River Plate 0 – Vélez
Sarfield 0
Sin sistema y sin respuesta (foto fotobaires) |
Ramón Díaz insistió, desde que se hizo cargo del equipo, con la necesidad de la llegada de un enganche y un volante por izquierda. El volante llegó, pero el organizador no y, por lo tanto, debió recurrir a jugadores del club, que hasta el día de hoy no satisficieron sus necesidades, por ende, debe cambiar el esquema constantemente para adaptar el juego a los jugadores que tiene y ver si encuentra un sistema que le brinde la solidez, la contundencia y el manejo del partido que él pretende.
Además, al parecer, Ramón habló con los jugadores y estos
manifestaron que aún no se sienten cómodos con la línea de tres, por eso
decidió poner a cuatro en el fondo. Lo cierto es que las fallas que tenía la
defensa con tres intérpretes eran evidentes y era cuestión de tiempo cambiarla.
Así, el planteo fue un clásico 4-4-2, tercera numeración en
tres partidos, dejando de lado el experimento de la fecha anterior con el
3-5-2. Para ello, ingresó al equipo el juvenil Diego Martínez, en el lateral
izquierdo, por Luciano Abecassis; volvió al equipo González Pires, por el
lesionado Román; se recuperó a Cristian Ledesma, por Ariel Rojas; y David
Trezeguet fue el nueve en reemplazo de Carlos Luna.
Una vez más, el partido dejó más dudas que certezas. Si hace
dos fechas decíamos que los próximos partidos iban a decretar para que esta
River en este campeonato, la derrota en Rosario y el empate de ayer, con
rendimientos futbolísticos bastante pobres y con muchas dudas sobre el esquema
y los intérpretes, hacen difícil pensar en un equipo que peleará el campeonato
hasta el final. Por lo poco visto en estas fechas, el “Millo” está más para
pelear un lugar para ingresar en las copas, entre el tercer y sexto puesto, y
no tanto para luchar con equipos formados, consolidados y con una idea clara de
juego, como Lanús y Velez.
A propósito de esto, llama poderosamente la atención como
los equipos rivales hacen fácil lo que a los de Núñez les cuesta horrores
hacer. Dos pases seguidos, juego asociado, o algo tan básico como parar la
pelota tras el pase de un compañero que está a cinco metros. Esto se vio
constantemente, sobre todo en la línea de fondo, que estuvo bien en la marca
pero con los pies les cuesta horrores y siempre terminan revoleando la pelota a
cualquier lado, y lo que es más grave aún, le erran a la pelota en el despeje y
la dejan flotando en el mismo lugar esperando que caiga. Esto le pasó a Pires,
a Bottinelli en varias ocasiones, que lo mejor que hizo fue ganarse la quinta
amarilla para no jugar el próximo partido, y a Abecasis en el segundo tiempo,
en una contra que pudo ser más peligrosa, pero por suerte Copete no supo
aprovecharlo. Mercado parecía no haberse enterado que estaba jugando en línea
de cuatro, su lateral estaba siempre libre, ya que él se cerraba y dejaba la
banda para que a Sánchez le hagan el dos-uno y para que los atacantes se
movieran con libertad por ese sector. El pibe Martínez anduvo bien, pero faltó
confianza en sus compañeros para entregarle el balón cuando pasaba al ataque.
Lo mejor de atrás fue otra vez Barovero, con la tapada que tuvo al principio
del partido que pudo ser la apertura del marcador para el elenco visitante,
pero que el uno contuvo magistralmente haciendo gala de sus buenos reflejos.
El mediocampo estuvo ausente en el primer tiempo. Vangioni
fue superado por Peruzzi y Sánchez no pudo mejorar lo que venía mostrando en
los últimos partidos, aunque ambos levantaron en el segundo tiempo, el rosarino
luchando y mostrándose como alternativa para generar ataques y el uruguayo
buscando participar del circuito de juego aunque con varias imprecisiones. El
doble cinco estaba perdido, en el círculo central quedaba un hueco aprovechado
por los volantes velezanos que recibían con libertad y podían crear juego desde
allí. En el complemento ocuparon mejor los espacios, Ponzio tuvo el despliegue
de siempre y Ledesma se convirtió en la rueda de auxilio del equipo,
recuperando muchas pelotas y jugándola seguro a un compañero, transformándose
así en el mejor de los diez hombres de campo.
Los delanteros estuvieron muy solos. Mora intentó
constantemente, teniendo su mejor actuación de los últimos tiempos, pero
siempre estaba rodeado de camisetas azules y ningún compañero se acercaba para
descargar o generar algo más de peligro. Trezeguet no tuvo situaciones claras y
siempre corría solo para presionar, lo que lo desgastaba, hasta que fue
reemplazado por Luna, de más sacrificio y movilidad que el franco argentino.
