Con el antecedente de la Copa Ricardo Aldao, surgió la idea de realizar un certamen continental que reuniera a los campeones de cada país. Así, en 1948, el Colo-Colo chileno organizó un torneo llamado Copa de Campeones, realizado por única vez en Chile, que fue el antecesor de la actual Copa Libertadores de América.
En 1960
comenzó a desarrollarse la competencia en forma anual, con el nombre que había
tenido aquella primera edición en el país trasandino, donde solo participaban
los ganadores de los campeonatos locales de cada país. Recién en 1965, cuando
se decidió la inclusión de los equipos subcampeones, pasó a llamarse como la
conocemos actualmente.
Gracias a
esa modificación, en 1966, River consiguió su pasaporte para disputar por
primera vez la competencia sudamericana. A pesar de que pasaba por su período
más prolongado sin títulos, había obtenido el subcampeonato de 1965, por lo
cual ganó el derecho de disputar la Copa. Con la ausencia de los equipos
brasileros, por estar en desacuerdo con la inclusión de los “segundos”, el
“Millonario” comenzó su camino internacional integrando el Grupo 1 junto a Boca
Juniors; Deportivo Italia y Deportivo Lara de Venezuela; y Universitario y
Alianza Lima de Perú.
En la
primera ronda el equipo “Millonario” no tuvo inconvenientes para sortear a sus
rivales. Con ocho triunfos en diez partidos se clasificó sin sobresaltos para
la segunda fase del certamen.
Fecha
|
Local
|
Vs
|
Visitante
|
Goles
|
10-2-1966
|
River Plate
|
2-1
|
Boca Juniors
|
Sarnari, Bayo (Riv);
Rojas (Boc)
|
15-2-1966
|
Lara
|
1-2
|
River Plate
|
Santa Ana (Lar); D.
Onega 2 (Riv)
|
17-2-1966
|
Dep. Italia
|
0-3
|
River Plate
|
D. Onega, Sarnari 2
(Riv)
|
23-2-1966
|
Universitario
|
1-1
|
River Plate
|
Cassaretto (U); D. Onega
(Riv)
|
26-2-1966
|
Alianza Lima
|
0-2
|
River Plate
|
Matosas y D. Onega
(Riv)
|
2-3-1966
|
River Plate
|
5-0
|
Universitario
|
D. Onega (3),
Cubilla (p), Loayza (Riv)
|
4-3-1966
|
River Plate
|
3-0
|
Lara
|
Delem, Loayza 2
(Riv)
|
8-3-1966
|
River Plate
|
3-2
|
Alianza Lima
|
Loayza, D. Onega,
Zywica (Riv); Zegarra 2 (AL)
|
10-3-1966
|
River Plate
|
2-1
|
Dep. Italia
|
Loayza, D. Onega
(Riv); Nitti (Ita)
|
24-3-1966
|
Boca Juniors
|
2-0
|
River Plate
|
Rojas 2 (Boc)
|
Posiciones Grupo 1
Equipo
|
PJ
|
PG
|
PE
|
PP
|
GF
|
GC
|
PTS
|
River Plate
|
10
|
8
|
1
|
1
|
23
|
8
|
17
|
Boca Juniors
|
10
|
7
|
0
|
3
|
19
|
9
|
14
|
Dep. Italia
|
10
|
4
|
2
|
4
|
15
|
18
|
10
|
Universitario
|
10
|
3
|
4
|
3
|
10
|
14
|
10
|
Alianza Lima
|
10
|
2
|
1
|
7
|
10
|
16
|
15
|
Lara F. C.
|
10
|
1
|
2
|
7
|
5
|
17
|
4
|
Esta
edición de la Copa se jugaba en tres etapas. La primera, en tres zonas de seis
equipos de los cuales los dos primeros de cada una se clasificaban a la
instancia de semifinales. La segunda etapa se desarrollaba en dos grupos, uno
de tres y otro de cuatro equipos, ya que se agregaba el campeón de la última
edición, y los primeros de cada zona clasificarían a la final de la
competencia, que sería de ida y vuelta, y en caso de igualdad de puntos, habría
un tercer partido de desempate en cancha neutral.
En la etapa
de semifinales, a River le tocó compartir el Grupo A junto a Boca Juniors,
Independiente (último campeón) y Guaraní de Paraguay, conformando una zona
visiblemente más complicada que la primera. A tal punto que de los seis
encuentros disputados, ganó solo tres, empató en dos y cayó en uno.
Fecha
|
Local
|
Vs
|
Visitante
|
Goles
|
6-4-1966
|
Guaraní
|
1-3
|
Rive Plate
|
González (Gua);
Solari, D. Onega, Loayza (Riv)
|
12-4-1966
|
Independiente
|
1-1
|
Rive Plate
|
Tarabini (Ind);
Solari (Riv)
|
14-4-1966
|
Rive Plate
|
2-2
|
Boca Juniors
|
Sarnari, Silvero
(e/c) (Riv); Madura, Rojas (Boc)
|
19-4-1966
|
River Plate
|
4-2
|
Independiente
|
Sarnari 2, D. Onega
2 (Riv); Savoy 2 (Ind)
|
21-4-1966
|
River Plate
|
3-1
|
Guaraní
|
D. Onega 2, Loayza
(Riv); Martínez (Gua)
|
4-5-1966
|
Boca Juniors
|
1-0
|
River Plate
|
Rojas (Boc)
|
Posiciones
Grupo A
Equipo
|
PJ
|
PG
|
PE
|
PP
|
GF
|
GC
|
PTS
|
River Plate
|
6
|
3
|
2
|
1
|
13
|
8
|
8
|
Independiente
|
6
|
3
|
2
|
1
|
9
|
6
|
8
|
Boca Juniors
|
6
|
2
|
3
|
1
|
7
|
6
|
7
|
Guaraní
|
6
|
0
|
1
|
5
|
5
|
14
|
1
|
Al
finalizar esta rueda, River e Independiente compartían la primera colocación
del grupo con ocho puntos y, como en primera instancia no se definía por
diferencia de gol, debieron jugar un partido desempate, en cancha neutral (se
eligió la de San Loernzo), para determinar cuál sería el equipo que pasaría a
la final.
