San Lorenzo 2 – River Plate 0
Un River sin respuestas (foto Olé) |
Así estuvo River en este partido. Hubo un solo equipo en la cancha y, lamentablemente, fue San Lorenzo. El equipo de Pizzi emuló el planteo de Tigre de la fecha anterior, y lo potenció, intensificando la presión y la marca en el medio, y saliendo rápido por los laterales.
Ramón Díaz mantuvo el esquema, que hasta ahora le venía
dando resultados, aunque con deudas en el juego, 3-4-1-2, mientras que Juan
Pizzi dispuso un 4-2-3-1 con los dos volantes externos bien abiertos por las
bandas.
Antes del comienzo del partido, ya la tarde pintaba
complicada. Una demora en la llegada del plantel al estadio generó un ingreso
tardío del equipo al campo de juego, que obligó al árbitro a expulsar al
técnico. Así, sus ayudantes, Emiliano Díaz y Marcelo Escudero, se hicieron
cargo de la dirección técnica en este encuentro.
Y si algo faltaba para terminar de completar este
combo fatídico de ausencias, en la primera jugada del encuentro, a los cuarenta
segundos, una serie de rebotes dentro del área, que ningún jugador “Millonario”
pudo despejar, cayó en los pies de Stracqualursi, que remató bajo y abrió el
marcador apenas comenzado el encuentro. Y eso fue lo que duró el juego, tan
solo cuarenta segundos. River sintió el impacto y no pudo encontrar respuestas
ni dentro del rectángulo de juego, ni desde el banco de suplentes.
Una vez más, como se expresó la semana pasada, los
volantes externos azulgranas hicieron lo que quisieron por los laterales. La
velocidad de Buffarini (la figura de la cancha) y Jara complicaron demasiado a
los defensores que estuvieron lentos e imprecisos (a esta altura se confirma
que son lentos). El “Millo” no sufrió más anotaciones en contra gracias a la
actuación de Marcelo Barovero, sin responsabilidad en los goles, que volvió a
mostrar que está a la altura de los grandes arqueros riverplatenses. En cambio,
los defensores siguen mostrando sus falencias, y esta línea de tres las
potencia. Volvieron a exhibir la lentitud e imprecisión observada en el
encuentro anterior, regalando infantilmente la pelota, intentando salir con
pelotazos a los rivales y perdiendo cada vez que eran encarados y desbordados
por los delanteros del bajo flores, además de las infracciones infantiles cerca
del área que ya son frecuentes en cada defensa riverplatense. Mercado no pudo hacer
pie en todo el partido, la única buena que hizo fue en el segundo tiempo, tras
enganchar y poner un centro en la cabeza de Mora que se fue desviado; Gonazález
Pires también perdió más de lo que ganó, aunque fue, nuevamente, el mejor de
los de atrás; y Bottinelli sufrió cada vez que tuvo la pelota, por sus
dificultades para dominar el balón y por el acoso incesante del hincha local,
que no le perdonó su partida del club. Además, cometió una falta infantil que
devino en el tiro libre del segundo gol, en el cual perdió la marca de Cetto.
Los volantes estuvieron ausentes. Sánchez sigue sin
encontrar el rumbo, con el agravante de que no cuenta con un reemplazante
natural en el plantel; Ledesma tuvo su peor actuación desde la vuelta, al
parecer la máscara lo molestó o no lo dejó jugar cómodo, no mordió, no marcó,
no presionó, no pasó, fue muy pobre lo suyo; Ponzio intentó, pero la presión de
los volantes fue demasiado asfixiante y siempre tenía uno o dos hombres encima;
y Vangioni fue siempre superado por Buffarini, que complicó a todos los que se
movían por su lateral (todavía debe estar corriendo).
En ofensiva, la presencia de Mauro Díaz no aportó
más de lo que había hecho Lanzini, aunque la pidió, en cuenta gotas, e intentó
ir para adelante, también era absorbido por la marca o trasladaba mucho el balón
y lo terminaba perdiendo; Mora sigue sin aparecer, bajando cada vez más su
rendimiento, tal vez esté distraído por saber si River comprará su pase (ya
había pasado anteriormente con Cavenaghi en el primer semestre de 2012); y
Trezeguet fue una sombra, su juego es a un toque, cuando tiene que dominar el
cuero en dos tiempos siempre es superado por la marca y lo termina perdiendo.
Como podemos ver, ningún jugador, excepto el arquero,
tuvo una buena actuación, en gran parte, por el excelente planteo del ex
técnico “canalla” y sus intérpretes, que mantuvieron la intensidad hasta el
último segundo de juego. Con Buffarini y Mercier como estandartes, los hombres “Millonarios”
nunca pudieron superarlos y terminaron reducidos a esfuerzos individuales y
esporádicos, cada vez más intrascendentes.
