Copa Sudamericana 2015
– Cuartos de final Ida – 21 de octubre de 2015
River Plate 3 –
Chapecoense (Bra) 1
Piscu, autor de un golazo (foto River Plate) |
River logró un buen
resultado, con una buena ventaja, lástima que Chapecoense pudo convertir un
gol, que en principio, podría complicar las cosas de cara a la revancha. Más
allá de la diferencia, sería conveniente conseguir una anotación en Brasil para
obligar al rival a marcar tres tantos.
El partido del
Millonario fue aceptable. Tuvo varios pasajes de buen fútbol y mostró buenas
intenciones para intentar llegar al arco rival, ante un rival que se sabe
inferior y que, por momentos, evidenciaba claramente la diferencia de categoría
entre ambos.
El juego podría
dividirse en tres momentos. Los 35 minutos iniciales, hasta el gol del conjunto
brasileño; desde allí hasta la finalización de la primera etapa; y el
complemento. En esos tres pasajes, se puede resumir la actualidad de este
River.
El Millonario salió
con la firme intención de marcar la diferencia valiéndose de la tenencia del
balón. Lo hizo circular, buscó los espacios y puso en evidencia las diferencias
futbolísticas entre ambos, aunque faltaban las situaciones claras de frente al
arco.
El conjunto de
Chapecó despejaba como podía la pelota cuando llegaba cerca de su área, y el
partido se jugaba en campo visitante. Luis González y Pisculichi manejaban los
hilos del equipo y, aunque le faltaba profundidad, las alternativas del juego
dependían de lo que ellos hicieran con la pelota en sus pies.
Así, una
recuperación de Casco en mitad de cancha, cayó en los pies de Lucho que
habilitó al lateral, quien ganó la posición en velocidad y metió un centro bajo
al punto del penal por donde entraba Carlos Sánchez, que definió de zurda al
segundo palo. Un golazo, muy parecido al de Piscu en la semifinal de la
Sudamericana 2014 contra Boca, pero con una elaboración más limpia.
A partir de allí
parecía que el Millo podía tranquilizarse, trabajar para aumentar la ventaja y
hacer una diferencia más cómoda para viajar a Brasil, sobre todo porque el
visitante no brindaba garantías en defensa.
Pero no fue así. Por
el contrario, River comenzó a bajar la intensidad, a descansar con la posesión
y mostrar esa faceta cansina de otros partidos. Para colmo, tuvo la posibilidad
de aumentar la ventaja pero falló, y en la jugada siguiente, llegó el empate
del conjunto verde.
Como pasa
últimamente, en la primera llegada clara en contra con peligro, lograron
convertirle a la defensa de la banda. Balanta perdió de cabeza cuando salió
hasta mitad de cancha para buscar un pelotazo, la pelota cayó en su sector, a
donde tuvo que cruzar Maidana, pero perdió con el delantero, que le ganó la
espalda, y definió cómodo ante la salida de Barovero.
Sorpresa en el
estadio y el comienzo del segundo momento, donde reinaba el desconcierto y la
tensión. Chapecoense comenzó a creer que podía y, fortalecido por el
nerviosismo local, intentó llegar con más peligro.
Mientras tanto,
River comenzaba a errar pases fáciles, perdía el dominio de la pelota y varios
jugadores comenzaban a cometer errores infantiles en la entrega y el manejo del
balón. Era imperiosa la finalización de la primera etapa para refrescar las
cabezas.
Al parecer, el reto
en el vestuario fue importante, porque en el complemento (el tercer momento del
encuentro) el Millo volvió a salir con la firme intención de lograr el desnivel
y una ventaja tranquilizadora.
La temática fue la
misma que el comienzo del partido. Mucha tenencia, circulación y poca
profundidad. Solo algunos arrestos individuales, pero con poca precisión en los
últimos metros, incluido un disparo de Maidana en el poste tras un tiro libre
de Piscu.
Y fue el enganche
quién logro el desnivel al ejecutar una falta al mejor estilo Cristiano
Ronaldo. Un balazo al ángulo que fue imparable para el uno visitante y que le
devolvía la ventaja en el marcador al Millonario.
Luego ingresaron
Viudez y Gonzalo Martínez para imprimir más vértigo al ataque y tratar de abrir
la cancha para encontrar una diferencia más tranquilizadora, que llegó cerca
del final, otra vez, por intermedio del Negro Sánchez.
La distancia de dos
goles es positiva, sobre todo por las limitaciones que mostró el equipo
brasileño, pero no es para confiarse. Un gol en contra tempranero en Chapecó
puede ajustar la serie y complicar las cosas. Por eso, al principio, se destacó
la necesidad de convertir un gol en la revancha.
Formaciones
River Plate: Barovero (6); Mercado (5), Maidana (5), Balanta
(4), Casco (6); C. Sánchez (8), Kranevitter (6), L. González (6,5); Piscullichi
(6,5); Driussi (5) y Mora (6). Director Técnico: Marcelo Gallardo.
Ingresaron: 15’ST
Viudez (5) por L. González; 27’ST G.
Martínez por Pisculichi; 37’ST Ponzio por Kranevitter.
Chapecoense (Bra): Danilo; Apodi, Dener, Vilson, Neto; Cléber
Santana, Gil, Camilo, Maranhao; William Barbio y Tulio de Melo . Director
Técnico: Guto Ferreira.
Ingresaron: 0’ST
Ananias por Barbio; 29’ST Tiago Luis por Maranhao.
Resumen
Goles: 20’PT C. Sánchez (Riv); 37’PT Maranhao (Cha); 17’ST Pisculichi
(Riv); 40’ST C. Sánchez (Riv).
Incidencias: no hubo
Arbitro: J. Fuentes
(Uru) (bien)
Figura: C. Sánchez
(Riv)
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