jueves, 22 de octubre de 2015

Un gol de visitante

Copa Sudamericana 2015 – Cuartos de final Ida – 21 de octubre de 2015
River Plate 3 – Chapecoense (Bra) 1

Piscu, autor de un golazo (foto River Plate)













River logró un buen resultado, con una buena ventaja, lástima que Chapecoense pudo convertir un gol, que en principio, podría complicar las cosas de cara a la revancha. Más allá de la diferencia, sería conveniente conseguir una anotación en Brasil para obligar al rival a marcar tres tantos.

El partido del Millonario fue aceptable. Tuvo varios pasajes de buen fútbol y mostró buenas intenciones para intentar llegar al arco rival, ante un rival que se sabe inferior y que, por momentos, evidenciaba claramente la diferencia de categoría entre ambos.

El juego podría dividirse en tres momentos. Los 35 minutos iniciales, hasta el gol del conjunto brasileño; desde allí hasta la finalización de la primera etapa; y el complemento. En esos tres pasajes, se puede resumir la actualidad de este River.

El Millonario salió con la firme intención de marcar la diferencia valiéndose de la tenencia del balón. Lo hizo circular, buscó los espacios y puso en evidencia las diferencias futbolísticas entre ambos, aunque faltaban las situaciones claras de frente al arco.

El conjunto de Chapecó despejaba como podía la pelota cuando llegaba cerca de su área, y el partido se jugaba en campo visitante. Luis González y Pisculichi manejaban los hilos del equipo y, aunque le faltaba profundidad, las alternativas del juego dependían de lo que ellos hicieran con la pelota en sus pies.

Así, una recuperación de Casco en mitad de cancha, cayó en los pies de Lucho que habilitó al lateral, quien ganó la posición en velocidad y metió un centro bajo al punto del penal por donde entraba Carlos Sánchez, que definió de zurda al segundo palo. Un golazo, muy parecido al de Piscu en la semifinal de la Sudamericana 2014 contra Boca, pero con una elaboración más limpia.

A partir de allí parecía que el Millo podía tranquilizarse, trabajar para aumentar la ventaja y hacer una diferencia más cómoda para viajar a Brasil, sobre todo porque el visitante no brindaba garantías en defensa.

Pero no fue así. Por el contrario, River comenzó a bajar la intensidad, a descansar con la posesión y mostrar esa faceta cansina de otros partidos. Para colmo, tuvo la posibilidad de aumentar la ventaja pero falló, y en la jugada siguiente, llegó el empate del conjunto verde.

Como pasa últimamente, en la primera llegada clara en contra con peligro, lograron convertirle a la defensa de la banda. Balanta perdió de cabeza cuando salió hasta mitad de cancha para buscar un pelotazo, la pelota cayó en su sector, a donde tuvo que cruzar Maidana, pero perdió con el delantero, que le ganó la espalda, y definió cómodo ante la salida de Barovero.

Sorpresa en el estadio y el comienzo del segundo momento, donde reinaba el desconcierto y la tensión. Chapecoense comenzó a creer que podía y, fortalecido por el nerviosismo local, intentó llegar con más peligro.

Mientras tanto, River comenzaba a errar pases fáciles, perdía el dominio de la pelota y varios jugadores comenzaban a cometer errores infantiles en la entrega y el manejo del balón. Era imperiosa la finalización de la primera etapa para refrescar las cabezas.

Al parecer, el reto en el vestuario fue importante, porque en el complemento (el tercer momento del encuentro) el Millo volvió a salir con la firme intención de lograr el desnivel y una ventaja tranquilizadora.

La temática fue la misma que el comienzo del partido. Mucha tenencia, circulación y poca profundidad. Solo algunos arrestos individuales, pero con poca precisión en los últimos metros, incluido un disparo de Maidana en el poste tras un tiro libre de Piscu.

Y fue el enganche quién logro el desnivel al ejecutar una falta al mejor estilo Cristiano Ronaldo. Un balazo al ángulo que fue imparable para el uno visitante y que le devolvía la ventaja en el marcador al Millonario.

Luego ingresaron Viudez y Gonzalo Martínez para imprimir más vértigo al ataque y tratar de abrir la cancha para encontrar una diferencia más tranquilizadora, que llegó cerca del final, otra vez, por intermedio del Negro Sánchez.

La distancia de dos goles es positiva, sobre todo por las limitaciones que mostró el equipo brasileño, pero no es para confiarse. Un gol en contra tempranero en Chapecó puede ajustar la serie y complicar las cosas. Por eso, al principio, se destacó la necesidad de convertir un gol en la revancha.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mercado (5), Maidana (5), Balanta (4), Casco (6); C. Sánchez (8), Kranevitter (6), L. González (6,5); Piscullichi (6,5); Driussi (5) y Mora (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.

Ingresaron: 15’ST Viudez (5) por L. González;  27’ST G. Martínez por Pisculichi; 37’ST Ponzio por Kranevitter.

Chapecoense (Bra): Danilo; Apodi, Dener, Vilson, Neto; Cléber Santana, Gil, Camilo, Maranhao; William Barbio y Tulio de Melo . Director Técnico: Guto Ferreira.

Ingresaron: 0’ST Ananias por Barbio; 29’ST Tiago Luis por Maranhao.

Resumen

Goles: 20’PT C. Sánchez (Riv); 37’PT Maranhao (Cha); 17’ST Pisculichi (Riv); 40’ST C. Sánchez (Riv).
Incidencias: no hubo
Arbitro: J. Fuentes (Uru) (bien)
Figura: C. Sánchez (Riv)

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