River Plate 1 – Estudiantes (LP) 0
Trezeguet festeja su gol (Foto D. Girardi) |
Ramón Díaz volvió a sentarse en el banco del Monumental después de casi once años. La última vez había sido en el 2002 frente a Argentinos Junios en una goleada que le dio un campeonato más a su extenso palmarés. Este domingo volvía a su casa y el rival era Estudiantes de La Plata. La única modificación que presentaba el equipo del riojano era el ingreso de Ariel Rojas por Leonardo Ponzio, expulsado en la primera fecha. Estudiantes presentaba un 3-5-2 para sumar más gente en el medio y lucharle la posesión del balón a River en ese sector.
En el primer tiempo se pudo ver el equipo que
seguramente Ramón y la gente quiere. Tuvo movilidad, precisión, juego asociado,
paredes y desmarques, desbordes, presión y recuperación en el medio y solidez
defensiva. Todas esas características hicieron que durante la primera etapa
hubiera un solo equipo en la cacha.
A los cinco minutos el arquero “Pincha” le había
sacado un cabezazo a Mora que había conectado adentro del área chica. Vangioni
fue salida constante, con vértigo y desborde, complicando siempre a Shunke.
Ledesma se hizo dueño del mediocampo, robando y distribuyendo y Rojas se puso
la pilcha de Ponzio y fue el eje del juego. Tocó, la pidió, habilitó y hasta
metió el centro que terminó en el gol de Trezeguet, cumpliendo su mejor
actuación desde que llegó al “Millonario”.
Lanzini estuvo rápido y encarador, generando
peligro, aunque le faltó soltar la pelota en los metros finales para dejar a un
compañero de frente a la definición. Mora no fue lo picante que suele ser y no
tuvo muchas chances frente al arco, no aprovechó la lentitud de los defensores
“pinchas” para encararlos y ganarles en velocidad; y Trezeguet, empieza a ser aquel
que llegó en el verano de 2012, tocando de primera, mostrándose para descargar
e ir a buscar la pared y tratando de resolver siempre a un toque, coronando su
actuación con un golazo.
La defensa y el arquero estuvieron sólidos y seguros.
Aunque el rival prácticamente no atacó en este período, Román estuvo rápido en
los cruces, Bottinelli bien en el juego aéreo en el que fue impasable, fue el
mejor de los tres, y Mercado, el de más flojo rendimiento, fue de mayor a menor.
La buena actuación del equipo de Ramón y la anemia
ofensiva del equipo platense presagiaban una noche tranquila y de rápida
resolución para el conjunto local. Pero el segundo tiempo cambió completamente.
La salida del paraguayo por una contractura en su pierna izquierda, que se
confirmó como un desgarro, generó una modificación en el esquema táctico. Pires
ingresó en su lugar y se paró como primer marcador central, Bottinelli como
segundo y Vangioni retrocedió unos metros para jugar de lateral izquierdo,
quedando un 4-3-1-2 que le hizo perder protagonismo, ya que el ex Newell´s
quedaba más lejos de las posiciones ofensivas, y Sáchez seguía impreciso y en
bajo nivel. Así, con el correr de los minutos, se empezó a notar el cansancio
en Rojas y Ledesma, que empezaron a perder en el medio y Estudiantes comenzó a
ganar metros en ofensiva llevando algo de peligro al arco de Barovero, pero con
poca claridad.
Al “Millo” le costaba recuperar el balón, y por
ende, no conseguía la forma de inquietar al arquero Silva. Cuando lograba salir
con alguna contra rápida, los defensores del equipo de Cagna, y Rodrigo Braña, cortaban
con infracción, que el juez, de pésima labor, decidía obviar y dejar seguir,
porque de lo contrario tenía que expulsar al volante central visitante que ya
había visto la amarilla a los cinco minutos de juego. Así se fue jugando cada
vez más cerca del arco de Barovero, que solo tenía que estar atento para
descolgar los centros que buscaban las cabezas de Zapata primero y Carrillo
después. A pesar de ello, el arquero “Millonario” no pasó ningún sobresalto y
logró finalizar con la valla invicta por primera vez en el certamen.