La victoria
del conjunto dirigido por Renato Cesarini lo catapultó a disputar la primera
final de Libertadores en su debut en la misma.
10-5-1966
|
River Plate
|
2-1
|
Independiente
|
D. Onega, Cubilla
(Riv); Artime (Ind)
|
En la etapa
decisiva los esperaba Peñarol de Montevideo, que ya había obtenido el trofeo en
dos oportunidades y había jugado cuatro finales de seis que se llevaban
disputadas.
El primer
encuentro se jugó en el estadio Centenario de Uruguay, el 14 de mayo, con las
siguientes formaciones
Peñarol:
Mazurkiewikz; Forlán, Lezcano, Díaz, Caetano; Goncalves, Abbadie; Silva, Corté,
Rocha, Joya. Director Técnico: Roque Máspoli.
River
Plate: Carrizo; Sainz, Guzmán, Matosas, Vieytez; Sarnari, Bayo, Loayza;
Cubilla, D. Onega, Más. Director Técnico: Renato Cesarini.
Fue un
partido parejo que encontró la apertura del marcador cuando promediaba el
segundo tiempo, y con goles de Abbadie y Joya, a los 75 y 85 minutos
respectivamente, el equipo uruguayo se quedó con el primer chico por 2 a 0.
La revancha
se jugó en el estadio Monumental de Núñez el 18 de mayo. Allí, ambos técnicos
alinearon prácticamente los mismos equipos, las únicas modificaciones del
“Millonario” fueron los ingresos de Jorge Solari y Ermindo Onega por Daniel
Bayo y Miguel Loayza; mientras que en la visita ingresó su figura Alberto
Spéncer por Héctor Silva.
Fue otro
encuentro muy equilibrado, donde River se encontró en desventaja durante la
mayor parte del tiempo, no solo porque había perdido la primera final, sino
porque, a los 32 minutos, Pedro Rocha ponía en ventaja a los “Charrúas”. Aunque
Ermindo Onega empataba el partido a los 38, en el complemento, nuevamente los
uruguayos se adelantaban en el marcador a través de Spéncer a los 50, y Sarnari
ponía tablas dos minutos después. Finalmente, Ermindo Onega, a los 73, le dio
la ventaja definitiva al “Millonario” que se quedó con el encuentro por 3 a 2,
forzando a jugar un desempate en cancha neutral.
El juego
decisivo se llevó a cabo el 20 de mayo, en el estadio Nacional de Chile, en la
capital del país trasandino. Los equipos formaron con:
Peñarol:
Mazurkiewikz; Forlán, Lezcano, Diaz, Caetano; Goncalves, Abbadie; Cortés,
Spéncer, Rocha, Joya. Director Técnico: Roque Máspoli.
River
Plate: Carrizo; Sainz, Grispo, Matosas, Vieytez; Sarnari, Solari, E. Onega;
Cubilla, D. Onega, Más. Director Técnico: Renato Cesarini.
A
diferencia de los dos partidos anteriores, la paridad se rompió en el primer
tiempo con un gol de Daniel Onega a los 37, y aumentó cinco minutos más tarde
Jorge Solari, poniendo el encuentro 2 a 0 al finalizar la primera etapa.
La
sensación general era que el “Millonario” se acercaba a obtener la Copa
Libertadores por primera vez, ante un equipo aurinegro que contaba con un
plantel experimentado, que había perdido la final del año anterior también en
el desempate, y que podía sentir el trajín de jugar tantos partidos en poco
tiempo, sin poder recuperarse físicamente por completo.
A pesar de
todas las especulaciones, los uruguayos lograron llegar al empate a través de
Spencer y Abbadie en los minutos 67 y 72 respectivamente. En las crónicas se
detalla un gesto de Amadeo Carrizo como el disparador de la levantada
“carbonera”, ya que el golero, cuando River estaba dos goles arriba, paró una
pelota con el pecho. Esto no fue bien tomado por los uruguayos, que lo
interpretaron como una provocación que generó la reacción que los llevó a
conseguir la igualdad. El empate al finalizar el tiempo reglamentario, obligaba
a jugar un alargue de treinta minutos, dividido en dos tiempos de quince, y en
caso de persistir la igualdad, habría definición por penales.
Así, en el
alargue, los dirigidos por Cesarini sintieron el cansancio físico y, a pesar de
ser más jóvenes que los del equipo oriental, no pudieron doblegar la
experiencia de éstos que, a través de Spencer, consiguieron un gol en el minuto
once del primer suplementario. Esta anotación fue un mazazo para el equipo
argentino que mostró una notable caída psicológica que lo dejó sin respuestas.
El cuarto gol, conseguido a los cuatro minutos del segundo suplementario por
Pedro Rocha, terminó de echar por tierra las esperanzas del pueblo
riverplatense, que recibía así su primera frustración a nivel internacional.
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