domingo, 10 de marzo de 2013

La Estatua de la Discordia


El sábado 9 de marzo de 2013 se llevó a cabo, en el Museo de River Plate, la inauguración de la estatua de Matías Almeyda, con el aval y la presencia del presidente, Daniel Passarella, el homenajeado, y un número limitado de hinchas, en su mayoría de los que participaron de la iniciativa por hacerle una estatua al ex volante central “Millonario”, que quisieron mostrar su agradecimiento al técnico que devolvió al equipo a primera división.


El evento se llevó a cabo con tranquilidad y sin inconvenientes, pero en las redes sociales y en varios medios, se escuchó la voz de descontento de mucha gente que, molesta por esta iniciativa, comenzó a despotricar contra la actual dirigencia (hoy día cualquier excusa es buena para pegarle al presidente y su comisión), contra los organizadores o creadores de esta movida y, por supuesto, contra el mismo Matías Almeyda.

Algunas de las cosas que se oyeron son, por ejemplo, que el “Pelado” no es ídolo; que es el capitán del descenso; que hay otros jugadores que merecen tener su estatua, como Alonso, Labruna, Más, e incluso, hasta el propio Ramón Díaz; que porque se exhibe la de Almeyda y no la de Francéscoli que está abandonada en un rincón del Monumental; y tantas otras cosas que harían de ésta, una nota interminable.

Particularmente, la iniciativa para llevar a cabo esta figura surgió de un grupo de hinchas que consideraron que el oriundo de Azul merecía su homenaje en vida por haberse hecho cargo, sin experiencia y sin vacilar, de un equipo que era un “fierro caliente”, en el peor momento de su historia. Por supuesto, como todo en el mundillo “Millonario”, esto también trajo polémica, ya que Ramón Díaz había dicho que estaba dispuesto a hacerse cargo del equipo en esa situación y demás, pero esa es otra cuestión.

Por supuesto que la mayoría de las cosas que se dijeron respecto de este acontecimiento son ciertas. Es verdad que fue el capitán del descenso, pero no hay que olvidar que antes de él hubo otros capitanes que también participaron del proceso que llevo a River a jugar en la B Nacional, todos ellos fueron capitanes del descenso. No creo que sea apropiado señalar a un solo nombre en un proceso que duró tres años de malos manejos, dos presidentes, técnicos mediocres y decisiones equivocadas, que llevaron a la caída del club más grande de la Argentina. Además, puede ser que para muchos no sea un ídolo, y tal vez, solo para un puñado de hinchas lo sea, pero fueron ellos los que tomaron el toro por las astas y decidieron homenajear a SU ídolo.

Por lo tanto, y desde un humilde punto de vista, si no hay otras estatuas de jugadores más representativos de la historia riverplatense, será porque nunca nadie decidió organizar una movida para juntar los medios necesarios para hacer el monumento de Labruna, de Alonso, de Más o de Ramón Díaz. Y, sin ánimos de que nadie se sienta ofendido, si en vez de criticar esta decisión de un grupo de hinchas, que al parecer son una minoría, se utiliza esa verba y esa energía para congregar a la gran mayoría de los fieles “Millonarios” que consideran que el “Beto” o el “Feo”, por citar dos ejemplos, merecen su estatua, tal vez en poco tiempo también tendríamos las figuras de bronce de esos ídolos disponibles para ser exhibidas.

Muchos van a citar el caso emblemático de Enzo Francescoli, del cual se llevó a cabo una obra de estas características y la misma se encuentra abandonada en un rincón del Monumental. Primero, aclarar que casi nadie tenía conocimiento de su existencia hasta el día de ayer, y que, al parecer, esperaron este momento para tener una herramienta más para criticar decisiones de esta dirigencia. Segundo, esa silueta se encuentra en el Monumental desde antes de la construcción del Museo, que fue inaugurado durante la presidencia de José María Aguilar, habría que averiguar porque la dirigencia de ese momento no incluyó al uruguayo dentro del recorrido de la historia “Millonaria”. Y tercero, todas esas voces que hoy se horrorizan por esta situación, podrían unirse para pedir que el reconocimiento al “Príncipe” pase de ese húmedo rincón a un escaparate central en el Museo riverplatense.

Por lo tanto, sería interesante canalizar las energías en tratar de lograr que todos esos ídolos que tiene River, pasen a tener su monumento en nuestro Museo, en vez de quejarnos porque no están allí, así todos tendrían su reconocimiento.

#UnaEstatuaParaAlonso
#UnaEstatuaParaLabruna
#LaEstatuaDeEnzoAlMuseo
#UnaEstatuaParaOrtega

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