domingo, 30 de marzo de 2014

Y serás leyenda

Torneo Final 2014 – Fecha 10 – 30 de marzo de 2014
Boca Juniors 1 – River Plate 2
Bailando en la Boca 














Así decía el video que vieron los jugadores antes de salir al terreno de juego. Hubo un trabajo de motivación que llevó a estos hombres a quedarse con los tres puntos en la Bombonera. El estadio estaba lleno de "ellos", eran poco más de 40000 personas que iban a hostigarlos durante noventa minutos.

Para que no sintieran esa soledad, la dirigencia, el cuerpo técnico y los utileros les tenían preparada una sorpresa. Cuando llegaron al vestuario, lo encontraron empapelado con los colores de River, había fotos suyas junto a las prendas que usarían en esta cita especial. El escudo del más grande en cada rincón de los vestidores y el video con la frase que decía: “once contra todos y serás leyenda”

Los jugadores captaron el mensaje. Sabían que este era el partido que tenían que ganar. Que no podían fallar en la ribera si querían pelear el campeonato, sobre todo, porque el puntero había perdido en Sarandí, y porque significaría un importante envión anímico de cara a la recta final del certamen.

Tal vez el juego del equipo no fue el mejor. Tal vez no fue lujoso, pero en este espacio se dijo que había que ganar como sea, que el domingo, cueste lo que cueste, había que ganar, y así lo hicieron.

Y costó. Sangre, sudor y lágrimas. Los once gladiadores dejaron hasta la última gota de sangre en la inundada cancha de los primos, transpiraron la camiseta hasta el minuto 94 y dejaron escapar esas lágrimas de alegría cuando Pitana decretó el final.

Durante el encuentro no se vio la mejor versión del equipo de Ramón. Boca se hizo dueño del trámite. Complicaba con las escaladas de Emanuel Insúa, que era el mejor jugador de los locales, e imparable para el sector derecho Millonario. Riquelme trataba de hacerse eje, pero aparecía a cuenta gotas y Juan Manuel Martínez escapaba con facilidad a la defensa visitante.

Los once del riojano también tuvieron sus chances. Algunas contras mal manejadas y un par de cabezazos y tiros desviados. De todos modos, trataron de tener el balón, de hacerlo circular y de usar a Crsitian Ledesma como eje del juego, pero no tenían continuidad y dejaban avanzar a los locales hasta tres cuartos con mucha comodidad.

El complemento no vario mucho en su desarrollo, hasta que a los doce minutos, una jugada asociada iniciada por un quite de Eder Balanta, juntó a los tres colombianos y Teo, que recibió apenas adelantado, metió un pase al área interceptado por Manuel Lanzini, que controló y tocó cruzado ante la salida de Agustín Orión, callando a todo el público que había ido a ver a su equipo.

Boca buscó el empate, y lo encontró diez minutos después, de la única forma que podía lograrlo. Una genialidad de Riquelme, que hizo su habitual ritual de protesta al árbitro y ordenamiento de jugadores en la barrera antes de patear un tiro libre. Movió un poco la pelota hacia atrás y cuando el juez dio la orden, la acomodó en el ángulo derecho de Marcelo Barovero, que nada pudo hacer más que mirar.

Parecía que una vez más se escapaban los tres puntos en un superclásico, pero cerca del final, cuando más duele, Manu ganó un tiro de esquina, que no fue porque había pegado en su pie, y lo ejecutó como nunca. Ramiro Funes Mori le ganó en el salto a todos y, beneficiado por la mala salida de Orion, mando la pelota al fondo de la red. Ventaja, grito y locura. Los alaridos se escucharon por todas partes.

Faltaba sufrir unos diez minutos más, pero el encuentro estaba sentenciado. Ellos sintieron el mazazo de ese gol a poco del final y no tuvieron reacción alguna, a tal punto, que no patearon al arco ni el tiempo adicionado.

Con estos tres puntos River se acomoda a uno del líder Colón y corta dos rachas negativas: la de casi diez años sin ganar en la Boca y la de la falta de triunfos de visitante. Curiosamente, la última victoria en la Boca también había tenido a Fernando Cavenaghi como titular.