Vélez monopolizó el control del balón, ganó todas las
pelotas divididas y los despejes siempre caían en los pies de los jugadores de
la “V”. Los hombres de la banda presionaban de a uno, y eran superados con
facilidad, con alarmantes problemas para dominar la pelota y tocar en
corto. Los visitantes presionaban dos o
tres hombres sobre el que transportaba la pelota o anticipaban con notable
efectividad para recuperar la pelota. En el local la presión era individual y,
por lo tanto, ineficiente, ya que le hacían el dos-uno.
El once de Gareca mostró porque es uno de los mejores
equipos argentinos de los últimos tiempos y, además, el último campeón, mejor
parado en la cancha y con una idea clara de cómo desarrollar el juego. Aunque casi
sin situaciones claras de gol, porque a pesar del dominio territorial, Barovero
no pasó mayores sobresaltos, excepto en la ya mencionada al comienzo del
partido.
El “Millonario” también tuvo un par de situaciones claras,
en el primer tiempo, varios desbordes con centros atrás que no lograron
conectar bien los delanteros de la banda, tanto de cabeza como con el pie, y en
el segundo tiempo un remate cruzado que Sosa despejó bien hacia un costado. A
pesar de las dificultades mostradas por el once local, las jugadas más claras de
gol estuvieron en los pies del cuadro del riojano.
Los ingresos de Luna e Iturbe no mejoraron el rendimiento en
ofensiva, uno de los principales problemas que evidencia este equipo. Le está
costando mucho generar situaciones y las que tiene, no son capitalizadas por
los delanteros, que están pasando por una alarmante sequía. Encima no hay
variantes que se muestren como goleadores alternativos, tal es el caso de
Mercado, acostumbrado a hacer goles en Estudiantes; Sánchez, con varios goles
en temporadas anteriores con el “Millo” y Godoy Cruz; Vangioni que no
encuentras los espacios para ejecutar con su remate de larga distancia y los
defensores centrales que no acostumbran ganar de cabeza en el área rival.
Tampoco se busca abrir el marcador con los tiros de media y larga distancia, se
pierden en pases laterales o hacia atrás para buscar un centro que pueda
conectar el franco argentino o el “Chino” en su lugar.
Así, después de lo visto en las últimas dos fechas, y tras
este primer empate en el certamen, es difícil pensar en un River que peleará el
campeonato, aunque todavía falta mucho y en estos torneos cortos tres victorias
seguidas te meten en la conversación, el equipo está más para pelear un lugar
por alguna copa internacional, entre los seis primeros del campeonato, y
aguardar a los refuerzos del receso invernal para incorporar un creador de
juego, con Andrés D’Alessandro como prioridad.
Respecto de los cambios, quizás era una buena ocasión para
probar con dos puntas rápidos en el segundo tiempo, ya que la última línea visitante
se adelantaba mucho y un pase al vacío para la velocidad del Mora o Iturbe
podría haber llevado más peligro el arco de Sosa.
Para el encuentro con Racing, el “Pelado” no podrá contar
con Bottinelli y Ponzio por haber llegado ambos a la quinta amarilla. En el
caso del central, el principal problema es que no hay un reemplazante natural y
los posibles nombres están recuperándose de sus respectivas lesiones. El caso
del volante central es más preocupante porque mueve los hilos del equipo dentro
del rectángulo de juego y sus variantes son Rojas o quizás Lanzini si Ramón
quiere armar un equipo más ofensivo y modificar el esquema una vez más. Además,
Mercado salió con una contractura y hay que ver si llega para el choque del
próximo domingo.
Al parecer, el aura “ramoniana” se va acabando, y es momento
de empezar a mostrar en la cancha el trabajo realizado durante la tranquilidad que
la llegada del riojano trajo al mundo riverplatense, de lo contrario,
seguiremos viendo este equipo al que todo le cuesta horrores y que aún no tiene
una idea y un sistema claro de juego.
Formaciones
River: Barovero (6,5); Mercado (4), Gonzalez
Pires (4,5), Bottinelli (4), D. Martínez (5); Sánchez (4), Ponzio (6), Ledesma
(6,5), Vangioni (5); Mora (5), Trezeguet
(4)
Ingresaron:
0’ST Abecassis (4) x Mercado; 25’ST Iturbe (3) x Trezeguet; 26’ST Luna (4) x
Mora
Velez:
Sosa (6); Peruzzi (6), Savia (5), Domínguez (6,5), Pappa (4,5); Bella (5),
Cerro (6), Romero (6); Insúa (6); Pratto (4), Copete (4).
Resúmen
Goles: no hubo
Incidencias: no hubo
Arbitro: M. Vigliano
(aceptable)
Figura: S. Domínguez
(Vel)
El mejor de River:
Ledesma y Barovero
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