Artime anota de cabeza uno de los goles del partido |
El 26 de agosto de 1962 se jugó la edición nº 67 del superclásico del fútbol argentino. Por la fecha 14 del campeonato, River recibía en su cancha al cuadro de la ribera.
El desarrollo de aquel campeonato se vio
interrumpido por la realización del Mundial de Fútbol en Chile, por lo que se
disputó en dos etapas.
Boca venía como puntero y River buscaba acercarse para dar pelea hasta el final. Una victoria del visitante le allanaría el camino al título, pero el “millo” estaba dispuesto a evitar que el rival de toda la vida se escapara en las posiciones.
Boca venía como puntero y River buscaba acercarse para dar pelea hasta el final. Una victoria del visitante le allanaría el camino al título, pero el “millo” estaba dispuesto a evitar que el rival de toda la vida se escapara en las posiciones.
Además, el local estaba atravesando una de sus
peores épocas en cuanto a títulos, el último lo había logrado en 1957 y a partir
de allí no había podido conquistar otro, siempre quedándose en las puertas en
las últimas fechas.
Así fue como el Monumental se vistió de fiesta
una vez más con 56467 entradas vendidas. Los equipos salieron a la cancha con
las siguientes alineaciones:
RIVER PLATE: Domínguez, Ramos Delgado,
Etchegaray; Barberis, Cap, Varacka;
Onega, Pando, Artime, Delem, Roberto.
Onega, Pando, Artime, Delem, Roberto.
BOCA JUNIORS: Errea; Silvero, Marzolini,
Simeone, Rattín,
Orlando; Nardiello, Menéndez, Valentim, Grillo, González.
Orlando; Nardiello, Menéndez, Valentim, Grillo, González.
El primero en pegar fue Boca, con su delantero
estrella y goleador, Paulo Valentim, puso el marcador 1 – 0 a los 25 minutos
del primer tiempo. Parecía que el camino hacia la victoria y el campeonato se
abría en el horizonte para el equipo xeneize, y así terminaba el primer tiempo, con la
pizarra favorable a los visitantes.
En el segundo tiempo River debería revertir el
resultado si quería mantener las esperanzas de campeonar, y al parecer así lo
entendieron los jugadores, que en tan solo tres minutos, dieron vuelta el
resultado y dejaron con las manos vacías a los eternos rivales.
Primero, a los 5 minutos del complemento, Luis
Artime puso el empate y tan solo 2 minutos después anoto el gol de la ventaja
para el equipo local. Un minuto más tarde, Delem, con un furibundo remate desde
30 metros pondría el tercer y definitivo gol, para dejar un score de 3 – 1 a
favor del equipo millonario.
Así, en tan solo tres minutos, el equipo de la banda roja se despachaba con tres goles y echaba por tierra las esperanzas del equipo xeneize, alzándose con una victoria que lo dejaría a un punto del líder y a la postre lo llevaría a definir el campeonato en la penúltima fecha, cuando se enfrentaran nuevamente en la bombonera con una polémica definición, pero esa es otra historia.
Así, en tan solo tres minutos, el equipo de la banda roja se despachaba con tres goles y echaba por tierra las esperanzas del equipo xeneize, alzándose con una victoria que lo dejaría a un punto del líder y a la postre lo llevaría a definir el campeonato en la penúltima fecha, cuando se enfrentaran nuevamente en la bombonera con una polémica definición, pero esa es otra historia.
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