Todo lo bueno que se vio en la primera etapa, se
diluyó en el complemento. Con el doble cinco que comenzó a sentir el paso de
los minutos y empezó a perder piernas y a retroceder en el campo; Vangioni que,
al pasar a la línea de fondo, perdió sorpresa y se ocupó más de la marca; y
Sánchez que seguía perdido. Estudiantes ganó terreno y aprovechó los pocos
momentos de duda defensiva para generar algo más de peligro.
Lo positivo, además de los tres puntos, es que se
está logrando una identidad de juego. Falta encontrar continuidad y constancia
para no ver un equipo claramente superior al rival en una etapa y luego terminar
sufriendo en el complemento, con el riesgo de poder recibir algún gol que
impida obtener los tres puntos. Respecto de esto, el partido de ayer fue de esos
que solían empatarle a River sobre el final, y ayer, se logró conservar la
ventaja. Evidentemente algo está cambiando, aunque es muy pronto para hacer una
evaluación definitiva.
También se observa otro talante en los jugadores. Se
los ve más confiados, con otro ánimo, como si la llegada de Ramón hubiera
descomprimido alguna situación y esto se nota en la cancha. El caso emblemático
es el de Rojas, el año pasado era un jugador anodino, inexpresivo, y en lo que
va de este 2013 se lo ve con otra actitud, con más ganas y más participativo, y
así pasa con varios.
También fue positivo el ingreso de Iturbe. Mostró
poco, pero se ve que es rápido y encarador, que le gusta tomar el balón e ir
hacia delante. Así fue como sufrió una patada artera de atrás de Braña, que
para el juez ni siquiera fue infracción y otra de Angeleri, que vio la
amarilla.
Respecto del arbitraje, otra vez más toco un juez
que empezó severo con las sanciones disciplinarias y con el correr de los
minutos dejó pegar sistemáticamente en el medio sin mostrar tarjetas que
podrían haber significado alguna expulsión y sin medir con la misma vara
situaciones de similar calibre para ambos bandos. Es otro tema a tener en
cuenta para tratar de definir los partidos de modo de no tener que sufrir
sanciones que puedan complicar un resultado favorable.
En el debe queda lograr la continuidad que permita
mantener un ritmo de juego constante, sin tener que llegar sufriendo a los
últimos minutos y mejorar en ataque para conseguir más goles, logrando definir
los encuentros antes de los noventa minutos mediante la contundencia en el
marcador.
Párrafo aparte para el gol. Uno de esos que hace
tiempo no se ve por Núñez. Esos goles que llenan los ojos y que son muestra del
buen fútbol. River tuvo la pelota en su poder durante 90 segundos, hubo quince
toques sin que ningún rival pudiera interceptar el balón y la finiquito el
goleador francoargentino con una bolea que ya es una especialidad de la casa.
Un verdadero golazo.
River volvió a ganar, lleva cuatro victorias
seguidas, situación que no se da desde el campeonato de 2008, y además, es el
único equipo en primera división que lleva diez fechas sin derrotas, algo que no
se está destacando mucho en los medios, pero que es importante y sirve para que
los jugadores sigan ganando confianza y que empiecen a creer que pueden pelear
por cosas importantes y dejar de mirar esa tabla nefasta a la que nos habíamos
acostumbrado los últimos años.
Fomaciones
River Plate: Barovero (6); Mercado (5), Román (6), Bottinelli (6,5);
Sánchez (4), Ledesma (6), Rojas (7), Vangioni (6); Lanzini (4,5); Mora (5),
Trezeguet (7). DT: Ramón Díaz
Ingresos:
0’ST Gonzalez Pires (5) x Román; 29’ST Iturbe x Lanzini; 36’ST Funes Mori x
Trezeguet
Estudiantes (LP): Silva (6); Shunke (4), Angeleri (5), Desábato (5); Jara (4),
Braña (6), Gelabert (5), Iberbia (4); Benítez (4); Zapata (5), Fernández (4).
DT: Diego Cagna.
Resúmen
Goles:
31’PT Trezeguet (Riv)
Incidencias:
no hubo
Árbitro:
D. Abal (mal)
Figura
del partido: Rojas (Riv)
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