Copa Libertadores 2015 – Grupo 6 – Fecha 6 – 15 de abril de
2015
River Plate 3 – San José (Bol) 0
Mora, otra vez salvador y figura (foto River Plate) |
Sí, hay que agradecerle al equipo mexicano, porque a pesar
de las declaraciones previas en las cuales Ricardo Ferreti manifestaba que no
le convenía ganar porque le podía tocar River en otra fase, y porque a pesar de
haber llevado un plantel incompleto y con suplentes, lograron una victoria en
Perú que echó por tierra las especulaciones y le permitió al Millonario,
goleada mediante, pasar a octavos de final.
También hay que agradecerles porque la semana pasada habían
casi liquidado a River con un 2 a 0 en México y por errores propios le
permitieron a la banda llegar a un empate que le daba un resultado más a su favor
en la última fecha.
Cualquier análisis futbolístico que se pueda hacer queda
desacreditado por la tensión que se vivió en el Monumental, con los ojos
puestos en el césped y los oídos clavados en las radios para seguir el
resultado de Chiclayo.
Fue tan cambiante y tan extraño el desarrollo de los
encuentros que, cuando River no podía hacer lo suyo para pasar, en Perú, Tigres
cumplía con su parte y le ganaba a Juan Aurich; y cuando el Millo si tenía la
ventaja necesaria para avanzar, los peruanos pasaban a ganar, dejando a River afuera.
Cronológicamente, cerca del final de la primera etapa,
Rodrigo Mora, el salvador de la banda de los últimos partidos, logró abrir el
marcador y, sumada a la victoria felina en Perú, el Millo estaba cerca de
octavos de final.
Pero los peruanos llegaron al empate, y entonces, la mínima
diferencia en Núñez no era suficiente para pasar a la siguiente instancia. El
equipo de Marcelo Gallardo necesitaba al menos una anotación más para que la
diferencia de gol le permitiera soñar con una clasificación que parecía
imposible.
La trama se ponía más compleja cuando, un penal inventado en
el sintético de Chiclayo, le permitía ponerse en ventaja al equipo local. La
victoria de Juan Aurich dejaba afuera a River y la desazón se apoderaba de las
almas riverplatenses.
Los de Núñez convertían dos goles más, pero en ese momento
parecían inútiles. El único resultado que le quitaba el sueño de octavos se
estaba dando y ya no importaba lo que hiciera el Millo en su cancha.
Y ahí, cuando todo parecía perdido, el conjunto mexicano llegó
al empate con un golazo de volea y, otra vez, River entraba en la siguiente
ronda. Los gritos de los goles en Perú retumbaron en un Monumental colmado, que
ya cantaba por el posible cruce superclásico de octavos.
Ni que hablar cuando el conjunto felino encontró el cuarto y
el quinto gol a falta de cinco minutos. La cosa parecía estar juzgada, aunque
el Aurich lograría una conquista más, ya no peligraría la clasificación de River
a octavos.
A pesar de haber sacado el boleto a los cruces de ida y
vuelta, no debemos olvidar lo que sufrió el equipo para pasar este grupo en el
cual debió haber desfilado sin mayores sobresaltos. Peleando la clasificación
hasta el final con un rival que debió haberse ido goleado del Monumental y se
llevó un empate, pura y exclusivamente, por responsabilidad del Millo.
Un grupo que en la previa era de los más accesibles que le
podía tocar y que, por errores en la conformación del plantel, desidia para
enfrentar algunos encuentros y fallas puntuales en los partidos, se complicó,
teniendo que depender de otro resultado para acceder a octavos de final.
Ahora empieza otra Copa. La de los cruces mano a mano, donde
cualquier cosa puede pasar. Pero no caigamos en la mentira de que la
Libertadores empieza en octavos, porque si así fuera, no tendríamos que haber
sufrido lo que sufrimos para llegar allí. La copa empieza cuando empieza, y
entenderlo así es darle la seriedad que se merece y no creer que se tiene la
clasificación asegurada porque los rivales son ignotos.
Con la victoria, River salva el papelón de no clasificar y llega
a siete puntos, lo que seguramente lo coloque
como el peor segundo. Solo queda esperar cual va a ser el cruce en la siguiente
etapa, que puede ser Boca o Corintians de Brasil. Mientras tanto, hay que
afrontar los partidos por el torneo local, donde está puntero y tiene la
obligación de defender esa condición.
Formaciones
River Plate: Barovero
(7); Maidana (6), Pezzella (6), Funes Mori (6); C. Sánchez (6), Kranevitter (7);
Rojas (6); Pisculichi (4); G. Martínez (6), Mora (8) y T. Gutiérrez (5).
Director Técnico: Marcelo Gallardo.
Ingresaron: 0’ST Driussi (6) por Pisculichi; 23’ST Cavenaghi
(5) por T. Guitérrez; 23’ST Mayada (5) por G. Martínez.
San José (Bol): Lampe;
Valverde, Vera, Prado; Parrado, Ovando, Loayza, Ferreira; Bustamante; y Reyes.
Director Técnico: Néstor Clausen.
Resumen
Goles: 42’PT
Mora (Riv); 8’ST Mora –p– (Riv); 9’ST T. Gutiérrez (Riv).
Incidencias:
no hubo
Arbitro: Pericles Cortez –Bra– (bien)
Figura: Mora (Riv)
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