Las dimensiones del estadio no fueron un problema. Los
mismos inconvenientes exhibidos en el “Gasómetro”, los había tenido en “El Monumental” siete días antes, y como ya se
mencionó, el problema es la lentitud de los intérpretes de esa línea de tres y
no las dimensiones del campo de juego.
En cuanto a River, se vio un equipo sin ideas, con
problemas similares a los que venía teniendo en el torneo pasado y con muchas
dificultades para superar las marcas. Es llamativa la facilidad con la cual los
rivales pueden salir jugando a dos o tres toques, o tirar una gambeta para
generar espacios y la dificultad que tienen los hombres de la banda para llevar
a cabo estas acciones. Les cuesta mucho dar dos pases seguidos, y es muy difícil
ver que alguno se saque un hombre de encima con facilidad, se pierden en firuletes
intrascendentes y terminan regalando la pelota.
Además de la falta de ideas, estuvo ausente ese
carácter que le permitió salir adelante en otras situaciones complejas, pero la
enjundia e intensidad azulgrana fue demasiado para las intenciones de los
hombres de Núñez. Ni siquiera los tres cambios al principio del segundo tiempo,
en un hecho casi inédito, sirvieron para darle una inyección de ánimo y fútbol
al equipo, que se desordenó y nunca pudo encontrar el rumbo.
Otro tema de análisis es la dificultad que tienen
los hombres del “Millo” para sacar la pelota de las zonas complicadas. Muestra
de ello es el primer gol de San Lorenzo, donde un hombre trabó varias veces con
tres de River y ganó en todas ellas, no pudiendo revolearla ninguno de los tres
y quedando en los pies del nueve, ex Tigre, para mandarlo a la red. Así sucedió
en cada despeje o cada situación de peligro, los pelotazos apenas llegaban a
mitad de cancha y, por supuesto, eran ganados por los volantes del equipo de
Pizzi.
Pocas cosas quedan por rescatar de este encuentro. La
actuación del uno “Millonario” sigue siendo un punto destacado. El hecho de
haber perdido cuando recién comienza el campeonato puede ser una buena señal
para tomar los errores de este y otros partidos y tratar de mejorarlos. Sabido
es que las victorias muchas veces maquillan falencias que en las derrotas son
más visibles, y ésta es una buena ocasión para hacer un profundo análisis de
los errores cometidos en estos últimos partidos y ver que modificaciones se
pueden hacer para subsanarlos.
Lo negativo, más allá de haber perdido el invicto, es
la manera en que se perdió. El equipo se encontró en desventaja desde el
vestuario y no pudo crear una situación clara de gol en todo el partido; los
problemas para la generación de juego siguen y pone en evidencia la insistencia
de Ramón Díaz por incorporar un enganche que le permitiera tener más claridad
en ofensiva, sumado a que cuando Ponzio no tiene un buen partido, River lo
sufre el doble; la ya mencionada lentitud de la defensa, tras la lesión del paraguayo
Román, quedó más expuesto este déficit; y el bajo nivel que exhiben algunos
jugadores en posiciones donde el recambio no abunda, como en el caso de Carlos Sánchez
y Gabriel Mercado.
River estuvo ausente, su técnico estuvo ausente y,
en consecuencia, por primera vez en el certamen, el “Millo” experimentó la
ausencia de puntos por primera vez en el Final 2013. Además, deja atrás una
racha de once partidos sin derrotas, la última había sido frente a Quilmes por
la fecha once del Inicial 2012.
Fomaciones
San Lorenzo: Migliore (6); Prósperi (6,5), Alvarado (6), Cetto (8),
Gentiletti (7); Mercier (7), Kalinski (7), Buffarini (8,5), Ruiz (6); Jara (6),
Stracqualursi (7).
River Plate: Barovero (5); Mercado (3), Gonzalez Pires (3,5), Bottinelli
(3); Sánchez (2), Ledesma (2), Ponzio (4), Vangioni (3); M. Díaz (3); Mora (3),
Trezeguet (4). DT: Ramón Díaz
Ingresos: 0´ST Iturbe (4) x M. Díaz, 0´ST Rojas (4) x
Ledesma, 0´ST Luna (4) x Trezeguet.
Resúmen
Goles: 40´´PT Stracqualursi (Slo), 19´PT Cetto (Slo)
Incidencias:
39´ST expulsado Verón (Slo). 0´PT expulsado R. Díaz (Riv); 37´ST expulsado
Pizzi (Slo)
Árbitro:
G. Delfino (aceptable)
Figura
del partido: Buffarini (Slo)
El
mejor de River: Barovero (Riv)
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