Con el pitazo final, los jugadores se abrazaron en el centro del campo de juego y festejaron, formando un solo círculo, mostrando su alegría, sus lágrimas, cantando y bailando. Fueron once contra todos, fueron gladiadores y se convirtieron en leyenda.

Formaciones

Boca Juniors: Orión; Grana, D. Díaz, Forlín, Insúa; Erbes, Gago, Sánchez Miño; Riquelme; J. Martínez y Gigliotti. Director Técnico: Carlos Bianchi.

River Plate: Barovero (8); Mercado (5), Maidana (5), Balanta (5), Funes Mori (7); Carbonero (5), Ledesma (7), Rojas (6); Lanzini (8); Gutiérrez (6) y Cavenaghi (5). Director Técnico: Ramón Díaz.

Ingresaron: 26’ST Villalva (6) por Gutiérrez; 29’ST Kranevitter por Rojas; 46’ST Solari por Cavenaghi.

Resumen

Goles: 12’ST Lanzini (Riv); 22’ST Riquelme (Boc); 40’ST Funes Mori (Riv).
Incidencias: no hubo.
Arbitro: N. Pitana (Mal)
Figura: Lanzini (Riv)

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lunes, 24 de marzo de 2014

Lo sigue gritando

Torneo Final 2014 – Fecha 9 – 23 de marzo de 2014
River Plate 2 – Lanús 0
Keko y el regreso soñado (foto Olé)
















Daniel Villalva volvió a River, tras un breve paso por Argentinos Juniors, sabiendo que no tenía un lugar asegurado entre los delanteros, y que tendría que pelearla para tener su oportunidad. Consciente de esta realidad, no se dio por vencido, la peleó, se ganó el lugar ante la lesión de Teófilo Gutiérrez y no defraudó, a tal punto, que se fue ovacionado.

La derrota en Floresta había calado hondo y el Millonario necesitaba ganarle al difícil Lanús, uno de los mejores equipos de los últimos tiempos, para no perder el tren del campeonato y llegar bien posicionado al Superclásico.

El comienzo del partido no era muy esperanzador. El granate se hizo dueño de la pelota y dominaba el juego, pero no lograba inquietar a Marcelo Barovero, hasta esa doble jugada de D. González que entre Ariel Rojas y Jonathan Maidana salvaron sobre la línea.

A partir de allí, se emparejó el encuentro. Ambos tuvieron dificultades para llegar al arco rival y solo una genialidad podía romper la monotonía. A los 34 minutos, un pelotazo de Gabriel Mercado fue controlado por el Keko, que superó en velocidad a su marcador, y en el mismo movimiento de control le tiró un sombrero al defensor que cerraba (aunque algunos quieran creer que fue de suerte) y metió el centro atrás para dejar solo a Fernando Cavenaghi, que solo tuvo que empujarla.

Con la apertura del marcador, River comenzó a justificar la ventaja, basado en la solidez defensiva que no había mostrado en los minutos fatales del complemento frente a All Boys y ayudado por la falta de ideas de la visita para llegar al arco de Trapito.

Así, en el complemento, tras un tiro en el travesaño de Lautaro Acosta, el Millonario tuvo las más claras y el Mellizo comenzó a acumular delanteros para buscar el empate. Pero apenas ingresó Santiago Silva, el cuarto delantero en cancha para el grana, otra genialidad del Keko amplió la ventaja.

Una pared entre el Torito y Manuel Lanzini, que este no pudo recibir por una violenta infracción en el borde del área, le dejó la pelota mansa al gurrumín que, con un movimiento, dio un paso atrás e impactó el balón al palo más lejano del arquero. Un golazo para cerrar el resultado y configurar una tarde inolvidable para el joven experimentado Villalva.

El conjunto del riojano fue un justo ganador. Encontró el gol en una de las primeras llegadas claras y, en el complemento, amplió la ventaja y hasta pudo golear, de no ser por las defectuosas definiciones de Manu y Carbonero.

