viernes, 13 de marzo de 2015

Desidia

Copa Libertadores 2015 – Grupo 6 – Fecha 3 – 12 de marzo de 2015
Juan Aurich (Per) 1 - River Plate 1
Balanta volvió y convirtió (foto Ole)















¿Qué le está pasando a River? Es el cuarto empate seguido, en todos ellos hizo las cosas como para quedarse con los tres puntos, pero las malas decisiones en las áreas le permitieron a sus rivales quedarse con el empate.

El partido con Juan Aurich casi no se puede analizar desde lo futbolístico. Es cierto que la cancha era impresentable. Que era muy difícil desarrollar un buen juego allí, que era prácticamente imposible dominar la pelota y que revolearla era lo más fácil. El problema, también, era que hacer después del revoleo, porque, con lo que picaba, matarla y dominarla era casi imposible.

Independientemente de los factores externos, el Millonario hizo los méritos suficientes como para conseguir la primera victoria en la Copa Libertadores. Pero parece que los delanteros están empecinados en hacer las cosas mal, o en no tener en cuenta a sus compañeros mejora ubicados para definir; y los defensores cometen errores de amateur.

La responsabilidad del empate (o los empates) es pura y exclusivamente de River. Del plantel, de las decisiones que toman los jugadores dentro de la cancha, de las que toma el técnico fuera, y de las que tomaron, y toman, los dirigentes con respecto a las incorporaciones y renovaciones.

Del plantel, porque los que están dentro de la cancha muestran cierta desidia, como si estuvieran desmotivados o desinteresados, y piensan más en beneficio propio y en hacer la “jugadita”, que en lo que puede ser mejor para asegurar la victoria para el grupo.

Muestra de ello es la displicencia con la que está jugando Teófilo Gutiérrez. En Chiclayo manejó, por lo menos, dos contra ataques en los que había tres jugadores de la banda contra un defensor del Aurich. En uno de ellos, anunció tanto el pase que le terminó entregando la pelota al hombre rival; en otra, decidió patear, defectuosamente, desde la media luna del área, cuando tenía dos compañeros abiertos y mejor posicionados. Esos son los errores que se terminan pagando caro, sobre todo cuando la diferencia en el marcador no es suficiente como para quedarse tranquilo.

De Marcelo Gallardo porque, en los último partidos, parece no estar acertando con los cambios. En la noche peruana, la primera modificación fue sacar a Rodrigo Mora, quien estaba siendo el mejor delantero de River, para poner a Camilo Mayada, cuando el encuentro pedía tener peso en el área para encontrar el segundo gol. De este modo, mantuvo en la cancha al colombiano, que no había hecho nada para conservar su lugar. Además, se demoró demasiado en introducir otro delantero para complicar a la endeble defensa de Juan Aurich.

De los dirigentes, porque la falta de variantes genera falta de competencia dentro del plantel, y el consecuente desinterés de los que creen tener su lugar asegurado.  Los habituales titulares tienen detrás a jugadores que les cuesta horrores pelearles el puesto o que no están ciento por ciento en la consideración del técnico. Prueba de ello son los rendimientos que muestran cada vez que tienen la posibilidad de jugar y el posterior resultado final. Mayada y Gonzalo Martínez son buenos refuerzos, pero no pueden cubrir todos los huecos.

Para colmo, la renovación de Ariel Rojas se demora y se nota en la cancha. El ex Godoy Cruz pide, desde sus actuaciones, salir del equipo hasta que su situación se resuelva, del mismo modo que el ex Danubio pide ingresar desde el minuto cero. Y aquí también son responsables los dirigentes, porque el volante zurdo se ve en condiciones de exigir, sabiendo que no hay nadie detrás para reemplazarlo.

La noche del Elías Aguirre dejó complicado a River de cara a la clasificación. Con dos puntos, está último en su grupo, y no supo aprovechar la derrota de San José en su tierra para acaparar el segundo puesto que le hubiera dado la victoria. De todos modos, la clasificación es posible, pero, si la semana pasada, el margen de error era chico, ahora es nulo.

De los tres encuentros que quedan, el Millonario deberá ganar los dos de local y, por lo menos, traerse un empate de tierras mexicanas, para obtener nueve puntos y clasificar como uno de los peores segundos. Las victorias en casa no deberían ser un desafío ante peruanos y bolivianos, pero ya vimos que River se empata los partidos solo. Además, si éstos últimos derrotan al Aurich en Oruro, el pase a octavos se definirá entre San José y River en la última fecha en el Monumental.

River sigue dependiendo de si mismo y, curiosamente, el principal rival que tiene, es River. Todavía está a tiempo de hacer que esta cadena de responsabilidades sea solo una crítica por un par de malos resultados, pero debe reaccionar ya, antes de que sea  demasiado tarde.

Formaciones

Juan Aurich (Per): Gallese; Cuba, Ramos, Gambetta, Céspedes; A. Rojas, Vilchez, M. Delgado; Tejada; Valoyes y Pacheco. Director Técnico: Roberto Mosquera.

River Plate: Barovero (6); Mercado (4), Maidana (6), Balanta (6), Vangioni (6,5); C. Sánchez (7), Kranevitter (7), Rojas (4); Pisculichi (6); Mora (7) y T. Gutiérrez (3). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 29’ST G. Martínez por Pisculichi; 30’ST Mayada por Mora; 38’ST Cavenaghi por C. Sánchez.

Resumen

Goles: 22’PT Balanta (Riv); 22’ST Rengifo (JA)
Incidencias: 46’ST expulsado Cuba (JA)
Arbitro: J. Quintana (mal)
Figura: Kranevitter (Riv)

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