miércoles, 8 de abril de 2015

Una vida más

Copa Libertadores 2015 – Grupo 6 – Fecha 5 – 8 de abril de 2015
Tigres (Mex) 2 – River Plate 2  

Mora, otra vez salvador (foto Olé)
















Se vendió el partido en México como una final. Se dijo que estos jugadores sabían jugar este tipo de encuentros. Que en estas situaciones iba a salir el amor propio de este plantel que supo ganar todo el año pasado.

Pero el comienzo del partido fue todo lo contrario a lo que se dijo. Una vez más, como durante casi todo el cuatrimestre, se vio un River timorato, sin ganas, con pocas ideas y sin fútbol. Con rendimientos de jugadores que piden a gritos sentarse en el banco de suplentes.

Y la historia no podía empezar peor. El primer tiro al arco de Tigres, en los pies de Egidio Arévalo Ríos (que debe tener un gol en primera), terminó en el fondo de la red de Marcelo Barovero. Iban once minutos y había que empezar a remar de atrás.

A pesar de la urgencia, River nunca encontró la manera de lastimar. El equipo era largo, el medio no encontraba la pelota y los delanteros quedaban muy lejos. Recién a los 41 minutos, con un cabezazo de Rodrigo Mora, otra vez el mejor delantero, y jugador, del Millonario, pudo exigir a Nahuel Guzmán.

El primer tiempo se fue con la sensación de que el resultado era irreversible, de que se estaba al borde del papelón de quedar eliminado en la primera fase de una Copa Libertadores que se había presentado como el objetivo número uno del año. Pero con la esperanza, que nunca se pierde, de que se podía revertir la imagen en el complemento con un par de cambios.

Para el segundo tiempo salieron del equipo Leonardo Pisculichi, de muy bajo rendimiento en 2015, y Rodrigo Rojas, que estuvo lento y a destiempo todo el partido, e ingresaron Gonzalo Martínez y Camilo Mayada. Estos dos hombres, con su velocidad y gambeta, lograron desequilibrar la férrea defensa de los felinos y generaron, en cinco minutos, más peligro que en toda la primera mitad.

De todos modos, el empate no llegaba, el Millo se iba cada vez más arriba y dejaba cada vez más espacios en el fondo para que los mexicanos aprovecharan su velocidad. Y en un contra golpe, Damián Álvarez (otra vez la famosa ley) anotó el segundo gol, luego de que Trapito tapara un mano a mano impresionante, pero que nada pudo hacer en el rebote, que el ex River mando al fondo de la red.

La desazón y la desesperanza empezaron a hacerse presentes. Se veía imposible dar vuelta este resultado, sobre todo porque parecía que los jugadores no habían entendido que se estaban jugando una final, y la eliminación parecía inminente.

Pero un error defensivo local abrió la puerta de la ilusión para el conjunto de Marcelo Gallardo. Mora remató a las manos del ex Newell’s y Teófilo Gutiérrez definió con el arco vacío para poner el descuento a cuatro minutos del final.

Y cuando parecía que River estaba muerto, la Pulga tomó de volea un centro atrás del colombiano y la puso al lado del palo, estampando un empate que parecía imposible y que le devolvía la vida al conjunto de la banda de cara a la última fecha de la fase de grupos.

En apenas cuatro minutos, convirtió casi la misma cantidad de goles que en el resto de los partidos. Tal vez, el lado optimista, sea que todas las que no entraron contra Juan Aurich en el Monumental, entraron sobre el final de este partido, cuando la eliminación parecía consumada.

Independientemente de la crónica del juego, el rendimiento de River a lo largo de la Copa es muy pobre. Solo el paupérrimo nivel de este grupo 6 le permite al Millo, que no ganó ningún partido, seguir con vida luego de cuatro empates y una derrota. Debiendo ganar su partido contra San José de Oruro y esperar que Juan Aurich no le gane a los suplentes de Tigres en Perú.

También es increíble hablar de que el Millo está más cerca de quedarse afuera que de clasificar en una zona que, a priori, era de las más fáciles que había en esta edición de la Copa Libertadores. Está claro, y se dijo desde que empezó el año, que no se había preparado un plantel para pelear la copa como se merece.

Para colmo, el presidente declara que “no es una catástrofe quedar eliminado en primera ronda de la copa”. Habría que recordarle que, si su eslogan de campaña es “River vuelve a ser River”, el mandato de este club es pelear y ganar todo lo que juega hasta el final, y no penar en un grupo que no está a la altura de la rica historia Millonaria, aunque el dirigente diga que no se vive del pasado. La autocrítica tiene que empezar desde la cabeza del club hacia abajo.

Por lo pronto, el empate deja una luz de esperanza, aunque es muy pequeña. La fé es lo último que se pierde y, como dijo el Muñeco en conferencia, se puede tomar este resultado como una buena señal, porque le da una vida más. La última vida que le queda en esta Copa.

Formaciones

Tigres (Mex): Guzmán; I. Jiménez, H. Ayala, J. Rivas, Torres Nilo; Arévalo Ríos, G. Pizarro, Esqueda, D. Álvarez; Sobis y Guerrón. Director Técnico: Ricardo Ferreti.

River Plate: Barovero (8); Mercado (3), Maidana (6), Pezzella (6), Funes Mori (4); C. Sánchez (5), Ponzio (-); Rojas (4); Pisculichi (4); Mora (8) y T. Gutiérrez (5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 13’PT Kranevitter (6) por Ponzio;  0’ST G. Martínez (6) por Pisculichi; 0’ST Mayada (6) por Rojas.

Resumen

Goles: 11’PT Arévalo Ríos (Tig); 23’ST D. Álvares (Tig); 41’ST T. Gutiérrez (Riv); 44’ST Mora (Riv).
Incidencias: expulsado Mercado (Riv) luego de finalizado el partido.
Arbitro: A. Vélez –Col– (regular)
Figura: Mora (Riv)

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