Queda claro que a estos jugadores les sienta más cómodo no llevar el peso del protagonismo. Sus rendimientos mejoran cuando en frente tienen a un rival que se dedica a jugar, que le gusta tener la pelota y que deja espacios en defensa; y decae considerablemente cuando el adversario se cierra bien y no deja grietas. Ese es el principal déficit de este equipo, encontrar la forma de vulnerar a aquellos que se dedican a cerrarse atrás.

Los tres puntos mantienen la diferencia de cuatro con el puntero Colón (Sta .Fé) y le da una inyección de confianza al plantel de cara al Superclásico, partido que hay que ganar sí o sí. No solo por ser el clásico rival, sino porque puede ser un envión anímico importante de cara a la recta final del certamen, esperando que los de arriba tengan un traspié.

Ramón Díaz tiene un lindo problema. La actuación de Villalva plantea la duda sobre si mantenerlo entre los once y, en ese caso, que jugador debería salir para dejarle su lugar. Parece difícil que Teo sea ese hombre y, por rendimiento, tal vez Lanzini sería el candidato, aunque juegan en puestos diferentes. Si tenemos en cuenta la tendencia de Teo y Cave a retroceder para asociarse al circuito de juego, pueden turnarse para hacerlo y dejar al Keko de punta. Cuestiones que tendrá que resolver el riojano en la semana. 

Independientemente de esto, lo que si deben tener en claro el plantel y el cuerpo técnico, es que, el domingo, cueste lo que cueste, River tiene que ganar.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mercado (5), Maidana (6,5), Balanta (6), Ferreyra (4); Carbonero (5), Ledesma (6), Rojas (5); Lanzini (5); Villalva (7) y Cavenaghi (6). Director Técnico: Ramón Díaz.

Ingresaron: 20’ST Funes Mori (5) por Ferreyra; 30’ST Kranevitter por Villalva; 39’ST Simeone por Cavenaghi.

Lanús: Marchesín; Silva, Goltz, Izquierdoz, Pasquini; D. González, Ortiz, Ayala; Benitez, Blanco y Acosta. Director Técnico: Guillermo Barros Schelloto.

Resumen

Goles: 34’PT Cavenaghi (Riv); 25’ST Villalva (Riv)
Incidencias: no hubo.
Arbitro: M. Vigliano (bien)
Figura: Villalva (Riv)

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lunes, 17 de marzo de 2014

Siesta atroz

Torneo Final 2014 - Fecha 8 - 16 de marzo de 2014
All Boys 3 – River Plate 2
Barrera desarmada y empate (foto Olé)













Parece una historia repetida, aunque con un matiz novedoso: la siesta. Esa, que duró dos minutos, al inicio del complemento, fue determinante para el resultado final. Los horrores defensivos en esos instantes sentenciaron un encuentro que ni el más optimista hincha de All Boys hubiera imaginado.


La primera etapa se había ido con un empate, que parecía injusto por lo hecho por uno y otro equipo. River había mostrado, hasta la infantil e irresponsable expulsión de Leonel Vangioni, manejo, orden y buenas combinaciones para llegar al arco de Nicolás Cambiasso. Tal es así, que el gol de Carlos Carbonero fue un pase a la red.


Todo parecía encaminarse al triunfo de visitante después de mucho tiempo, pero una infracción cobrada por Carlos Maglio al borde del área, que aún deja algunas dudas, y una barrera que se desarmó frente al violento remate de Gonzalo Espinoza, le permitieron al local llegar al empate. Demasiado premio para lo poco que había mostrado hasta ahí el equipo de Ricardo Rodríguez, pero como es costumbre en los últimos tiempos, a River no le llegan, y le convierten un gol.


Cinco minutos después, vino la expulsión del ex Newell’s, y el partido se hizo cuesta arriba. Para no resentir el funcionamiento, Ramón Díaz decidió defender con tres hombres, abriendo a Ariel Rojas por el lateral. Aunque nunca imaginó la sorpresa que llegaría en el segundo tiempo.


