Campeonato de
Primera División 2014 – Fecha 4 – 27 de agosto de 2014
River Plate 3 –
Defensa y Justicia 0
Sánchez, otra vez figura (foto River Plate) |
Tras la contundente victoria frente a Godoy Cruz, se instaló el histórico ganar, gustar y golear, tan característico y representativo de la historia Millonaria. Pero a pesar de ello, parecía apresurado subirse a ese tren. Los pocos partidos disputados, y la falta de rotación, obligaban a ser cautelosos. De todos modos, está claro que la idea de Marcelo Gallardo es esa, la de la triple G, y no está mal hablar de ello y hacerse eco. Sobre todo si los partidos se suceden y los rendimientos siguen en este nivel.
River mostró nuevamente
una actuación superlativa. Lleva disputadas cuatro jornadas, y en tres de ellas
se llevó puesto a su rival. Los números son contundentes: tres victorias, un
empate, diez goles a favor y uno en contra. En esta ocasión le tocó a Defensa y
Justicia, un equipo que hace sus primeras armas en la máxima categoría y que
tiene una propuesta interesante por parte de su técnico.
El comienzo del
partido fue complicado. El Millonario no encontraba el camino, la presión no
era efectiva y erraba pases fáciles. Los defensores del Halcón anticipaban
siempre a los delanteros, que no exhibían la movilidad de otras jornadas, y en
alguna contra pudo complicar más de la cuenta.
Pero todo cambió a
los 33 minutos de la primera etapa. Carlos Sánchez, otra vez figura, robó la
pelota en mitad de cancha y abrió para Leonardo Pisculichi. El uruguayo fue a
buscar el centro, que el ex Argentinos puso en su cabeza, e impactó el balón de
pique al piso para vencer a Fernando Pellegrino.
A partir de allí, el
equipo del Muñeco fue una tromba. Exigió al uno y a la defensa visitante en
varias ocasiones, hasta que cayó el segundo gol, nuevamente a través del
oriental, nueve minutos después de la apertura del marcador.
Luego, el encuentro se
supedito a ver cuántos goles podía hacer River. El complemento solo sirvió para
afianzar la superioridad y seguir incrementando la relación amorosa entre la
hinchada Millonaria y Teófilo Gutiérrez, que consiguió la tercera conquista, su
quinta en el campeonato. Así terminó el partido, con un contundente tres a cero.
Esta actuación permitió
que durante todo el segundo tiempo se viviera en el Monumental la tranquilidad
que hace tiempo no se vivía. La gente estaba contenta, disfrutaba de lo que su
equipo hacía en el terreno de juego. El comentario generalizado era lo extraña
que era esa sensación y lo lindo que era volver a vivirla.
En los últimos
tiempos, el fanático riverplatense se había acostumbrado a sufrir. A mirar el
reloj para ver cuánto faltaba para la finalización del encuentro, esperando que
no pasara lo que solía pasar: el gol sobre la hora.
Parecía que los males
habían quedado atrás, y que este River, era aquel famoso River que, en su casa,
le hacía de a tres a todos los equipos que se animaban a visitarlo. Los
recuerdos de las épocas doradas brotaban del césped del Monumental. Incluso los cánticos de las tribunas
rememoraban a aquellos de las décadas triunfales.
La gente disfrutaba
y, en vez de maldecir por los goles errados, sonreía, se miraba incrédula y
cantaba. Vivía el partido olvidándose del sufrimiento, sabiendo que en
cualquier momento podía llegar un gol más.
Marcelo Gallardo
logró contagiar a los jugadores con su idea, con su paladar futbolístico, bien
propio de la cantera Millonaria, y ellos le responden adentro del terreno de
juego. Esta identificación se traslada a las gradas, donde los hinchas se sienten
representados con lo que ven y afirman que se recuperó la identidad. Que este
River es el reflejo de lo que quieren.
También es
importante destacar que el campeonato obtenido el semestre pasado les sacó un peso de encima. Ese logro sirvió para hacer
un borrón y cuenta nueva, y ha generado una confianza y una tranquilidad para
trabajar que no se tenía desde el último campeonato logrado en 2008.
Así, con esas
sensaciones, los más grandes se fueron contándole a sus hijos, o a los más
chicos, que así jugaba el River multicampeón, ese que comandaba el Enzo en el terreno
de juego, y antes el Beto; los que ya son abuelos, le contaban a sus nietos,
acostumbrados al sufrimiento y a ser hinchas de la hinchada, que así forjaban
sus hazañas Angelito y Pinino. Y así, todos juntos, se fueron cantando que este
es el famoso River.
Formaciones
River Plate: Barovero (6); Mercado (6), Maidana (7), Funes
Mori (7,5), Vangioni (7); C. Sánchez (8), Kranevitter (7), Rojas (6,5);
Piscullichi (7); Mora (6) y Gutiérrez(7). Director Técnico: Marcelo Gallardo.
Ingresaron: 16′ST T.
Martínez por Pisculichi; 21′ST Boyé por Mora; 33′ST Simeone por T. Gutiérrez.
Defensa y Justicia: Pellegrino; Vella, Casteglione, De Miranda;
D. Martínez, Leyes, M. Benítez; Tellechea; Rius, Camacho y L. González.
Director Técnico: Darío Franco.
Resumen
Goles: 33’PT C.
Sánchez (Riv); 42’PT C. Sánchez (Riv); 31’ST T. Gutiérrez (Riv)
Incidencias: 45’ST se
retiró Barbieri (DyJ) por lesión
Arbitro: S. Laverni
(regular)
Figura: C. Sánchez (Riv)
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