El mundial violento
La selección de 1962 |
El desastre de Suecia había calado hondo en el fútbol Argentino. Se había caído el mito de que solo alcanzaba con la técnica, y la preparación física comenzaba a ser casi tan importante como las virtudes naturales.
Tras una disputa por la organización de la competencia entre
Argentina y Chile, finalmente el país trasandino fue el elegido para desarrollar
la séptima copa del mundo, que se llevó a cabo entre el 30 de mayo y el 17 de
junio de 1962.
La principal característica del certamen fue la violencia
con la que se jugaron algunos partidos, llegando a su máximo exponente cuando
Chile enfrentó a Italia, con quien tenía una enconada disputa ya que los
europeos se habían opuesto rotundamente a la realización del mundial en el país
cordillerano, en la llamada “Batalla de Santiago”. Allí, a los siete minutos se
fue expulsado Ferrini y luego, Leonel Sánchez le aplicó un golpe a Maschio que
le rompió el tabique nasal, pero el juez hizo la vista gorda. Más tarde, el
expulsado fue el italiano David, quién busco vengar a su compañero, finalizando
el encuentro con escenas de pugilato y un 2 a 0 a favor de los locales.
Además, Pele no pudo completar la copa porque una lesión lo
dejó afuera en el segundo encuentro. A pesar de ello, a Brasil le alcanzó con
Garrincha y, repitiendo nueve de los once campeones de Suecia 58, se coronó una
vez más, derrotando en la final a Checoslovaquia e igualando a Italia y Uruguay
con dos trofeos Jules Rimet.
Otros hechos curiosos de ese Mundial fueron el empate entre
Colombia y la URSS en cuatro tantos, cuando los rusos ganaban cómodamente por 4
a 1, y el gol olímpico anotado en ese encuentro por Coll para los cafeteros,
que es el primero y único registrado hasta hoy en copas del Mundo por esa vía.
Además, en este certamen se implementó el desempate por diferencia de gol, que
sería determinante para el futuro de la Argentina.
En lo que respecta a la albiceleste, el plantel estaba
compuesto por:
Arqueros: 1- Antonio
Roma, Boca Juniors; 12-
Rogelio Domínguez, River Plate.
Defensores: 3- Silvio
Marzolini, Boca Juniors; 15- Rubén Marino Navarro, Independiente; 6- Raúl Páez, San Lorenzo de Almagro; 4- Alberto Sainz, River Plate; 2- José Ramos Delgado, River Plate; 17-
José Rafael Albrecht, Estudiantes de La Plata; 14- Alberto Mariotti,
San Lorenzo de Almagro.
Mediocampistas: 5- Federico Sacchi, Racing; 18- Vladislao Cap, River Plate; 22- Alberto
González, Boca Juniors; 8- Martín
Pando, River Plate; 16- Antonio Ubaldo Rattin, Boca Juniors; 13-
Oscar Rossi, San Lorenzo de Almagro.
Delanteros: 11- Raúl Belén, Racing; 7- Héctor
Facundo, San Lorenzo de Almagro; 20- Juan Carlos Oleniak,
Argentinos Juniors; 9- Marcelo
Pagani, River Plate; 10- José Sanfilippo, San Lorenzo de Almagro; 19- Rubén Sosa, Racing; 21- Ramón Abeledo,
Independiente.
Director técnico:
Juan Carlos Lorenzo.
La pobre actuación Argentina marcó el pronto camino de
regreso a casa. Habitando el grupo D junto con Hungría, Bulgaria e Inglaterra,
el combinado nacional no pudo superar la barrera europea y se quedó eliminado
en la primera ronda por diferencia de gol.
El debut frente a Bulgaria era auspicioso por la victoria,
pero no invitaba a ilusionarse por lo escaso del marcador, 1 a 0 con gol de
Facundo, ante el rival más débil y por el pobre juego mostrado.
En la segunda presentación, Inglaterra victimizó al equipo de
Lorenzo con un contundente 3 a 1. El gol lo marcó José Sanfilippo a los 36
minutos del complemento. La derrota dejaba a la albiceleste al borde del
abismo, ya que faltaba enfrentar a Hungría, que aparecía como el rival más
fuerte del grupo tras ganarles 2 a 1 a los isleños y 6 a 1 a loso búlgaros.
Los empates en cero de ambos encuentros de la última jornada
condenaron las ilusiones argentinas, ya que al finalizar igualado en tres
puntos con Inglaterra, la reglamentación impuesta por la FIFA lo dejaba tercero
con -1 de diferencia, contra el +1 de los británicos.
En lo que respecta a los hombres de River Plate, fueron seis
los representantes en la competición mundialista, pero ninguno pudo salir de la
mediocridad presentada por el conjunto nacional. Roberto Sainz, Vladislao Cap y
Marcelo Pagani tuvieron dos actuaciones; y Rogelio Domínguez, José Ramos
Delgado y Martíin Pando participaron en un solo encuentro. Solamente frente a
Hungría, en el empate sin goles, todos los representantes del Millonario
ingresaron como titulares.
A pesar de estar pasando por una etapa dura en el plano
local, donde el último título se había logrado en 1957, los jugadores del Millo
seguían siendo bien vistos por los entrenadores nacionales y así seguiría
siendo en los años subsiguientes, a pesar de los casi 18 años sin títulos
locales.
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