La obra maestra del terror se corporizó al inicio del complemento. En la primera jugada, toda la defensa se durmió y dejó maniobrar a los locales como si estuvieran en el patio de su casa, así, Roberto Battión metió un centro bombeado al medio del área chica, Eder Balanta perdió su espalda y Marcelo Barovero no reaccionó a tiempo, Agustín Torassa, uno de los hombres más bajos de la cancha, entro solo por el segundo palo y le bastó con poner la cabeza para desnivelar el marcador antes de que se cumpliera un minuto.

Como una pesadilla, tan solo sesenta segundos después, Espinoza habilitó a Jonathan Calleri, que encontró todo el terreno a su disposición a espaldas de los defensores y cuando se metió en el área hizo un pequeño enganche y remato fuerte, bajo y al primer palo. Nada pudo hacer Trapito, y en dos minutos, los de Floresta se hallaban dos goles arriba en el tanteador. Sorpresa en propios y extraños, impensado por el desarrollo del partido. El Albo había llegado dos veces con peligro, y había convertido tres goles. Insólito.


Desde allí, el local se dedicó a cuidar el resultado, se replegó mucho y la vergüenza deportiva de River lo fue acorralando. Así llegó el descuento, por un cabezazo del goleador Carbonero y tuvo el empate en la cabeza de Balanta, pero la posición adelantada de Fernando Cavenaghi anuló la acción.


El Millonario se hizo dueño del partido, buscó el empate y jugó mejor que su rival, pero no pudo llegar a la igualdad y el local, de contra, quiso liquidarlo, pero no contó con situaciones claras frente al arco visitante.

Hubo un par de jugadas discutidas según lo que cobró el árbitro. En primer lugar, una fuertísima infracción de Pellegrino, casi con la misma violencia que la que generó la roja de Vangioni, pero que el juez no castigó de la misma manera, ni siquiera amonesto. En segundo lugar, una falta sobre Daniel Villalva dentro del área que el espigado colegiado sancionó con amonestación para el delantero por simulación, pero que queda la duda si fue penal. Por supuesto, en esta ocasión, no hubo imágenes congeladas, ni buenas repeticiones de la acción.

Otra vez, casi como si fuera una (mala) costumbre, River dejó pasar una oportunidad única de acercarse a la punta. Ya son incontables las veces que, pudiendo quedar a tiro de la cima, el resultado o el rendimiento no lo acompaña y, por lo tanto, deja pasar la oportunidad, como si el miedo escénico o el vértigo de lo más alto les impidiera, a estos jugadores, acercarse para pelear el campeonato.

De todos modos, es tan malo el campeonato argentino, para algunos es parejo, que con la derrota, el Millo sigue a cuatro puntos, aunque en la posición doce, cuando podría haber quedado segundo a un punto si obtenía la victoria.

Lo bueno, aunque poco, es que el Millonario volvió a convertir más de un gol, pero no le alcanzó. También son discutibles los cambios de Ramón, que ha perdido la mano en este rubro. Sacó a Teófilo, de buen partido, y Carbonero, autor de los dos goles, para poner a un cinco y un delantero por afuera. Tal vez hubiera sido mejor sacar a otros de rendimiento más flojo, como Rojas y Cavenaghi.

Se aproximan jornadas determinantes, que incluyen al superclásico y que, como siempre, definirán si el Millonario puede tener chances al final del certamen. Con siestas como éstas, va a estar muy difícil.

Formaciones

All Boys: Cambiasso; Ladino, Casteglione, Pellegrino, Paz; Cabrera, Ahumada, Battión, Espinoza; Torassa y Calleri. Director Técnico: Ricardo Rodríguez.

River Plate: Barovero (4); Mercado (4), Maidana (4), Balanta (3), Vangioni (2); Carbonero (7), Ledesma (5), Rojas (4); Lanzini (4); Gutiérrez (5) y Cavenaghi (4). Director Técnico: Ramón Díaz.

Ingresaron: 13’ST Kranevitter (5) por Gutiérrez; 16’ST Ferreyra (5) por Rojas; 26’ST Villalva (5) por Carbonero.

