Atlético Rafaela 0 –
River Plate 0
Almeyda sin respuestas (foto Olé) |
Otro empate, aunque esta vez, como en varios partidos del Inicial 2012, se mereció la victoria. El resultado tiene sabor a poco y no alcanza para llegar al objetivo planteado.
Rafaela no propuso nada, solo el peligro que surge por la
fragilidad defensiva del millonario, cada vez más debilitado por el flagelo de
las lesiones.
Parece que River se pone la soga al cuello solo, con alguna
ayudita de la suerte o vaya a saber Dios que cosa, porque cuatro lesiones ligamentarias de
rodilla, cada una de ellas con seis meses de recuperación, son una muestra de
que hace mucho las cosas por Nuñez vienen siendo raras. Encima, se dan en una
etapa del campeonato donde es muy difícil incorporar jugadores ya que ningún
equipo va a querer desprenderse de un jugador que está en buen nivel y tampoco
se va a incorporar un jugador sin rodaje o que sea una apuesta.
El puntito en Santa Fé equivale a haber perdido otros dos
puntos ganables. El equipo no encuentra respuestas. En ataque le cuesta mucho
generar peligro y depende de la inspiración de Ponzio, si, el volante central,
para que el arquero rival se revuelque un poco. Encima, la decisión de jugar
con tres delanteros, en una cancha de dimensiones pequeñas, es un tanto
discutible, ya que no hay lugar para distribuirse, se terminan superponiendo en
el campo y tampoco se puede aprovechar la velocidad de los que van por afuera.
Además, con Mora impreciso, se reducen considerablemente las
posibilidades de anotar, Luna se olvidó los goles en Victoria y Funes Mori es
una tómbola, yerra un gol debajo del arco y después quiere definir con un tirito
desde el borde izquierdo del área de Rafaela, y de golpe te puede sorprender
con un zapatazo o una corrida electrizante. Quizás la actualidad del delantero
sea el fiel reflejo de lo que es River hoy, en un partido te golea, te hace de
a cinco y en el siguiente no puede generar una situación clara de gol y se
termina encerrando en el embudo que propone el rival.
Para colmo, los volantes tampoco tienen gol, el que llega
con más claridad es Sánchez, pero suele definir apurado y desviado, y Ponzio no
puede hacer todo, marcar, robar, jugar, meter pases gol, patear corners y tiros
libres y encima hacer goles, que dicho sea de paso, ya hizo tres. Cirigliano no
conoce el arco y su nivel sigue siendo muy bajo, quizás sea hora de romper el
doble cinco y poner a Lanzini en su posición natural de enganche.
La defensa, aunque no es su función, tampoco ayuda, se llevaron
“cabezazo en el área rival” a marzo, y todavía no la rindieron. Cualquier
corner o tiro libre a favor genera menos peligro que el perro que ingresó al
campo de juego en el segundo tiempo. Mercado se cansó de hacer goles en
Estudiantes, en River seguimos esperando; Bottinelli no gana una en el área
rival y encima los centrales se rompen los ligamentos. Todos los equipos tienen goleo repartido entre sus líneas, en el “millo”, si no es de los
delanteros, parece que no vale.
Como dije anteriormente, el ingreso de Lanzini puede ser una
solución para el juego asociado que hoy no tiene el equipo, ayer mostró algo, aunque
por el apuro siempre faltó el toque del final o el último pase que dejara a los
delanteros de cara al gol.
River fue más que Rafaela, pero debe trabajar para expresar
esa superioridad en el marcador y no regalarla cuando la consigue. Parece
mentira que después de un año y medio de trabajo de este cuerpo técnico esté
remarcando que hay que trabajar en tal o cual cosa, pero eso es lo que se ve en
la cancha. No tengo dudas de que Almeyda trabaja, y mucho, pero habría que ver
la forma de que todo ese trabajo se logre plasmar en el campo de juego.
Las figuras del equipo fueron Sánchez y Ponzio, el uruguayo
estuvo rápido y atento, tuvo llegada, le faltó un poco de tranquilidad para
definir o levantar la cabeza en los últimos metros y Ponzio fue el de siempre,
el que juega, crea y distribuye, se nota cuando el no está en la cancha.
Se rescata que por tercer partido consecutivo, el millonario
no ha recibido goles, pero con eso no es suficiente. La “media inglesa” no
alcanza para llegar al objetivo de treinta puntos. Este era un partido ganable
y no se ganó. Se viene Argentinos y después Lanús e Independiente, dos partidos
bravos y hoy River tiene 21 puntos, a nueve de los 30 estipulados para alcanzar
la meta. Para ello debe ganar tres de los cuatro que quedan y hoy por hoy
parece una utopía que lo pueda lograr. La última vez que obtuvo tres victorias
consecutivas fue en las tres primeras fechas de la segunda ronda del Nacional
B, este sería un buen momento para romper esa racha.
Resúmen:
Goles: no hubo
Incidencias: expulsado Forestello (Raf)
Arbitro: G. Delfino (Bien).
Figura del partido: C. Sánchez (Riv)
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