Torneo de Transición 2016 – Zona 1 – Fecha 10 – 9 de abril
de 2016
River Plate 2 – Sarmiento (Junín) 2
Alonso volvió a convertir (foto River Plate) |
Parece mentira tener que titular así esta nota, pero es la
realidad. River debe evitar quedar en el último lugar. Ya hemos sufrido una
experiencia como esa en 2008/2011, y revertirla le costó tanto que, ni siquiera
una campaña de 63 puntos, con clasificación a la Copa Sudamericana, logró
evitar la catastrófica promoción.
El empate contra Sarmiento deja a River con 24 puntos en 24
fechas desde que volvió de la Suruga Bank. Obtuvo el 33% de las unidades
disputadas. Un porcentaje preocupante, que debería ser tenido en cuenta por el
cuerpo técnico para evitar especulaciones a la hora de formar el equipo que
debe afrontar el torneo local.
Está claro que el objetivo es la Copa Libertadores, pero se
confunde el concepto si creemos que por enfocarnos en el torneo continental,
las demás competencias no importan. También es una obligación dar la mejor imagen
en cada encuentro, poner el mejor equipo posible para defender la historia y el
presente del club. El cuadro más grande de la Argentina no se puede dar el lujo
de deambular por las canchas merodeando los últimos puestos del torneo
argentino.
No hace falta recordar que es la competencia local la que te
sentencia a jugar un año (o más) en la segunda categoría, por lo que la
importancia que deberían darle debe ser, al menos, la misma que se le da al
torneo continental. Y no estamos considerando el prestigio que representa
vestir los colores del Millonario, que ya debería ser motivo suficiente para
poner los mejores once en cada encuentro.
Tras la victoria frente a The Strongest, en estas líneas
manifestamos que ese tendría que ser el equipo que debería jugar cada encuentro
de aquí al parate por la Copa América. Gallardo no lo entendió así y volvió a
poner un equipo con siete modificaciones. El resultado está a la vista. Un
empate de local contra el último y peor equipo del torneo.
El Muñeco empezó con la rotación desde la fecha dos del
campeonato argentino, por lo que justificar tantas modificaciones desde el cansancio
que pueden tener los jugadores es incomprensible. En Europa juegan dos y hasta
tres veces por semana los mismos hombres todos los partidos. No hay motivos ni
razones para que acá no suceda igual. Y, en todo caso, habría que modificar la
preparación física y, de paso, capaz evitaríamos tener tantos lesionados, en su
mayoría musculares, por competencia.
El partido fue malo. Por lo general, los partidos contra
equipos de Caruso suelen ser malos por lo poco que propone el rival. Pero
también fue responsabilidad del Millonario que no supo aprovechar la ventaja
rápida que obtuvo en el primer tiempo y se lo empató en el final.
Había hecho lo más difícil contra un equipo de Lombardi,
abrir el marcador rápido, y hasta aumentó la ventaja. Pero en vez de jugar con
tranquilidad, se dejó llevar por delante por un equipo muy pobre, que propuso
poco y que se llevó un punto por las irresponsabilidades de la gente de River.
En el complemento, Ponzio comenzó como primer marcador
central por una molestia muscular de Mammana. El final parecía ser premonitorio.
El santafesino se hizo expulsar tontamente y, en la jugada siguiente, Arzura metió
la mano que terminó en el penal que le dio el empate a la visita.
Parece un chiste de mal gusto, pero cada vez que Leo ocupa
alguna posición en la defensa, el Millonario deja escapar puntos tontamente.
Por lo que ya no es una cosa casual, sino que pasa a ser causal. No solo por los
descalabros que genera en defensa el ex Newell’s, sino por lo bueno que deja de
generar en el medio campo.
A este combo, hay que sumar el rendimiento de jugadores que
siguen dilapidando oportunidades de quedarse en River. Está claro que muchos de
los que forman el equipo alternativo agotaron sus chances de vestir estos
colores y, si el Muñe es coherente con lo que dijo en conferencia, muchos de
ellos dejaran el club a mitad de año.
El problema pasará por saber cómo recuperar el dinero
invertido en muchos de esos jugadores, teniendo en cuenta la impericia de esta
dirigencia para negociar jugadores campeones, se hace difícil pensar que podrán
sacar alguna buena tajada de estos que presentan rendimientos tan mediocres.
River dejó pasar la seguidilla de partidos contra los
rivales más débiles de la zona sin obtener las tres unidades. De hecho, obtuvo
dos de nueve y ahora deberá enfrentar a Olimpo en Bahía Blanca y luego a Boca
en la Bombonera. Esta rotación se justifica desde la necesidad de traer la clasificación
de Brasil la próxima semana.
Si River no logra los tres puntos frente al Sao Paulo, la
planificación habrá sido errónea y la culpa será completamente del cuerpo
técnico. Y si llega a venir con la clasificación en el bolsillo, será hora de
dejar de lado el equipo alternativo y empezar a sumar para salir de los últimos
puestos.
Formaciones
River Plate: Barovero
(5); P. Carreras (5), Mammana (6), Balanta (6), Casco (6); L. González (5),
Ponzio (4), G. Martínez (4); Pisculichi (4,5); Viudez (4) y Alonso (6).
Director Técnico: Marcelo Gallardo.
Ingresaron: 0’ST Arzura (4) por Mammana; 6’ST Mayada (4) por
Pisculichi; 24’ST Driussi por Viudez.
Sarmiento (Junín):
Trípodi; Niz, Peppino, Dutari, Cosaro; Antonini, H. Pereira, Busse, Depetris;
F. Álvares y Fornari. Director Técnico: Ricardo Caruso Lombardi.
Ingresaron: 10’ST Mercado por Antonini; 24’ST D. Chaves por
F. Álvarez; 35’ST Cacheiro por Niz.
Resumen
Gol: 3’PT I. Alonso (Riv); 23’PT Casco (Riv); 25’PT Niz
(Sar); 47’ST D. Chaves –p– (Sar)
Incidencias: 45’ST expulsado Ponzio (Riv)
Arbitro: J. Baliño (bien)
Figura: K. Mercado (Sar)
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