Resumen

Goles: 14’PT Carbonero (Riv); 32’PT Espinoza (All); 1’ST Torassa (All); 2’ST Calleri (All); 17’ST Carbonero (Riv)
Incidencias: 37’PT expulsado Vangioni (Riv)
Arbitro: C. Maglio (regular)
Figura: Carbonero (Riv)

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domingo, 9 de marzo de 2014

Deslucido

Torneo Final 2014 - Fecha 7 - 9 de marzo de 2014
River Plate 1 – Arsenal 0
Cavenaghi, el goledor de River (foto Olé)















Arsenal es de esos equipos a los que nunca se quiere enfrentar. Molesto, mañoso, compacto, cerrado atrás y peligroso en el juego aéreo. Un combo que, en la previa, parecía nefasto para este River, que suele mancar ante rivales de estas características, sobre todo, porque saben a lo que juegan.

Alfaro plantea los partidos para evitar que el rival pueda hacer su juego, y como el Millonario no tiene aún un juego definido, se le facilitó la tarea al conjunto de Sarandí, que no contaba con la complicación que implicaría la presencia de Pablo Lunati.

El juez del partido fue decisivo. Aunque se la pasó todo el partido gesticulando y cortando el juego por supuestas lesiones de los hombres del equipo de los Grondona, en el segundo tiempo dio un penal dudoso (por la infracción y por el lugar donde fue cometida) para el local, que Fernando Cavenaghi convirtió en gol, poniendo cifras definitivas al marcador.

Aunque la victoria fue justa, porque fue el conjunto del Pelado el que siempre intentó, queda la sensación de que así no es la forma de obtener los tres puntos. El triunfo con buen juego frente a San Lorenzo, que había ilusionado a la gente, quedó lejos en el tiempo, aunque apenas pasaron siete días.

En el Monumental se vio, una vez más, una actuación deslucida. Con pocas ideas y con varios intérpretes muy bajos en su rendimiento. Ya van varias fechas que Manuel Lanzini no gravita de acuerdo a las expectativas. En la semana el riojano dijo que al Torito lo ve cansado, y en la cancha se nota, tal vez porque se retrasa mucho para asociarse al circuito de juego y pierde poder dentro del área, lo que le genera un desgaste extra.

Son rescatables las actuaciones de Eder Balanta y Matías Kranevitter. Las dos joyas de las inferiores mostraron sus credenciales. El colombiano, mucho más cómodo en una línea de cuatro defensores, fue una muralla y se nota que se lleva muy bien con Jonathan Maidana, de sólida actuación otra vez. Y el colo es un jugador elegante, quita, traba, gambetea, distribuye y toca con precisión, siempre redonda y a un compañero, un clásico cinco Millonario.

Pero si lo rescatable de las últimas actuaciones de River, está de mitad de cancha hacia atrás, habla a las claras de lo pobre que es la producción futbolística del equipo. En consecuencia, en esta jornada se ganaron tres puntos, pero nada más.

El equipo del riojano está lejos del juego al que está acostumbrado River. Ese juego que llega al gol por decantación, y que anota más de un gol por partido. La felicidad por las tres unidades obtenidas y la cercanía a la cima en la tabla de posiciones, se opaca con el juego que se ve en la cancha y con las estadísticas goleadoras de la última temporada: 26 partidos de 27 convirtiendo un gol o ninguno, muy lejos del legado histórico de la institución.

Como se dijo la semana pasada, este es el plantel que hay y habrá que esperar a después del mundial para ver caras nuevas, mientras tanto, Ramón deberá trabajar mucho para que lleguen más triunfos con menos sufrimiento y con más goles.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mercado (5), Maidana (6), Balanta (7), Vangioni (6); Carbonero (5), Kranevitter (7), Rojas (5); Lanzini (4); Gutiérrez (5) y Cavenaghi (4). Director Técnico: Ramón Díaz.

Ingresaron: 31’ST Villalva por Cavenaghi; 44’ST Ferreyra por Lanzini.

Arsenal: Limia; Nervo, González Pirez, Braghieri, D. Pérez; Montero, Marcone, M. Sánchez, Carrera; Sperdutti y Caraglio. Director Técnico: Gustavo Alfaro.  

