jueves, 14 de mayo de 2015

Vergüenza

Copa Libertadores 2015 – Octavos de final – Vuelta – 14 de mayo de 2015
Boca Juniors 0 – River Plate 0

La amenaza, hecha realidad 















Lamentablemente no se puede hablar de fútbol. River estaba haciendo un partido inteligente, no había sufrido durante el primer tiempo y controlaba las acciones del juego, pero los inadaptados de siempre, esos que hace años lograron que el público visitante no vaya a las canchas, hicieron de las suyas y arrojaron gas pimienta a los jugadores del Millo en el túnel de ingreso al campo de juego.

Que decir de lo vivido. Una serie de situaciones vergonzosas e impresentables. Tras los sucedido, el veedor de la Confederación Sudamericana, el árbitro y las autoridades de seguridad, tardaron más de una hora en tomar una decisión, que no debió demorarse más de diez minutos (y es una exageración), tras ver a los jugadores de River con la cara hinchada, con problemas en la vista y con quemaduras de primer grado en su cuerpo.

Así, más de una hora después del lamentable hecho, superando el tiempo que establece el reglamento, que es de 45 minutos, las autoridades de la Confederación dieron la orden de suspender el encuentro. Falta saber si se jugarán los 45 minutos restantes o si se le dará el partido por perdido a Boca Juniors.

No debería llamarnos la atención que la decisión pase por completar el tiempo que falta, a puertas cerradas y en otro estadio, cuando lo correcto sería darle por perdido el partido al equipo cuya hinchada causó los desmanes y, además, sanción económica e impedimento para disputar torneos continentales por un buen tiempo.

Pero la confederación tiene otros interese y el club de la ribera tiene experiencia moviéndose en los escritorios. Solo hay que recordar como ingresaron a esta Copa Libertadores, robándole el derecho a Vélez Sarsfield en un partido desempate que nunca debió existir.

Por eso no debería llamar la atención si se termina completando el tiempo que falta. Pero lo que pasó en la Bombonera no puede quedar en la nada. Es gravísimo que en el túnel de ingreso al campo de juego, hayan tenido acceso a echar sustancias que perjudicaran a un equipo que en la cancha era superior. Y para colmo, con un resultado abierto, ya que el empate en cero le daba la posibilidad a Boca de convertir un gol en lo que quedaba por jugar.

El fútbol argentino está en coma. Durante la semana, en las redes sociales, se incentivó con que esto era una guerra, con que si perjudicaban a Boca nadie saldría de la cancha y amenazas similares. Pero nunca se pensó que llegarían a este extremo, hasta que finalmente pasó.

Las palabras sobran. Las imágenes son más que elocuentes y los responsables de tomar medidas y sancionar, harán la vista gorda. Ya en los medios se está informando que el partido va a continuar, como si aquí no hubiera pasado nada.

También llama poderosamente la atención la actitud de los jugadores. Se la pasan hablando de solidaridad con sus compañeros, se quejan cuando les cometen infracciones fuertes y salen en todos los medios a criticar a jugadores diciendo que son “mala leche”. Esos mismos hombres, cuando los de River estaban disminuidos físicamente, en vez de acercarse y solidarizarse con ellos, entraban en calor, hablaban con el juez para que no suspenda el partido e intentaban convencerlos de que debían seguir jugando.

El técnico, que tan medido y pensante es en las conferencias de prensa, hacía hasta lo imposible para que el partido no se corte. Tal vez sabiendo de cuáles serían las consecuencias de una posible suspensión, que finalmente llegó. Además de hablar, hay que predicar con el ejemplo. ¿Qué hubiera pasado si la situación era al revés? Seguramente estarían reclamando lo que no hicieron.

Lamentablemente, cuando se complete el encuentro, habrá un ganador, e increíblemente, ese puede llegar a ser Boca Juniors, incluso después de todo lo sucedido. Pero la realidad es que Boca habrá perdido, River habrá perdido, la Confederación habrá perdido, y el fútbol, habrá perdido por goleada.

Formaciones

Boca Juniors: Orión; Peruzzi, D. Díaz, G. Burdisso, Colazo; P. Pérez, Gago, Meli; Pavón, Osvaldo y Carrizo. Director Técnico: Rodolfo Arruabarrena.

Ingrearon: nadie

River Plate: Barovero (); Mamanna (), Maidana (), Funes Mori (), Vangioni (); C. Sánchez (), Kranevitter (), Ponzio (), Driussi (); Mora () y G. Martínez (). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: nadie

Resumen

Goles: no hubo.
Incidencias: partido suspendido antes de comenzar el complemento
Arbitro: D. Herrera (aceptable)
Figura: vacante

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