Torneo
Final 2014 – Fecha 19 – 18 de mayo de 2014
River Plate
5 – Quilmes 0
35 veces Campeón (foto Olé) |
Ya está. Se acabó. Atrás quedaron las pesadillas, los malos momentos, el sufrimiento y los bajos rendimientos. Ese grito que tenía atragantado hace años el pueblo Millonario, finalmente salió a la luz y se hizo escuchar en toda la Argentina.
El país se
vistió de rojo y blanco. Este plantel entendió que estaba frente a la
oportunidad única e histórica de volver a poner a River en el primer plano del
fútbol local. De ser los hombres que dejarían atrás las malas y marcarían el
camino de la resurrección de uno de los equipos más grandes del continente.
El
Monumental estaba colmado y los nervios se sentían en cada rincón. Este River
que había hecho sufrir a sus hinchas durante cada jornada del Torneo Final
2014, resolvió con holgura y suficiencia la encrucijada que quiso plantear Ricardo
Caruso Lombardi.
A los
nueves minutos, un cabezazo de Carlos Carbonero no pudo ser contenido por
Benítez, que dejó el rebote corto y ahí estaba Fernando Cavenaghi, con el
olfato del nueve, para definir con el arco a su merced. A partir de ese
momento, el Millonario comenzó a ser el CAMPEÓN.
Ese gol
sería un mazazo para Quilmes y para los que estaban siguiendo este encuentro
desde otros estadios, esperando un tropezón del gigante rojiblanco. Pero eso
nunca llegó, sino que fue todo lo contrario.
Como si de
golpe, estos jugadores se hubieran dado cuenta que estaban en River; como si el
espíritu de la Máquina de los noventa se hubiera corporizado en los once de
memoria de Ramón Díaz, entendieron que tenían que llevarse puesto al rival, y
así lo hicieron.
Borraron al
cervecero de la cancha. No le dieron respiro y a los 24 minutos, con una jugada
preparada de un tiro de esquina, llegó el segundo tanto de la mano de Gabriel
Mercado, que empujó a la red tras una peinada de Jonathan Maidana en el primer
palo.
El
complemento no varió su desarrollo. El equipo de Ramón Díaz quería sentirse
campeón antes de los noventa minutos, pero además quería florearse, quería
demostrar que las finales se juegan a todo o nada, que los partidos importantes
no le quedan grandes.
Y lo lograron.
Un zapatazo de Cristian Ledesma, emblema y figura de este plantel, a los 18
minutos del segundo tiempo, terminó por llevar la tranquilidad que todo el
pueblo riverplatense esperaba. Los cantos de “dale campeón” comenzaron a salir
de las gargantas Millonarias y los jugadores tocaron permitiendo que el “Ole”,
tan temido y esquivo en los últimos tiempos, bajara de las tribunas.
Los goles
del Toro y de Teófilo Gutiérrez, a los 25 y 44 minutos respectivamente,
terminaron de poner la lápida sobre el equipo de Caruso Lombardi y desataron más
motivos para festejar.
Sin dudas
River jugó el mejor partido del campeonato, cuando más necesitaba jugar a lo
River, pasó por arriba a su rival, ganó con autoridad y confirmó que fue el
mejor de este campeonato y que es un merecido CAMPEÓN.
Muchas
cosas hay para destacar, muchos momentos para resaltar que merecen otras
columnas. Pero sin dudas, la victoria en La Boca y el penal atajado a Sebastián
Saja son los dos momentos que marcaron que este plantel podía quedarse con el
campeonato. Además, el gol del Lobo y su emoción en el festejo, son un símbolo
de este campeonato y de lo que significó él para el andamiaje de este equipo.
También una mención para los colombianos, ellos fueron la columna vertebral del
once de Ramón.
Un párrafo
aparte para Ramón Díaz. Él lo hizo de nuevo. Podrá ser muy criticado por sus
actitudes fuera de la cancha, por su forma de trabajar o por lo que sea, pero,
como decía un amigo en la cancha, “no sé qué hace, ni como lo hace, pero lo
hace”. Ramón es River, sin dudas, y lo sigue demostrando. El armó este plantel
y el mérito es todo suyo y de los jugadores, que esta dirigencia no se cuelgue
la medalla, ellos apenas trajeron al Torito.
Después de
los catastróficos años que llevaron a la banda al Nacional B, se especulaba con
que la reconstrucción sería larga y difícil. Por suerte, el Pelado se encargó
de hacer que la espera sea lo más corta posible. A poco menos de dos años de
haber vuelto a Primera División, materializó el campeonato número 35 en la
historia del club.
Ahora es el
momento de dejar atrás todas esas malarias y tomar este envión para arrasar con
todo lo que se ponga adelante. El próximo objetivo es la Superfinal del sábado que
viene, en San Luis, con horario a confirmar. Allí, el Millonario se disputará
con San Lorenzo el título del mejor de la temporada, la posibilidad de entrar a
la Copa Sudamericana y la chance de jugar una final con el campeón de la Copa
Argentina, que también debe empezar a disputar el Millo.
Hoy la
alegría es infinita. El más grande está de vuelta. River es CAMPEÓN. Gracias
jugadores, gracias Ramón, gracias River.
Formaciones
River Plate: Barovero (7); Mercado (8), Maidana (8), Balanta
(8), Vangioni (7); Carbonero (7), Ledesma (9), Rojas (8); Lanzini (8); Gutiérrez
(7) y Cavenaghi (9). Director Técnico: Ramón Díaz.
Ingresaron:
26’ST Kranevitter (7) por Ledesma; 31′ST Menseguez por Cavenaghi; 33′ST
Ferreyra por Rojas.
Quilmes: Benítez;
Leyes, Lema, Carli, Suárez; Carrasco, Díaz, Benítez, Pérez Godoy; Ríos y Telecha.
Director Técnico: Ricardo Caruso Lombardi.
Resumen
Goles: 9’PT
Cavenaghi (Riv); 24’PT Mercado (Riv); 18’ST Ledesma; 25’ST Cavenaghi (Riv);
44’ST Gutiérrez (Riv).
Incidencias:
no hubo
Arbitro: S.
Trucco (Bien)
Figura: Ramón
Díaz (Riv)
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