Resumen

Goles: 15’PT Cavenaghi –p– (Riv)
Incidencias: no hubo
Arbitro: P. Lunati (mal)
Figura: Balanta (Riv)

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viernes, 7 de marzo de 2014

La triste realidad

Torneo Final 2014 - Fecha 6 - 6 de marzo de 2013
Tigre 0 - River Plate 0
Pobre actuación del equipo (foto Olé)













Como si fuera una película que repiten constantemente en la televisión pública, en Victoria se volvió a ver un River sin ideas, con poca claridad y sin lastimar al rival.

Tras el muy buen triunfo frente al último campeón, Ramón Díaz repitió el equipo, pero los intérpretes no repitieron el rendimiento. Es cierto que tuvo el control del balón casi todo el partido, como también lo es que no supo que hacer con él en su poder.

Era sistemático. Salían tocando del fondo, buscaban a Cristian Ledesma y ahí comenzaba el toque corto e intrascendente que se mencionó como error en este espacio en la crónica de la fecha 5. La pelota iba y volvía sin sentido a los pies del Lobo. Da la sensación que, como el receptor no sabe que hacer con ella, se la devuelve al cinco para que él se haga cargo.

Así, el balón llegaba a la mitad de cancha, avanzaba hasta tres cuartos y en vez de buscar el pase punzante al área para los delanteros, volvía hacia atrás, para comenzar otra vez. Como consecuencia, los atacantes entraban poco en contacto con el balón en la zona peligrosa de la cancha y el arquero rival era un espectador de lujo del encuentro.

No es casualidad. El Millonario ya cumplió una rueda completa sin convertir más de un gol por partido. O sea, la última vez que convirtió más de un gol, fue contra Tigre, por la fecha 6 del Inicial 2013 en el Monumental. Son 19 partidos, y si agregamos que antes de ese tampoco había convertido más de una vez en ese certamen, suma 24 de 25 partidos en los que convirtió un gol o ninguno.

Números preocupantes, pero que revelan la realidad que atraviesa hoy el equipo. Puede mostrar tenencia y superioridad, pero le cuesta horrores concretar en la red lo poco que genera en el verde césped. Para colmo, le llegan poco y le convierten mucho.

Si a todos estos datos, le agregamos que el Matador tiene un solo gol a favor y otro en contra en el campeonato, es fácil analizar el resultado final en Victoria. Un encuentro pobre, escaso en llegadas y con poca creatividad. Solo algunos intentos aislados de Matías Pérez García, un par de remates de larga distancia de Leonel Vangioni y Fernando Cavenaghi y una mala definición de Manuel Lanizni son las notas de color de la noche.

Un estigma que arrastra el Millo hace varios campeonatos, incluso antes del descenso a la B Nacional. Los problemas en la creación y la falta de puntería para concretar las ocasiones generadas explican los pobres números detallados anteriormente.

La cuestión a resolver es si la solución a este inconveniente está dentro del plantel, con algún jugador que se pueda calzar la pilcha de asistidor o si habrá que esperar a un nuevo mercado de pases para incorporar un enganche que alimente a los delanteros y se encargue de dar esos pases que los dejen de cara al arco para definir. Si esta última es la opción, deberemos esperar seis meses más para ver al River que queremos.

Formaciones

Tigre: García; Vesco, Canuto, Godoy, Cosaro; Ellacópulos, Castaño, Arzura, Leone; Pérez García; Nahuelpan. Director Técnico: Fabián Alegre.

River Plate: Barovero (6); Mercado (5), Maidana (6), Funes Mori (5), Vangioni (6); Carbonero (6), Ledesma (4), Rojas (4); Lanzini (4); Menseguez (3) y Cavenaghi (4). Director Técnico: Ramón Díaz.

Ingresaron: 17’ST Kranevitter (5) por Ledesma; 25’ST Ferreyra por Rojas; 30’ST Simeone por Menseguez.

