Torneo
Clausura 1997 – Fecha 6 – 23 de marzo de
1997
River Plate
3 – Boca Juniors 3
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Villalba anota el descuento |
El Antonio Vespucio Liberti fue el escenario del superclásico número 164 de la historia, cargado de emotividad e incertidumbre hasta el último minuto.
Durante un
tarde soleada, los equipos salieron al terreno de juego, mientras en las
tribunas se vivía una fiesta. Toda la capacidad del estadio estaba colmada.
River era el último campeón y quería revalidar el título. Boca pasaba por una
larga sequía y dependía de una victoria en el superclásico para salvar su pobre
imagen.
River Plate:
Bonano; Lombardi, Ayala, Berizzo, Altamirano; Monserrat, Astrada, Berti;
Escudero; Solari y Francéscoli. Director Técnico: Ramón Díaz.
Boca
Juniors: Guzmán; Toresani, Traverso, Fabbri, Arruabarrena; Riquelme, Peralta,
Cedrés; Pompei; Latorre y Martínez. Director Técnico: Héctor Veira.
El partido
no podía empezar peor. A medida que se apagaba la tarde, al Millo se le venía
la noche. En una ráfaga de doce minutos, la visita se ponía en ventaja por dos
goles. A los cinco Gabriel Cedrés y a los 17 Sergio Martínez, ponían un
resultado sorprendente y que presagiaba un domingo largo y negro para el pueblo
riverplatense.
Como si eso
fuera poco, el juez cobró un penal para los xeneizes a los 22, cuya ejecución
debió repetirse por invasión de zona. El ejecutante fue Roberto Pompei, que
concretó en primer término, pero su tocayo Bonano contuvo en la repetición y le
dio vida al club de la banda roja.
Lejos de
aprovechar el envión anímico que podría haber inyectado esa acción, siete
minutos después, otra vez el Manteca vencía al portero local y estampaba un
durísimo 0-3 que parecía imposible de remontar.
Cerca de la
finalización del primer tiempo, llegaría la bocanada de oxígeno que daría vida
a un River que parecía derrotado. Sergio Berti logró quitarse la marca de dos
hombres, y al entrar al área definió con un zurdazo cruzado, ante la floja
respuesta del uno xeneize, para poner el descuento antes del descanso.
El tiempo
pasaba y el Millonario, con desorden, buscaba acorralar a su rival, mientras
éste desperdiciaba una contra tras otra. Así, a los 32 minutos, Leonel Gancedo
envió un pase preciso para el pique al vacío de Facundo Villalba. El Luigi le
ganó en velocidad a la defensa auriazul, y cuando le salió el arquero se la
tocó por encima del cuerpo. Néstor Fabbri, que vio como la pelota ingresaba al
arco mientras se barría para tratar de evitarlo, nada pudo hacer, y a falta de
trece minutos, el Millo se ponía a tiro del empate.
Todavía
había tiempo para más. A los 43, Cedrés se iría expulsado y con el tiempo
cumplido, el Pipa tuvo la oportunidad de darle los tres puntos a River, pero su
remate, dentro del área, se fue apenas por encima del travesaño y los equipos
quedaron igualados en el marcador.
El resultado
le permitía al Millonario seguir peleando el campeonato, que finalmente ganaría,
y mantener el invicto que perdería en le fecha diez con Estudiantes; mientras
el xeneize seguiría sumido en el ostracismo, navegando en la mitad de la tabla
de posiciones y sin poder salvar el año.