Campeonato de
Primera División 2014 – Fecha 11 – 12 de octubre de 2014
Newell’s 0 – River
Plate 1
La visita a Rosario se avizoraba como el final de un línea que se había puesto como límite para definir para que estaba este River. Newell’s era el tercer rival directo y de fuste en la lucha por el campeonato, y obtener un buen resultado era clave para el futuro. Sobre todo porque, los que vienen atrás, estaban esperando un traspié tras no haber podido ganar sus partidos.
El resultado final
no pudo ser mejor. Los tres puntos aumentaron la ventaja con los perseguidores
y le permitió sortear esa peligrosa seguidilla sin derrotas, manteniendo el
invicto y alejando a los que se quieren meter en la discusión, que esperan que
otros hagan lo que ellos no pueden hacer.
Mucho se especuló
con que River podría estar atravesando una crisis. La eliminación en la Copa
Argentina podría haber calado hondo en el ánimo del plantel. Los cuatro empates
consecutivos y el bajo goleo permitían elucubrar todo tipo de teorías. Pero el
River de Marcelo Gallardo no deja de sorprender: cuando no juega bien, da
muestras de carácter para sobreponerse a la adversidad.
El equipo rosarino
le dio un poco de su propia medicina. Le planteó un partido con presión en el
campo rival, no dejándolo jugar con comodidad y cortándole los circuitos
futbolísticos. Ambos proponían lo mismo y el partido salió trabado y mal
jugado. Ninguno de los dos llegaba con claridad y, en el primer tiempo, era el
local el que hacía mejor las cosas.
A Leonardo Ponzio le
costó hacer pie, tuvo un primer tiempo para el olvido y esto hizo que el
rendimiento de todo el medio campo se viera resentido. Los delanteros
estuvieron desconectados y lo mejor se vio en el lado defensivo, sostenido por
las buenas respuestas de Marcelo Barovero y la sobriedad de Jonathan Maidana.
Para el complemento,
el Muñeco entendió que debía cambiar el libreto. Como por abajo no encontraba
respuestas, el Millonario se hizo fuerte en el juego aéreo. Allí gano tanto en
defensa como en ataque, a tal punto que las jugadas más peligrosas llegaron por
esa vía. Primero, un tiro de esquina ejecutado por Leonardo Pisculichi encontró
el cabezazo de Gabriel Mercado que obligó a la volada espectacular de Ustari. Luego,
un desvío del juvenil Lucas Boyé tras un golpe de cabeza de Maidana, pegó en el
palo y, así, parecía que a River se le escapaba otro encuentro por la buena
actuación del uno y los palos.
Quinto partido
consecutivo en el cual la estructura del arco le impide al Millo llegar al gol.
También es increíble la mala fortuna de los delanteros juveniles de River. El
jueves fue Giovanni Simeone quién estrelló dos tiros en el travesaño, este
domingo le tocó a Boyé y así los púberes no pueden convertir ante la falta de
los delanteros de experiencia.
Parecía que la racha
de cinco derrotas consecutivas y ocho años sin ganar en el Coloso del Parque
seguiría persiguiendo al Millonario. Pero a favor jugaba que este año se
cortaron dos rachas similares: diez años sin ganar en la Boca, y diez años sin
ganar en el Gasómetro. Era la ocasión ideal para acabar con un nuevo estigma.
Y quién mejor para
hacerlo que el especialista en silenciar estadios colmados de público local.
Otra ejecución desde la esquina de Piscu, encontró un cabezazo a media altura
de Ramiro Funes Mori, que dejó helado al uno ex Independiente y el público
riverplantese explotó en sus hogares.
Faltaban 25 minutos,
más el adicional, para el final del partido y había que cuidar la ventaja
obtenida, que mucho había costado y que era fundamental para el futuro.
Entonces Gallardo mostró que sabe leer los partidos y sus momentos, y tiró a la
cancha al juvenil Guido Rodríguez para darla una mano a Ponzio. Allí creció el
rendimiento del ex Newell’s y la visita comenzó a cerrar los espacios impidiendo
los avances de los leprosos que carecieron de ideas claras para llegar al
empate.
Así pasaron los
minutos y River obtuvo un triunfo que le permite cortar esa mini racha de
cuatro empates y estirar la ventaja con sus perseguidores. Pero además, le da el
envión anímico necesario de cara al mes y medio que se avecina y le asesta un
golpe a los rivales que esperaban un traspié, que ven que a este River, como
dijo su entrenador, hay que pegarle muchas veces para derrotarlo, porque se
levanta y se recupera.
Lo visto en los
primeros 65 minutos de juego, son una clara muestra de lo que se remarcaba al
comienzo del semestre, cuando se reclamaban refuerzos de jerarquía para poder
afrontar las tres competencias con tranquilidad y equilibrio. El jueves pasado
se dejó pasar la oportunidad de oro de avanzar, y tal vez de ganar, la Copa
Argentina por este motivo, por no tener jugadores que puedan evitar el desgaste
de los que juegan habitualmente.
El hecho de tener
que improvisar a Germán Pezzella como segundo marcador central, es otra muestra
de ello. Evidentemente Bruno Urribarri no convenció a Gallardo y por eso Ramiro
jugó de tres y Germán ocupó su posición en la zaga. El bajo rendimiento del
medio campo también es prueba de ello y ni que hablar de la anemia ofensiva
cuando Teófilo Gutiérrez no juega: sin él, River casi no hizo goles y los pocos
que hizo, fueron de defensores.
Marcelo Gallardo y
su equipo siguen aprobando exámenes en el torneo local. Ya mostró astucia,
inteligencia, carácter y buena lectura de los momentos de un partido. Un combo
que todo gran técnico debe tener, y el Muñeco está demostrando, con trabajo y
con resultados, que está a la altura del desafío.
En Rosario, no solo
se ganaron tres puntos, se consiguió una de esas victorias que te encaminan al
campeonato, porque Newell’s era un rival directo y peligroso, por el entorno y
por lo que significa ganar allí, y porque les envía un mensaje a los que “van a
gritar los goles de los rivales” que a este River no va a ser tan fácil bajarlo.
Formaciones
Newell’s: Ustari; C. Díaz, L. Fernández, V. López, Casco; Orzán, H. Villalba,
Bernardi; F. Muñoz, L. Figueroa y M. Rodríguez. Director Técnico: Gustavo
Raggio.
River Plate: Barovero (7); Mercado (7), Maidana (7), Pezzella
(7), Funes Mori (7); C. Sánchez (6), Ponzio (5), Rojas (5); Piscullichi (5); Mora
(5) y Boyé (5). Director Técnico: Marcelo Gallardo.
Ingresaron: 21′ST Solari
(5) por Mercado; 25′ST G. Rodríguez por Pisculichi; 36′ST Simeone por Boyé.
Resumen
Goles: 22’ST Ra. Funes Mori (Riv)
Incidencias: no
hubo.
Arbitro: N. Pitana (aceptable)
Figura: M. Barovero (Riv)
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