Resumen

Goles: no hubo
Incidencias: no hubo
Arbitro: F. Echenique (aceptable)
Figura: Arzura (Tig)
El mejor de River: Maidana

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lunes, 3 de marzo de 2014

Afinar la puntería

Torneo Final 2014 - Fecha 5 - 2  de marzo de 2014
River Plate 1 – San Lorenzo 0
Teo, el gol del triunfo














Sin dudas fue el mejor partido de River del torneo. Volviendo al esquema clásico de cuatro defensores, tres volantes, un enganche y dos delanteros, y con varios cambios de nombre debido a los bajos rendimientos en Santa Fé, y al regreso de algunos titulares que demostraron ser fundamentales, como el caso de los dos de la zaga central.

La presencia de Cristian Ledesma le dio más tenencia y distribución con criterio al medio campo, aunque, por momentos, se excedían en el toque corto e intrascendente y perdían la pelota peligrosamente.

Pero sin dudas la sorpresa de la alineación estaba en el lateral derecho. Augusto Solari, habituado a jugar de volante, ocupó la posición de defensor y cumplió con solvencia y seriedad, sorprendiendo a más de uno y evitando que se hablara de un nuevo error de Ramón Díaz, que fue ovacionado por todo el estadio.

Esta vez, el Riojano acertó con el planteo. El Millonario tuvo manejo, buen juego y llegó con peligro al área de San Lorenzo. De haber estado más afinado Teófilo Gutiérrez, el resultado podría haber sido más abultado, pero la mala suerte y el exceso de firuletes del colombiano, le privaron al Millo de terminar el partido más tranquilo, a tal punto que Solari tuvo que salvar, sobre la línea, el empate cuervo.

La diferencia debió ser mayor. Los de Boedo prácticamente no inquietaron a Marcelo Barovero,  y los delanteros del Pelado fallaron en la definición: una excelente jugada de Teo con doble enganche que pegó en el palo, un pase de Cavenaghi para el mismo colombiano que no pudo dominar con el pecho dentro del área chica, un mano a mano de Lanzni, un cabezazo de Gutiérrez sin marca y otro mano a mano del cafetero que por hacer una de más se lo tapó Torrico, forman el cóctel de jugadas desperdiciadas.

Este es el rubro que deberá mejorar. El domingo pasado le llegaron tres veces y le convirtieron tres goles. River debe ser más efectivo, no puede ser que de seis jugadas claras de gol, solo haya concretado una. Después se termina sufriendo en el arco propio porque el partido no se cierra concretando esas ocasiones.

Lo que genera incertidumbre, es saber cuál es el verdadero River. Aquel que no daba pie con bola en Santa Fé o este dominante que se vio contra San Lorenzo y que llegó al gol con una jugada que respeta la historia Millonaria: manejo en el medio, apertura lateral con asistencia de taco incluida del Torito para Carbonero, centro bajo de éste y anticipo de Teo para definir al primer palo.

Por supuesto que esta actuación da esperanzas pero, en este fútbol ciclotímico en el que vivimos, no se deben magnificar estas actuaciones, sobre todo porque vienen de dos partidos muy malos, con errores conceptuales preocupantes.

El objetivo debe ser mantener este nivel, mejorar en el juego áreo y poder doblegar a los rivales, independientemente del planteo que ellos hagan. Además, por supuesto, de mejorar en los metros finales para poder terminar el partido gritando “ole” sin tener que estar sufriendo porque el rival lo pueda empatar en la última jugada.

Formaciones

River Plate: Berovero (6); Solari (7), Maidana (7), Balanta (6,5), Vangioni (6); Carbonero (6,5), Ledesma (7), Rojas (6); Lanzini (5); Gutiérrez (7) y Cavenaghi (6). Director Técnico: Ramón Díaz.

Ingresaron: 31’ST Ponzio por Ledesma; 33’ST Menseguez por Cavenaghi; 45’ST Fabbro por Gutiérrez.

San Lorenzo: Torrico; Buffarini, Valdes, Gentiletti, Kannemann; Kalinski, Ortigoza, Mercier, Piatti; Correa y Blandi. Dierctor Técnico: Edgardo Bauza.

Resumen

Goles: 20’PT Gutiérrez (Riv)
Incidencias: 39’ST expulsado Ortigoza (Slo)
Arbitro: N. Pittana (aceptable)
Figura: A. Solari (Riv)

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