Copa Libertadores 2015 – Octavos de final – Ida – 7 de mayo
de 2015
River Plate 1 – Boca Juniors 0
Ponzio, figura en su regreso (foto River Plate) |
Se fue el primer chico de la serie de octavos de final entre
River y Boca. También se fue el segundo encuentro de la trilogía y, por ahora,
hay una victoria por bando. Por supuesto que ambos son en diferentes contextos
y con valores distintos.
Se había dicho que el del domingo pasado era el menos
importante de los tres, lo cual no quiere decir que no fuera importante, y que
lo que se empezaba a jugar el jueves era lo más relevante de este trío de
superclásicos.
Y River empezó con el pie derecho. Hizo lo que tenía que
hacer. Se quedó con la victoria en su casa y sin recibir goles, lo cual le
otorga un plus para la revancha, ya que obliga a Boca a, no solo tratar de
hacer un gol, sino que también a estar atento en defensa porque una anotación
en contra lo obliga a duplicar la cantidad de goles a convertir.
Durante el primer tiempo, la sensación en la cancha era que
la visita estaba mejora parada. Llegaba con su fama de equipo compacto,
imbatible y con el mejor plantel de la Argentina. Hacía circular la pelota con
velocidad y a un toque, mostrando buen juego asociado y muchas variantes.
Al Millo le costó hacer pie, pero a los quince minutos logró
asentarse y Leonardo Ponzio comenzó a ser el dueño del mediocampo. Sin dudas,
es Leo el ejemplo de cómo deben jugarse estos partidos. Mucho sacrificio, garra
y entrega, pero tratando siempre de darle buen destino al balón.
Con el correr de los minutos, el local comenzó a sentirse
más cómodo con la famosa presión alta. Los problemas aparecían cuando le visita
rompía esa presión y lograba colocar mano a mano a Luciano Pavón con Leonel
Vangioni o Emanuel Mamanna, el juvenil estuvo impasable, y siempre llegaba
algún compañero para cerrar y despejar el peligro.
De todos modos, y a pesar de tener mucho dominio del balón
en la primera mitad, las jugadas de riesgo fueron casi todas de River, y los
xeneizes solo merodearon el área con intenciones, pero no patearon al arco.
En el complemento se vio la peor cara de este River. Muchos
errores y desconcentraciones, a tal punto que a los veinte segundos, Joanthan
Calleri pudo abrir el marcador, pero Marcelo Barovero logró desviar al córner
con la punta del dedo de su mano derecha.
También aparecieron los famosos errores de Ramiro Funes
Mori, con la fortuna de que, en esta ocasión, no terminó en un gol en contra.
Así iban pasando los minutos. Con Boca intentando llegar cada vez con más
peligro, sin lograrlo, y con River tratando de mantener su nivel de la primera
mitad.
Cuando por fin logra hace pie nuevamente, las cosas parecían
complicarse ya que Ponzio tuvo que salir por una sobrecarga muscular. En su
lugar entró Camilo Mayada y, minutos antes, lo había hecho Gonzalo Martínez por
Sebastián Driussi, que otra vez jugó un buen partido, sobre todo en el primer
tiempo.
Estos ingresos le dieron más vértigo y velocidad al
Millonario, pero perdió un poco de equilibrio, recuperación y presión en el
medio. Herramientas que habían sido la clave para emparejar el buen juego de la
visita y neutralizar su producción futbolística.
Pero fue el Pity quién, con su velocidad, logró meterse en
el área tras un pelotazo cruzado y, luego de enganchar y forcejear con Fernando
Gago, consiguió que éste le cometiera penal. Carlos Sánchez se hizo cargo de la
ejecución y se sacó la mufa al poder convertirle su primer gol a Boca con la
camiseta de la banda roja.
Faltaban diez minutos más el adicional y el xeneize
comenzaba a dejar espacios atrás en busca del empate. Pero a poco del final,
Teófilo Gutiérrez se hizo expulsar por una infracción a un defensor rival y el
Millo prefirió refugiarse e intentar salir de contra para aprovechar algún
hueco.
Ninguno de los dos pudo hace nada más y el partido se murió
con el 1 a 0 a favor de River que lo deja bien parado para la revancha, pero
que no deberá confiarse porque la ventaja es escasa y porque Boca ya demostró,
el último domingo, que en dos minutos te puede hacer dos goles.
Un párrafo aparte para la actuación de Germán Delfino. Su
actuación fue muy mala. Omitió expulsiones alevosas (la patada de Funes Mori
por la cual lo amonestó) y se empezó a enredar en sus errores tratando de
compensarlos cobrando todas las divididas para la visita.
El próximo jueves el auriazul tendrá la responsabilidad de
ir a buscar el resultado y, teniendo en cuenta la ausencia obligada de Teo, el
Millo tal vez pueda apostar a una dupla ofensiva más veloz. Deberá mantener la
intensidad de este encuentro y tendrá que ser inteligente para aprovechar al
máximo algún error que pueda cometer Boca. Un gol de River en la Bombonera puede
ser decisivo para empezar a soñar con el pase a cuartos.
Formaciones
River Plate: Barovero
(8); Mamanna (8), Maidana (7), Funes Mori (6), Vangioni (6); C. Sánchez (7), Kranevitter
(7), Ponzio (8), Driussi (7); Mora (6) y T. Gutiérrez (6). Director Técnico:
Marcelo Gallardo.
Ingresaron: 26’ST G. Martínez (5) por Dirussi; 28’ST Mayada
(5) por Ponzio.
Boca Juniors: Orión;
Marín, D. Díaz, Torsiglieri, Colazo; P. Pérez, Cubas, Gago; Lodeiro, Calleri y
Pavón. Director Técnico: Rodolfo Arruabarrena.
Ingrearon: 33’PT Burdisso por D. Díaz; 31’ST Carrizo por Pavón; 42’ST Osvaldo por Calleri.
Resumen
Goles: 36’ST
C. Sánchez –p– (Riv).
Incidencias:
42’ST esxpulsado T. Gutiérrez (Riv)
Arbitro: G. Delfino (mal)
Figura: Ponzio (Riv)
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