River Plate 2 – Colón
(Santa Fé) 1
Trezeguet festeja su gol (foto Diego Girardi) |
A pesar de la derrota del último domingo, Ramón Díaz, reemplazado por su hijo Emiliano tras haber sido expulsado en el bajo Flores, repitió esquema (3-4-1-2) y nombres. Roberto Sensini planteó un claro 4-4-2, un tanto mezquino, con varios volantes centrales en el medio campo, que buscaban presionar en la salida y complicar con la velocidad de Curuchet.
Tras una semana donde se
habló mucho de posibles cambios en el once inicial "Millonario", la
confianza depositada sobre los nombres que cayeron en el "Gasómetro"
fue retribuida al técnico desde el campo de juego con una victoria. Aunque
enfrente hubo un rival timorato y sin ideas, que llegó al final del encuentro
con la posibilidad de arañar un empate por la ciclotimia de River, que
jugó un primer tiempo para hace más goles y un segundo tiempo para ser
empatado.
Aunque no tan pronto
como los "cuervos", el "Millo" abrió el marcador a poco de
comenzado el encuentro, y con ese gol de David Trezeguet encontró
tranquilidad para manejar la pelota y buscar los espacios. El triple cinco
santafesino nunca fue todo lo aguerrido que debió, y entonces Leonardo Ponzio
se movió con tranquilidad y espacios en el medio. Además, el esquema de
Sensini dejaba la banda derecha de su ataque desprotegida (la izquierda
del ataque de River), y esto permitió que Vangioni pudiera aprovechar su
velocidad y gambeta para dejar el surco y desbordar siempre por ese sector. Así
fue como los dos rosarinos, junto al arquero, se convirtieron en los mejores
jugadores del primer tiempo, y del partido.
Se nota la diferencia
cuando Leo se hace cargo del juego del equipo. Sin un enganche que
termine de cumplir con creces la función de organizador (Lanzini no logró
afianzarse hasta su lesión y a Mauro Díaz le está costando ser el conductor),
es el volante central el que marca el ritmo del equipo, y esto se vio
claramente el domingo en el Monumental. De un primer tiempo brillante, donde
jugó e hizo jugar, y hasta incluso convirtió un gol; al complemento en el
cual tuvo menos participación y, por ende, el equipo sintió un bajón
pronunciado que Colón aprovechó para ponerse a tiro en el marcador.
Línea por línea, una vez
más Barovero demostró que es un arquero a la medida de River, le llegaron pocas
veces y en todas respondió acertadamente; los tres del
fondo siguieron mostrando los mismos errores que en partidos anteriores,
les cuesta horrores tener la pelota en los pies y les ganan muy fácilmente
las espaldas, quedando en desventaja respecto de los delanteros rivales,
que a esta altura ya todos parecen ser más rápidos que los defensores de la
banda. En el gol de la visita, tras el rebote del arquero, Bottinelli tenía
ventaja en la posición y Gigliotti le ganó en velocidad viniendo desde atrás
para mandar la pelota al fondo de la red. Los volantes repartieron buenas y
malas, a lo ya dicho sobre los dos rosarinos, se suma Sánchez, que mostró una
leve mejoría, pero que aún no es aquel que la rompía en Godoy Cruz y que
tampoco retrocede para ayudar en la marca y cerrar el lateral; y Ledesma
alternó buenas y malas, condicionado por una fuerte patada por la cual fue
amonestado a los tres minutos de juego. Los ofensivos "Millonarios"
mejoraron considerablemente lo hecho en partidos anteriores, aunque M. Díaz no
encontró nunca el juego y perdió más de lo que ganó; Mora se mostró picante e
incisivo, luchando todas y ganando así la pelota que termina en el segundo gol;
y Trezeguet mostró su juego habitual, más preciso y movedizo que en los últimos
dos partidos, teniendo dos ocasiones claras de gol, una terminó en el fondo del
arco "Sabalero" y la otra se fue cerca del palo.
La preocupante es la inconsistencia
en el rendimiento del equipo. En el primer tiempo pudo haber hecho un par de
goles más, que le hubieran dado la tranquilidad necesaria para afrontar el
resto del encuentro sin sobresaltos y en el segundo se relajó, ya que el rival
evidenció porqué solo tiene dos puntos en la tabla, aunque con los ingresos de
Graciani, Ramirez, acostumbrado a anotarle a River, y luego Mugni, cambió su
imagen y generó más peligro en el arco de "Trapito". De
todos modos, como ya se ha dicho, son ventajas que el “Millo” no puede dar,
porque otros equipos más sólidos, no cometerán esos errores y seguramente no
darán las posibilidades que ayer dio el equipo santafesino.
