River Plate 2 (3) - Atlético Nacional (Col) 0 (1)
Campeones (foto InfoBae) |
Cuanta alegría, cuanta felicidad. Es indescriptible lo que se siente luego de este logro tan ansiado. Una conquista que pone de pie al equipo más grande de la Argentina.Ya había comenzado a levantarse con Ramón Díaz, cuando ganó el Torneo Final 2014. Él también es parte de esta victoria. La defensa más sólida del certamen, es una herencia de su trabajo.
Marcelo Gallardo llegó para reemplazarlo y, en poco tiempo, logró plasmar una idea de juego que tuvo su merecido premio en esta final Sudamericana. Esa final que, más por errores propios que aciertos ajenos, se había escapado en el 2003 frente al Cienciano de Perú y que debió quedar en casa hace once años.
Como si fuera poco, River vuelve a estar en el primer plano internacional después de haberse embarrado, hace apenas dos años, en los peores lugares, que ni el más pesimista hubiera imaginado. Hoy River está volviendo a ser. Está recuperando la memoria. Está dejando atrás los años oscuros de Aguilar y Passarella para levantarse como el Ave Fénix y resurgir, porque ya está escrito: me verás volver, y te arrodillarás.
Y eso hizo este equipo del Muñeco, con algunos altibajos, sometió a todos los rivales que tuvo en frente en esta copa, con el condimento especial de haber dejado en el camino a los innombrables, demostrándoles que esa famosa mística copera es un invento de los que ganan sin jugar al fútbol.
Este equipo, de la mano de su cuerpo técnico, supo como jugar cada partido. Que tenía que hacer y como lo tenía que hacer. Prueba de ello es el primer partido semifinal en la Bombonera, donde marcó el terreno desde el minuto cero y les hizo entender que no les iba a ser fácil esa serie.
Los números son más que elocuentes. Terminó el certamen invicto, jugó diez partidos, ganó ocho, empató dos y no perdió ninguno; metió diecisiete goles y recibió cinco, de los cuales tres fueron del mismo rival: Estudiantes de La Plata. Sin dudas, un merecido CAMPEÓN.
Respecto del encuentro, es imposible analizar fríamente un logro tan importante. Porque más allá de los futbolístico, implica un montón de situaciones, sensaciones y experiencias que tuvieron su desahogo en las dos conquistas de este año.
Pero bueno, la final se jugó como tal. Un primer tiempo reñido, con más empuje que ideas, donde se notaba y se sabía que un gol podría se definitivo. El Millo tuvo varias ocasiones para ponerse en ventaja, pero Franco Armani tuvo una muy buena mitad y evitó la caída de su arco. Lo propio hizo Marcelo Barovero, quién mantuvo el cero y de quien ya nos hemos deshecho en elogios, siempre apareciendo en los momentos críticos para salvar la portería de la banda.
El complemento comenzó con algunos errores en la salida de Ramiro Funes Mori, un tanto inseguro en las últimas fechas, pero a los nueve minutos, la zurda mágica de Leonardo Pisculichi ejecutó un tiro de esquina y Gabriel Mercado abrió el marcador con un cabezazo.
La copa estaba cada vez más cerca y, como si fuera poco, para rubricarlo, a los catorce, Germán Pezzella puso la testa, tras otro centro de Piscu, para ampliar la ventaja. Otro gol importante del marcador central cuya permanencia entre los suplentes solo se explica por la excelente actualidad de Jonathan Maidana.
A partir de allí el conjunto colombiano bajó los brazos y solo había que esperar el pitazo final de Darío Ubriaco para comenzar con los festejos oficiales, porque los mismos ya había empezado cuando faltaban pocos minutos para el cierre.
Mucho se dijo sobre las distintas situaciones vividas en este semestre, y lo único concreto es que, como ya se destacó anteriormente, de no haber empatado con Olimpo de Bahía Blanca, la planificación realizada por el cuerpo técnico hubiera sido perfecta. De todos modos, aún tiene la posibilidad de alzarse con el torneo local en caso de que Racing no gane el domingo y si lo haga River, ya sea forzando una final entre ambos o arrebatándole la cima en la última jornada.
Además, la obtención de esta copa le abre los caminos al equipo para disputar otros torneos. A saber: la Recopa Sudamericana contra San Lorenzo, campeón de la Copa Libertadores; la Suruga Bank, en Japón, contra el campeón de ese país, el Gamba Osaka, tal vez en febrero; la Copa Sudamericana 2015 por haber sido el ganador de esta edición; y además, ya tenía asegurado su boleto para la Copa Libertadores 2015. Lo que abre un espectro muy grande con la posibilidad de seguir ampliando las vitrinas del Monumental.
A ellos hay que sumarles la disputa de los torneos locales de 2015, la Copa Argentina 2015 y la Recopa Argetnina contra Huracán, que seguramente sea en febrero. Sin dudas un año que estará cargado de competencias y donde, más que nunca, necesitará de una buena planificación para contratar los refuerzos justos (solo podrá hacer tres incorporaciones) y repartir las energías, teniendo en cuenta que, sin dudas, el principal objetivo será la Libertadores.
River sigue de fiesta, festejemos, disfrutemos, levantemos la cabeza y miremos de frente a todos. A esos que nos querían ver en el barro, a esos que estaban (y siguen) esperando que perdamos para ponerse contentos y festejar, pero sobre todo para nosotros, los hinchas, que sufrimos los peores momentos y ahora nos merecemos esta fiesta.
Salud Campeón!!!
Formaciones
River Plate: Barovero (7,5); Mercado (7,5), Pezzella (8); Funes Mori (6), Vangioni (6,5); C. Sánchez (7), Ponzio (6,5), Rojas (6,5); Pisculichi (8,5); Mora (5) y T. Gutiérrez (6,5). Director Técnico: Marcelo Gallardo (10).
Ingresaron: 34'ST Cavenaghi por Gutiérrez; 36'ST Kranevitter por Ponzio; 44'ST Driussi por Pisculichi.
Atlético Nacional (Col): Armani; Bocanegra, Nájera, Henríquez, J. Valencia; Bernal, Mejía, F. Díaz; Cardona; Berrío y L. Ruíz. Director Técnico: Juan Carlos Osorio.
Resumen
Goles: 9'ST Mercado (Riv); 14'ST Pezzella (Riv)
Incidencias: no hubo
Arbitro: D. Ubriaco (Uru) (Bien)
Figura: Pisculichi (Riv)
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