; le costó horrores ganar partidos fáciles, sobre todo por el torneo local, y terminó regalando puntos en casi todos ellos por errores propios infantiles, incluido el superclásico.

La insistencia de Marcelo Gallardo por el 4-2-2- y la obligación de tener que contar con Andrés D’Alessandro hicieron que juego y sistema nunca fueran compatibles. Al diez se le hizo muy difícil jugar por la banda y recién en los últimos encuentros pasó a ser determinante, justamente, cuando se movió libre por el centro del campo de juego.

Desde los resultados, se puede maquillar el pobre rendimiento futbolístico justificando que se obtuvieron los dos objetivos planteados para el semestre (a mi juicio un error porque el torneo local siempre debe ser un objetivo): Recopa Sudamericana y Copa Argentina. Dos torneos, que si bien se ganaron, pueden ser engañosos a la hora de considerar un balance positivo, ya que el torneo continental fue a ida y vuelta contra un rival visiblemente inferior; y la Copa Argentina puso en el camino un rival de fuste recién en la final (que casi pierde).

La razón de este pensamiento se basa en que los triunfos siempre llegan de la mano de buenos rendimientos. Para ser campeón, en torneo largos y competitivos, hay que ganar partidos y es más fácil hacerlo si se juega bien. Las victorias frente a Independiente de Santa Fé de Bogotá, Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto, Sportivo Estudiantes de San Luis y Arsenal (con todo el respeto que se merecen), por citar algunos, se produjeron por el peso específico que tiene River ante rivales de menor fuste y no por su volumen de juego.

Sí, es cierto que se coronó el año con dos títulos y el agregado de la clasificación a la Copa Libertadores 2017, pero si se mantiene el nivel del 2016 y no se traen refuerzos de jerarquía, el máximo certamen continental será sin aspiraciones de título.

Por otro lado, tras escuchar las declaraciones del técnico de la última semana, el futuro pasa a ser incierto. De seguir el Muñeco, tendrá que hacer una buena planificación de la pretemporada para no sufrir la cantidad de lesiones que hubo este año y poder también recuperar a las dos incorporaciones que llegaron lesionadas en el último mercado de pases (Lollo y Larrondo).

Además, tendrá que seleccionar criteriosamente a los refuerzos (podemos considerar a los dos antes mencionados como tales) porque por ahora solo podrán llegar tres y deberán ser de jerarquía, que se pongan la camiseta y jueguen, porque hasta ahora la política de incorporaciones de esta dirigencia ha sido muy pobre, llegando al límite de sumar jugadores que no pasaron la revisación médica.

En caso de que el Muñe decida no seguir, el desafío será conseguir un entrenador que siga la línea ganadora de Gallardo. Un objetivo que se presume más complicado aún, ya que la imagen que deja el actual entrenador, independientemente de los rendimientos, es intachable, con seis títulos en dos años y medio. Sin dudas la presión que tendrá un posible nuevo entrenador no será nada fácil de sobrellevar.

Ahora viene el momento de descansar, pensar en lo que vendrá, reflexionar sobre lo que pasó, lo que se hizo bien y en que se falló y tratar de mejorarlo para tener un 2017 más exitoso.

Formaciones 

Olimpo (BB): Champagne; Tellechea, C. Rodríguez, V. López, C. Villanueva; J. Blanco, J. Fernández, L. Villarruel, Caballucci; Pizzini y Coniglio. Director Técnico: Juan Barbas.

Ingresaron: 22’ST Pérez Guedes por Caballucci; 25’ST Troyansky por Coniglio; 35’ST Llambay por J. Fernández.

River Plate: Bolgona (5); Moreira (5), Maidana (6), Maratínez Quarta (6), L. Olivera (5); Domingo (4), I. Fernández (6); Mora (6,5), G. Martínez (6); Driussi (7) y Alario (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 27’ST Mayada por Mora; 39’ST T. Andrade por G. Martínez; 45’ST Arzura por I. Fernández.

Resumen

Goles: 8’PT Caballucci (Oli); 36’PT Alario (Riv); 32’ST Driussi –p– (Riv)
Incidencias: no hubo
Árbitro: J. Baliño (bien)
Figura: Driussi (Riv)

Twitter: @MaqMillo 

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