En el segundo tiempo, el
ingreso de Rojas por Díaz, motivó un cambio de esquema, pasó del 3-4-1-2 a un
4-4-2 retrocediendo a Vangioni al lateral izquierdo y ubicando al ex Godoy Cruz
como volante por izquierda. Este cambio posicional,
que se viene repitiendo en todos los partidos, parece ser el causante del
desconcierto en el rendimiento, ya que la merma futbolística coincidió con el
momento de la modificación.
El lateral volante
rosarino no terminaba de retroceder, por lo que le ganaban las espaldas y
el ex San Lorenzo, al cerrarse como marcador central, no llegaba nunca al
cruce, por lo tanto quedaba libre el sector izquierdo de la defensa
"Millonaria" para que los mediocampistas y delanteros sabaleros
desbordaran por esa banda. Rojas no cuenta con el despliegue necesario para
hacer el ida y vuelta y entonces siempre terminaba superado por los volantes
santafesinos.
El ingreso de Iturbe
buscó darle velocidad y salida en la contra, pero nunca pudo recibir de frente
a la jugada y no pudo explotar su rapidez para superar a los defensores
rivales, solo una combinación con Luna sobre el final que el "Chino"
no pudo controlar y se le fue larga fue lo más productivo de la nueva dupla
ofensiva.
Es importante haber
conseguido los tres puntos luego del revés con San Lorenzo y haber mostrado una
mejora en el funcionamiento, así como también es cierto que enfrente había un
equipo muy flojo y sin ideas, que de todos modos pudo complicar el trámite del
partido por pensar que ya estaba definido. La irregularidad, como vimos, puede
complicar trámites sencillos y Ramón deberá trabajar en ese ítem. Como así
también en la “Ponziodependencia”, que es una situación que se viene repitiendo
el último año y que cuando el rosarino no entra en juego o no forma parte del
equipo, River muestra serios problemas para crear juego y distribuir el balón.
Tampoco encuentra un enganche que cumpla esa función como Ramón pretende, lo
cual potencia los problemas cuando Ponzio baja su rendimiento.
Con estos tres puntos,
aunque sea por 24 horas, el “Millonario” vuelve a estar puntero en soledad en
la primera división, situación que no se daba desde 2011 y que a medida que
pasan los partidos, ilusiona más a su hinchada. Para poder mantener esta
ilusión, el técnico deberá seguir trabajando para encontrar el equilibrio y la
regularidad que le permita llegar al final del encuentro sin pasar sobresaltos.
Los próximos tres partidos serán claves para saber dónde está parado el equipo: Newell’s en
Rosario; Vélez, el último campeón, en Núñez; y Racing en Avellaneda. Los dos
primeros pelearon el Torneo Inicial 2012 y están jugando la Copa Libertadores,
por lo que habrá que ver qué equipo presentan, aunque respetan una idea de
juego que no depende de los nombres; y el equipo de Zubeldía se llevó los tres
puntos del Monumental el pasado torneo y en el verano superó al “Millo” en Mar
del Plata. Tras esos tres encuentros veremos si River encuentra un
funcionamiento regular y si está para pelear el certamen hasta el final.
Formaciones
River: Barovero (7,5);
Mercado (5), Gonzalez Pires (5,5), Bottinelli (4,5); Sánchez (4,5), Ponzio
(7,5), Ledesma (5), Vangioni (7); M. Díaz (4); Mora (6,5), Trezeguet (7)
Ingresaron: 14´ST Rojas
(5) x M. Díaz; 22´ST Iturbe (4) x Mora; 31’ST Luna x Trezeguet.
Colón (Sta. Fé): Pozo (4); Caire
(5), Romero (5), Pellegrino (4,5), Urribarri (4); Moreno y Fabianesi (4),
Bastía (4), Bernardello (4,5), Luque (4); Curuchet (6), Gigliotti (6).
Resúmen:
Goles: 11´PT Trezeguet
(Riv), 33´PT Ponzio (Riv), 29´ST Gigliotti (Col)
Incidencias: no hubo
Arbitro: D. Abal (Bien)
Figura: Ponzio (Riv)
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