Independiente 2 – River Plate 2
Almeyda busca soluciones (foto Olé) |
El partido contra Independiente fue el último clásico de este Inicial 2012 y el balance de River ante los grandes es negativo. Obtuvo tres empates, San Lorenzo, Boca e Independiente, y una derrota contra Racing. Son tres unidades sobre doce disputadas, bastante poco para un equipo que necesita los puntos como el aire.
Además, el empate echa por tierra el pobre objetivo que se
habían planteado el cuerpo técnico y los jugadores de llegar a los 30 puntos. Hoy,
el millonario suma 23, y le quedan seis por disputar, lo cual, de obtenerlos,
lo llevaría hasta las 29 unidades. Aunque después de lo visto en las últimas
presentaciones, y sobre todo hoy en Avellaneda, parece utópico pensar en ganar
los dos partidos que quedan, más si tenemos en cuenta que el próximo rival es
Lanús, uno de los mejores equipos del torneo.
Para la visita a Avellaneda, Almeyda volvió al 4-4-2, con
Villalva por Luna como única modificación. La idea era utilizar al chiquitín
por el sector izquierdo para hacer la banda y ubicarse como delantero cuando
River atacara. Gallego planteó un esquema con cinco volantes, lo que le
permitió controlar el partido en el medio campo y ahogar a Ponzio y Cirigliano,
encargados de crear juego.
Así, a los tres minutos, el rojo ya se ponía en ventaja,
tras un desborde de Ferreyra y una definición de Fredes yendo al piso, donde
toda la defensa millonaria la vio pasar y Vega no salió a tiempo para cortar un
centro bajo que cruzó el área chica. Empezaba una tarde que sería de las más
complicadas para la defensa y el arquero millonarios.
Por fortuna, a los 21 minutos, en una situación poco
habitual para River, un tiro libre de Ponzio fue bien conectado de cabeza por
Bottinelli (que parece haber leído que la semana pasada escribí que no ganaba
nunca en el área de enfrente) y estampó el empate con el cual terminaría el
primer tiempo.
Al principio el rojo fue más que River, que no encontraba la
pelota. El medio estaba perdido y asfixiado y los defensores no hacían pié,
cometiendo graves errores conceptuales y técnicos, como hacer despejes cortos,
intentar un rechazo y que la pelota rebote en la espalda de un compañero o
quedarse parado esperando la reacción de otro jugador que nunca llega mientras
los rivales se llevaban la pelota.
El segundo tiempo fue igual, o peor. Lejos de mejorar, la
defensa del Millonario empeoró. Farías parecía velocista, les ganaba siempre en
velocidad y cuando tres jugadores de River disputaban la pelota con uno del
rojo, éste último la ganaba. Si Independiente no hizo más goles, fue más por
defectos propios que por virtudes de la defensa rojiblanca y, porque esta vez,
el guiño de la suerte estuvo por Nuñez.
En el medio nunca pudo crear juego ni distribuir la pelota,
y por ende, los de arriba brillaron por su ausencia, configurando la peor
actuación de River, junto con el partido frente a Velez, en lo que va del
campeonato. Lo preocupante es que fue frente a uno de los equipos más flojos
del torneo.
Curiosamente, y a pesar de todo esto, el equipo de la banda
roja se puso en ventaja con un gol de Sánchez, otra vez lo mejor del equipo,
pero fue tan malo lo hecho defensivamente que le ventaja duró apenas diez
minutos. En una jugada extraña, donde Vega la vio pasar dos veces y no
reaccionó, Galeano desde el piso puso el empate.
Después siguieron las desatenciones defensivas, jugadores
desconcertados que eran pasados como alambre caído, delanteros que no hacían
dos pases seguidos, volantes que no podían parar la pelota y un árbitro que fue
benevolente y no cobró un claro penal por mano de González Pires.
El ingreso de Trezeguet no aportó nada, solo la alegría por
su vuelta, pero a esta altura la pregunta es cuan buena es la presencia de un
jugador cuyo despliegue es escaso en un equipo que debería jugar para él y no
lo hace.
La salida de González Pires plantea otra vez el problema del
armado de la defensa. En caso de que el central no llegue para el próximo
domingo, Almeyda deberá improvisar un compañero para Bottinelli, utilizar a
Mercado, quién ocupaba esa posición en las inferiores de Racing, o recurrir a
algún juvenil para enfrentar a un Lanús que viene entonado, puntero y con siete
triunfos en línea (pueden ser ocho si logra la victoria en su partido de la
fecha 17). Además, Mora salió con un fuerte golpe en el empeine de su pie, por
lo que le harán estudios para determinar la gravedad de la lesión y ver si
llega para el último partido en el Monumental.
Los problemas de River se acentúan cada vez más y el técnico
no parece encontrar respuestas. Ya no hay dudas que el rival de River es el
mismo River, hace tiempo que lo es. Aunque el concepto es reiterado, hoy más
que nunca quedó evidenciado que equipos que tienen un desempeño muy pobre,
frente al millonario mejoran, y no porque sus planteos mejoren o porque en la
semana hacen algo diferente, sino porque River no tiene una idea clara de
juego, no tiene un sistema y no sabe a lo que juega, entonces, el contrincante
de turno se ve fortalecido al explotar las debilidades del equipo de Almeyda,
que son muchas. Así, los números no cierran y la deuda es grande, en puntos, y
sobre todo, en juego.
Resúmen:
Goles: 3’PT Fredes (Ind); 21’PT Bottinelli (Riv); 15’ST
Sánchez (Riv); 25’ST Galeano
(Ind)
Incidencias: no hubo
Arbitro: N. Pitana (Mal).
Figura del partido: Ferreyra (Ind)
El mejor de River: C. Sánchez.
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